Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

miércoles, 3 de abril de 2013

IOAR o YOAR (1.416 m.) POR LA CASCAJERA

CIRCULAR POR LA SIERRA DE CODÉS


FICHA TÉCNICA-
Día: 3/04/2013
Participantes: Nieves, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 4 horas.
Distancia: 11 Km.
Dificultad: Media
Punto de inicio: Desde Los Arcos por la NA 1110 hasta el cruce en Torres del Río donde se  toma a la derecha la NA 7200 hasta Azuelo (zona media de Navarra). Cruzar el pueblo y ascendiendo por la calle Mayor acceder al camino del Monte que lleva a Genevilla, en la primera bifurcación a la izquierda. Enseguida se ve a la derecha la Fuente del Arca con un pequeño merendero y una estela funeraria.


ITINERARIO:
Fuente del Arca - Fuente de Valldillera- Choza de los Pastores y Fuente de Santa Engracia - Barranco del Francés - La Cascajera - Riscoroyo -Collado de la Nava - Poste eléctrico - Yoar (Ioar) o Codés - Hayedo - Collado de La Plana - GR 1 - Senda del Puerto - Los Cencerros - Era con robles - Base de las Dos Hermanas - Fuente de Valldillera - Fuente del Arca.


El pico del Ioar o de Codés ( en la enumeración de los vértices geodésicos de Navarra) es la cumbre más elevada de la Sierra de Codés. Sirve de frontera entre Navarra y Alava. Hay mucha diferencia entre su cara norte, donde no faltan los bosques de hayas, robles, pinos... y la cara sur más soleada que cuenta con enormes ejemplares de quejigos, pero sobre todo de encina que hablan del calor de verano en está vertiente. Las ascensiones al Ioar tienen rutas ilimitadas para elegir: desde el norte por Santa Cruz, Genevilla; desde el sur por el Santuario de Nuestra Señora de Codés, por el GR 1; desde el oeste por Azuelo; y desde el este desde Nazar, Asarta u Otiñano. Bajo un paraje agreste y escarpado se cobija el Santuario de Nuestra Señora de Codés. El conjunto monumental y armonioso nos sumerge en su pasado histórico. Durante la Guerra de la Independencia fue saqueado por el ejército francés y sirvió de cuartel tanto para los soldados de Napoleón, como para los de Espoz y Mina, el más famoso guerrillero navarro. Hoy, al pie de la sierra, ofrece refugio al visitante en su hospedería para desde allí realizar interminables excursiones o descansar adormecido con el murmullo de sus fuentes. Un lugar para perderse y que no te encuentre nadie. Una maravilla.

Monasterio de San Jorge en Azuelo, a sus espaldas la Sierra de Codés cubierta con la niebla.

En su cima hay un enorme repetidor o reflector de ondas hercianas que afean su ascenso, pero sus vistas a los valles circundantes, dada su altitud de 1.416 metros, son espectaculares. Por ello es una cima emblemática de todos sus vecinos que se criaron bajo su protección. Los niños de la zona saltaban a la comba recitando la tonadilla: "Una, dos y tres, la virgen de Codés". Los de los valles limítrofes íbamos de excursión una vez al año a visitar la basílica. Se realizaban juegos, gymkanas, piñatas... En suma recuerdos de la infancia que uno vuelve a recordar cuando regresa a este paraje. 

Como dos dientes se alzan las Dos Hermanas, el último escarpe rocoso del espolón sur de la Peña Blanca. Cuenta la leyenda que en Azuelo vivían dos pobres huérfanas sometidas a la esclavitud por su madrastra. En una ocasión se fugaron aprovechando un descuido de ella y se refugiaron en el monte. Viendo que entrada la noche las hermanas no habían regresado, la madrasta lanzó una maldición; "¡Ojalá se vuelvan piedras!". A las hermanas no se les volvió a ver jamás y a la mañana siguiente de su desaparición había junto al camino de Codés dos enormes rocas, una grande y otra menor, como las protagonistas de la leyenda.





Carretera con  vistas de Torralba del Río y las Dos Hermanas.
RUTA:
Nosotros habitualmente hacemos la ruta hasta el Santuario de Codés por una pequeña carretera que parte desde Otiñano, pero nuestra sorpresa fue que encontramos un enorme fardo de paja cerrándola. Nos han dicho que  la carretera  ha cedido, deslizándose por el terraplén y es intransitable por ahora y hasta......
Aparcamos al lado de la Fuente del Arca y comenzamos por la pista asfaltada aproximadamente un kilómetro hasta encontrar un desvío a la derecha donde pone "Acotado de trufa". Lo tomamos.




Siguiendo este camino en pocos metros llegamos a la Fuente de Valldillera. Hay una fuente de construcción más moderna y una pequeña pila antigua desde donde corre el agua hasta crear un pequeño arroyo cuyo murmullo tardaremos en dejar de oír. Ha llovido mucho en las últimas semanas y el agua aparece por todos los rincones.



Continuamos rectos contemplando en todo su esplendor los riscos abruptos e inmensos que erguidos nos acompañan, a nuestra derecha, los Penitentes. Y a la izquierda, sobrepasamos una gran roca envarada denominada el Anillo. 

El día está algo nublado y en algunos momentos el sol ilumina sus moles rocosas colosales.


Encontramos una bifurcación  a la izquierda que nos encamina en poco rato hasta la Choza de los Pastores y la Fuente de Santa Engracia. Después de beber un poco de agua, proseguimos detrás de la pequeña construcción tropezando enseguida con dos pistas. Nosotros tomamos la de la derecha. Creemos que la de la izquierda continua a Genevilla.


