Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

viernes, 26 de julio de 2013

GORBEA (1.482 m.)

EL TECHO DE ÁLAVA Y VIZCAYA


FICHA TÉCNICA-
Día: 26/ julio/ 2013
Participantes: Javier, Juan José, Nieves, Chus, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 6 horas.
Distancia: 16 km.
Dificultad: Media - Alta. Los desniveles desde el puerto de Barazar son de 800 metros y hacía mucha humedad, calor. 
GR 12

Como llegar:
Desde Vitoria ir dirección a Bilbao y en el primer cartel hacia Legutiano, N-240, se sobrepasa el embalse de Santa Engracia y se sigue directo hasta el Puerto de Barazar. Existen dos gasolineras, una a cada lado de la carretera. Aparcamos junto al bar Bengoetxea y desde su lateral izquierdo comenzamos.

ITINERARIO:
Puerto de Barazar - Humedal y merendero de Saldropo - Puente sobre el Uguna - Paso de Atxuri - Portillo de Atxuri - Refugios privados - Majada de Aldamiñape - Peña Dulau -Collado de Aldamiñospe - Fuente Gorbeagañe (1.411m.)- Cima del Gorbea - Mismo regreso.


El mítico Gorbea se encuentra enclavado en pleno corazón del macizo del mismo nombre, el cual fue declarado Parque Natural el 21 de junio de 1994. Se trata de la cumbre más elevada, popular y emblemática de las provincias de Álava y Vizcaya, ya que sirve de frontera entre ambos territorios. La afamada cruz metálica de 17 metros de altura que se alza orgullosa en su redondeada cima sirve de faro y guía a los miles de montañeros que año tras año acuden en masa a rendirle culto y pleitesía.
Las campas que rodean la cruz de la cumbre (1.482m.) están salpicadas de cabañas de pastores, mientras que en las laderas y valles abundan los hayedos, robledales, y el tejo, junto a repoblaciones de coníferas, falso ciprés y alerce japonés. 
La zona fue repoblada por la Diputación de Vizcaya con árboles alóctonos (foráneos), que forman arboledas oscuras y misteriosas al borde del camino. El abeto Douglas, el pino laricio de Córcega, el pino negro, el roble americano, el alerce japonés o el ciprés de Lawson sustituyeron al haya y al roble, reducidos a carbón para abastecer las ferrerías.
Sobresale como un superviviente el bosque de hayedos de Altube. En este espacio conviven numerosas especies animales (jabalíes, tejones, martas, visones, gatos monteses, martín pescador, aves rapaces, nutria, etc.). Merece la pena acudir a mediados de septiembre para escuchar la berrea de los ciervos.
Al Gorbea se puede acceder por su vertiente sur (Altube, Murua, Markina, Sarría, Zárate…) o por su vertiente norte (Barazar, Saldropo, Zárate, Zeánuri, Areatza, Ubide…), más abrupta y espectacular. Y de entre todos estos posibles puntos de acceso, nosotros hemos elegido para esta ocasión uno de los senderos más clásicos y bellos de ascensión: el que nace en el puerto de Barazar, pasa por el humedal de Saldropo, se adentra en un tupido bosque de cipreses y, tras remontar el espectacular paso de Atxuri, se dirige hacia los paredones calizos del Aldamin para bordearlos por su parte oriental y alcanzar así el collado de Aldamiñospe. Se trata de uno de los itinerarios más completos y de mayor interés paisajístico de todo el Parque Natural de Gorbea.



Ruta:
Aparcamos en el puerto de Barazar (kilómetro 38). Una vez allí se toma una pista de hormigón situada detrás del bar Bengoetxea en cuyo inicio unos paneles informativos indican la entrada en el Parque Natural de Gorbea. Siguiendo esta pista cementada, entre ejemplares inmensos de cipreses,  se llega en tres kilómetros al área recreativa del humedal de Saldropo. Lugar paradisíaco con multitud de vacas, caballos pastando en sus praderas y en el que hay un merendero para reponer fuerzas. El día está un poco brumoso y da a la zona un aire fantasmagórico.

