Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

sábado, 22 de noviembre de 2014

LAS CUNAS ( 1.406 m.), ARCO DE SIGISMONDI y CARRERÓN DEL DIABLO.

POR LA CARA SUR DEL MORRÓN DE ESPUÑA


FICHA TÉCNICA-
Día: 22/11/2014
Participantes: Vicente y 
Julián  . 
Tiempo estimado: 5 horas y media.
Distancia: 12 km.
Dificultad: Alta, por el desnivel y hay alguna trepada.

Punto de inicio: Desde la autopista A-7/ E 15 dirección Granada. Tomar la salida 620 en Totana por la RM 502 dirección Mula. Hay que pasar Aledo y, luego coger la carretera a la derecha que lleva de las Alquerías al Collado Bermejo. Paramos antes, en el Collado del Pilón.
Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8310600

ITINERARIO:
Collado del Pilón - Cima de Las Cunas - Centro de Vigilancia Sanitaria de Fauna Silvestre -Mirador de Collado Bermejo - Arco de Sigismondi - Carrerón del Diablo - Casa y Fuente de la Carrasca - Collado del Pilón.


Sierra Espuña está situada en Murcia. Pertenece a la Cordillera Bética y se encuentra en los municipios de Alhama de Murcia, Totana, Aledo y Mula. Encontrándose dentro de la Cuenca del Segura. Sierra Espuña posee 17.804 hectáreas y más de 25.000 contando con el conjunto montañoso. A finales del siglo XIX toda la sierra se encontraba en un estado ecológico lamentable, con la pérdida casi total de toda su cubierta vegetal, presentando graves procesos de desertificación.En 1.889 el ingeniero forestal Ricardo Codorníu acometió la tarea de toda repoblación forestal de toda la sierra. En el año 1931 fue declarada de interés cultural, y en el año 1992 fue protegida como Parque Regional. También está catalogada como zona de especial protección para las aves (ZEPA) y lugar de importancia comunitaria (LIC).

La Peña Soleada.

La especie arbórea que predomina es el pino carrasco, a excepción de las zonas más altas donde predominan el pino laricio y rodeno. También se encuentran, aunque en menor medida, carrascas, quejigos y arces de Montpellier. En las cumbres, la vegetación destaca por su adaptación a condiciones meteorológicas extremas y viene representada por el piorno azul y la sabina mora. Y en los valles abundan los chopos, madreselvas, enebros, lentiscos, coscojas....


RUTA:
El punto de inicio es el collado del Pilón. Dejamos el coche justo en el aparcamiento que hay enfrente del mirador que tiene el mismo nombre que el collado.
Este paraje nos asoma a la parte suroeste de la Sierra de Espuña. 
Está situado en la subida de las Alquerías al Collado Bermejo a mitad de camino, a una altura de 1.065 metros. Desde aquí se puede observar el Barranco de Ballesteros, la zona de las Alquerías, la población de Aledo con su majestuosa Torre del Castillo y, al fondo, la Sierra de la Tercia. Por la parte Norte, podemos ver el pico de Pedro López y, al Oeste, el Cerro de los Albaricoqueros. Un bonito enclave.



Comenzamos la ruta por el cortafuegos, que se aprecia desde el mismo mirador, a la derecha, en subida, dejando la carretera a nuestra izquierda. Vamos en dirección a la cumbre de Las Cunas. Siguiendo esta senda que a veces va por el mismo cortafuegos y otras veces junto a él, llegamos a una bifurcación, la rama que sale a la derecha (que no tomaremos), baja por el Barranco de Ballesteros hasta el área recreativa de Las Alquerías. Nosotros en la bifurcación tomamos la senda de la izquierda y justo al pasar este cruce, nos encontramos con el cortafuegos, en este punto, dejamos dos sendas (Una que para adelante y otra a la derecha) y giramos por el centro, para subir por el citado cortafuegos. 
Seguimos por él hasta llegar a una zona rocosa donde se puede ver alguno de los puntos rojos e hitos que marcan esta senda. La seguimos y nos lleva hasta la cima de Las Cunas, a 1.406 metros. 


Pega el viento. Las vistas son preciosas, los pinos forman un gran manto verde a nuestros pies, aunque el día está cubierto de una ligera nieblina que difumina el horizonte y las siluetas de las montañas vecinas.

Después de la foto de la cumbre y disfrutar de las vistas que nos ofrece hacia la Peña Apartada, el Morrón de Espuña, al alcance de la mano, volvemos por el mismo sitio. De nuevo en el cortafuegos, a bajar la primera pendiente fuerte, nos encontramos un hito que nos marca una senda a la derecha. 