El camino asciende rápidamente entre encinas y arbustos. Cuando se suaviza el desnivel dejamos a la derecha el inicio de  un barranco pedregoso y proseguimos para enseguida ver a la derecha un gran hito de piedras que nos señala el inicio de la estrecha senda.
Siguiendo los hitos, sin perderlos, la ascensión no tiene tanta exigencia. El año pasado nos desviamos, subimos rectos por la cascajera y sudamos tinta. 
Vamos avanzando tapados por el arbolado entre el Pico Grudo y el cordal de los Penitentes, dejando a nuestra derecha un barranco, denominado el Francés,  que nos separa de la hilera de rocas en procesión. Conforme ascendemos va cambiando el paisaje, desapareciendo los arboles y convirtiéndose el sendero en una loma herbosa salpicada de algún hito de piedras.
Vemos por la zona rocosa de nuestra derecha un par de excursionistas que se han encaramado a las peñas, la próxima vez subiremos por allí para pasar por el denominado Puente del Diablo y visitar la Ventana de las Brujas. La tenemos apuntada en nuestra agenda y en las próximas vacaciones intentaremos hacerlo.
Seguimos nuestra ascensión, después de evitar unas peñas encaminándonos a la izquierda perdemos los hitos y comienzan a venir nieblas del este. 
Avanzamos con la suerte de que vemos a los dos montañeros en el collado de delante. Julián se adelanta para darles alcance y detrás de ellos desde el Collado de la Nava continuamos en fila india dirigiéndonos a la izquierda y en pocos minutos hasta el Ioar. Son de Estella y van a continuar hasta La Plana. 

La subida se hace por toda la crestera y no hay ningún peligro para llegar a la cima, hay pocos cairns, y el problema son las nieblas de hoy. Los últimos metros son paralelos a un cable de luz que nos lleva hasta una torre metálica que se encuentra en el rellano de la cima. Nuestra idea inicial era seguir hasta el Pico del Grudo y desde allí buscar hitos para descender, pero dada la niebla y que no conocemos la ruta nos decantamos por la bajada tradicional hacia el Santuario. Otra vez será. La montaña podrá esperarnos en otra ocasión.
Como si fuéramos fantasmas coronamos el vértice geodésico del Ioar o de Codés (1.416 m.), nos sacamos unas fotos y recorremos todas las "obras de arte" que hay en la cima. Aquí está la muga entre Navarra y Álava. Cada provincia tiene diferentes hitos y esculturas. Pero lo que no tenemos hoy son vistas panorámicas, una lástima, porque se divisan hasta los Pirineos en días claros.

Descendemos hasta el hayedo y comemos sin pausa que se nos hielan las manos. Hay nieve a nuestro alrededor.
Falta un miembro del grupo imprescindible, la que trae el chocolate, Chus, pero tiene una causa justificada y bastante envidia le hemos dado que incluso ha llamado para saber donde estaban "las cabras". Ya se imaginaba que el "tesón" del cuñao le habría subido hasta el Ioar.



Con energía renovada bajamos hasta el collado de La Plana, donde enlazamos con el GR 1 y con dirección diestra cogemos el Sendero del Puerto. 


La niebla se desliza a gran velocidad y se levanta, a ratos vemos la cumbre del Ioar y de La Plana y otras no. La naturaleza se muestra como un trilero cualquiera, que trata de esconder su premio unas veces y lo muestra otras. 
El trepidante descenso en zigzag nos enseña varias piedras erguidas de penitentes que han hecho novillos y se han separado de la procesión que hemos visto en el inicio de la ruta. Rebeldes hay en todos los sitios. Hacen de este lugar un precioso paraje donde recrearse con las enormes piedras calizas, verticales,  que embellecen el paisaje haciéndolo irrepetible.
 .

Esta senda abandona la pedrera y se encamina poco a poco hacia la derecha llegando hasta una preciosa era donde unos enormes ejemplares de roble la rodean. 
Este año se ha alargado el invierno y con las lluvias interminables todavía no han brotado las hojas de sus árboles.
Giramos a la derecha y en un cruce de tres caminos vamos rectos. Acompañados de los esporádicos robles que flanquean el recorrido, a la izquierda, y las peñas de los Penitentes, a la derecha, vamos avanzando hacia las Dos Hermanas situándonos casi a sus pies.  
Abandonamos el camino y tomamos una senda muy tupida. Nos desviamos un poco a la izquierda hasta llegar al camino que habíamos desechado a la mañana y que es una vía de subida que no hemos recorrido todavía. Este ascenso va por medio de las rocas, con forma de canal es sencillo. Otra vez será, pero el Puente del Diablo es nuestro objetivo venidero y  pronto recibirá nuestra visita.
Tomamos la senda hacia la izquierda y rectos sobrepasamos la Fuente de la Valldillera y llegamos hasta la Fuente del Arca y al coche.
Preciosa excursión por la Sierra de Codés, la repetimos casi todas las primaveras, pero siempre es diferente, las nieblas, los arboles,  pues hace dos años encontramos los robles con mucha hoja, este año la estampa es invernal. Recomendable la hospedería del Santuario para poder pasar unos días recorriendo sus caminos y queda cerca de Viana, Logroño y Pamplona. 
Según la división por merindades: La Sierra de Codés está situada en la Navarra Media Occidental, lindando con Alava.

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