Caminamos un rato más por una pista cementada situada al final del parking. Un poste de madera allí situado nos indica dos itinerarios distintos que parten de este punto: el itinerario Saldropo, y a la derecha la senda Atxuri (2´3 km / 55 min). Esta última, que transcurre por la GR 12, es la que debemos tomar. Un poco más adelante, un nuevo cartel (Atxuri: 2´1 km / 50 min) nos obliga a continuar por la derecha, omitiendo en este punto un desvío a la izquierda, que conduce a un calero situado a 50 metros

La pista, que desciende dirección suroeste, nos conduce al arroyo Uguna, que vadeamos por un bonito puente de madera. Escasos metros después, el cemento desaparece para dar paso a una ancha pista de gravilla que asciende entre alerce del Japón y el falso ciprés de Lawson hasta situarnos en una zona llana. Pero muy pronto debemos abandonar esta pista para tomar una desviación a la izquierda, marcada con un pequeño hito y unas señales rojiblancas, un tanto borrosas, gravadas en la corteza de un árbol.

Remontamos la pendiente, cada vez más pronunciada, que asciende dirección suroeste en medio de un sombrío y tupido bosque, donde se encuentran escondidos unos caballos entre la maleza y algo de niebla.
Vamos atajando, procurando no perder de vista los hitos y las marcas rojas y blancas de la GR que, muy diseminadas por el camino, van guiando nuestros pasos.
Caminamos a través de sendas poco definidas que se entrecruzan en una ascensión prolongada en medio de un bosque salpicado de pinos, hayas.. y que debido a las últimas lluvias están muy resbaladizas. Nos conducen sin pérdida alguna al singular paso de Atxuri, un estrecho sendero excavado en la roca con una espectacular caída hacia el abismo, que en este momento no vemos por las nieblas que hay en el valle.
Tras cruzar este contrafuerte rocoso y superar un tramo final de ascensión nos encontramos en el portillo de Atxuri, el cual nos regala unas bonitas vistas del Gorbea, loma a la izquierda,  y su fiel centinela, el rocoso Aldamin. Es el momento de disfrutar contemplando toda la belleza que nos rodea por los cuatro costados, hacia el valle, las nieblas parecen estar en plena ebullición.

Nuestro siguiente objetivo es el collado Aldamiñape, situado a 2´1 kilómetros de distancia del portillo de Atxuri, según un cartel de madera allí situado. Para ello giramos a la derecha, siguiendo una senda que discurre paralela al cordal, para poco después desviarse ligeramente hacia la izquierda y comenzar a ascender en dirección a los refugios de carácter privado, como el de Lexareta, cementos Lemona o el de Aguiñeta (junto a él hay un tejo centenario),  que se divisan a los lejos, bajo la pared rocosa del Aldamin.
Seguimos las marcas rojas y blancas de la GR- 12, esparcidas por las rocas. Nos conducen   bordeando los refugios y también con ayuda de hitos de piedras.



Estamos en la ancestral majada pastoril de Aldamiñape, a 1.005 metros de altitud, un mágico lugar protegido por pastos, algún haya y enormes bloques de piedra caliza desprendidos del Aldamin donde se encuentran vacas, caballos y cabras reunidos, pero no mezclados. 

Izquierda. Gorbea
Derecha. Aldamin.
Las peñas del Aldamin las vemos sobre nuestras cabezas, debemos ladearnos hacia la izquierda por la parte alta del barranco de Dulau. Más adelante, la senda evidente toma giro hacia la derecha para superar un fuerte repecho y llevarnos hasta el collado de Aldamiñospe (1.376 m). A nuestra derecha se alza la afilada loma rocosa del Aldamin y a nuestra izquierda la ladera herbosa del Gorbea.

Ya sólo quedan unos metros. Subiendo en su base se sitúa un pluviómetro. La niebla envuelve el valle y nos da unas fabulosas fotos. Superamos el último tramo que nos separa de la cima haciendo parada en la fuente de Gorbeagañe para hidratarnos y recuperar fuerzas para hacer cumbre.



Nos sacamos las fotos de rigor debajo de la inmensa cruz del Gorbea, la imagen de la virgen de Begoña y el vértice geodésico. Y miramos la mesa de orientación, que nos permite situar todos los montes que rodean al Gorbea. Comemos mirando el espectáculo de nubes y el sol que se va imponiendo.
E iniciamos el descenso para regresar al puerto de Barazar por el mismo camino por el que habíamos subido. Se nos hace un poco larga la vuelta desde el humedal de Saldropo al puerto, que es una pista cementada. Es mejor salir desde Saldropo, donde hay aparcamiento. Una bonita excursión al corazón y al alma del Gorbea.
En nuestra bajada observamos el Amboto, cima emblemática para los montañeros.

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