Hemos subido por la senda de la izquierda. Tomamos esta senda de la derecha que nos baja hasta el Collado Bermejo. 
Andamos por la carretera que sube hacia el Collado Mangueta, al poco, junto al transformador de la luz, nos salimos de la carretera para coger un antiguo camino que nos evita un buen trozo de asfalto. 
Una vez en la carretera, la cruzamos y seguimos por el camino que traíamos que tiene continuidad al otro lado de la carretera. Este camino va por encima y paralelo al camino forestal de la Carrasca. Cuando estamos más o menos enfrente de Peña Soleada ( se le llama a la cara sur del Morrón de Espuña), giramos a la derecha y encontramos unos hitos que siguiéndolos, nos suben hasta la base de ella, en la vertiente Sur del Morrón de Espuña.


El desnivel de la cuesta es muy exigente y con mucha piedra suelta.
Estamos situados en la base de esta anaranjada peña, la bordeamos por su parte izquierda para llegar al famoso arco de Sigismondi. Es impresionante. Hasta que no estás encima de él no se ve. 

Esta formación rocosa, es un capricho de la naturaleza. No se advierte desde ningún punto cercano o lejano, solo se aprecia cuando estás prácticamente a sus pies. Está muy bien camuflado, pero es muy agradecido para las fotos. Es muy fotogénico. 
Desde este mirador natural se observa el Pedro Lopez. 



Arco de Sigismondi.

Una vez hechas las instantáneas de rigor y disfrutar de la tranquilidad del paraje, volvemos bajando la pedriza, pegados a la pared que nos facilita el andar, hasta llegar a un canal que bajando se nos queda a la izquierda y que tomaremos para cruzar hasta el otro lado de Peña Soleada, pasando por su espalda. 
Esta canal se denomina el “Carrerón del Diablo” o “Callejón del Diablo”, una estrecha grieta ascendente que separa Peña Soleada de las paredes que forman la base del Morrón de Espuña. Sin lugar a duda un sitio singular y espectacular, por el encajonamiento, por sus altas paredes y por sus trepadas.
Ascendiendo el Carrerón del Diablo, hay que superar dos trepadas no complicadas, pero hay que ir atentos. Una vez arriba, hay un destrepe en el que hay que extremar las precauciones. Resulta un lugar irrepetible, con paredes de roca colosales.

Cuando sales de este destrepe, solo queda bajar la pedriza que queda a nuestros pies. Antes de comenzar el descenso paramos a comer.
Hemos disfrutado de la ruta y hay que saborearlo.
La bajada hay que hacerla despacio, porque existe mucha pedrera, siguiendo los hitos que nos llevan hasta la pinada. En un poco tiempo te sitúas abajo, en la base del acantilado.


Acabada la pedriza, seguimos bajando monte a través hasta llegar a la pista forestal del Pinillo, desde el que partimos.

En el camino giramos a la derecha para llegar a la casa forestal de La Carrasca que está en ruinas. Existe en sus paredes una inscripción en la que se recuerda una gran nevada que hubo en esa zona hace ya muchos años, ahora cada vez cae menos nieve, una lástima. 

Cuando a la izquierda sale la desviación del camino que llega hasta La Carrasca, lo tomamos y vamos por él hasta el ultimo tramo de la tubería, donde abandonamos el camino y atajamos, llegando a la misma casa y fuente de La Carrasca. Un rincón entrañable donde encontramos a un grupo de montañeros reponiendo fuerzas.

Paramos a beber esta refrescante agua, y admirar la cantidad de arbolado de tonos amarillos, naranjas y ocres que se encuentran en sus alrededores. 

Solo nos resta seguir por esta pista forestal unos tres kilómetros, para volver de nuevo hasta el Collado Pilón donde empezó y termina esta ruta. La Peña Soleada se despide de nosotros con un guiño de complicidad.

jueves, 20 de noviembre de 2014

DE ASPE POR EL TARAFA Y VUELTA POR EL BARRANCO DE LOS OJOS

RÍO TARAFA (ASPE) - CASTILLO DEL RÍO - BARRANCO DE LOS OJOS - TÚNEL DE UPANEL-CASA UPANEL-RÍO TARAFA (ASPE)


FICHA TÉCNICA-
La ruta en puntos verdes. El resto por el curso del  Tarafa.
Día: 20/11/2014
Participantes: Julián y Lourdes.         
Tiempo estimado: 4 horas.           
Distancia: 18 km.                     
Dificultad: Media.                   
Como llegar: Desde la A-7 en Elche buscar el cruce para tomar la  CV 84 dirección a Aspe, recto. En la salida primera a Aspe se continua recto, pasando un puente. En un kilómetro una entrada nos indica a Aspe. Girar a la derecha. Rectos hasta encontrar un puente. Giro a la izquierda para aparcar
en la Bodega Ignacio Prieto.
Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8296058

ITINERARIO:
Aspe - Río Tarafa - Rafa Perceval - Camino de Quincoces - CV 847-Km 2,  hacia Alicante - Paraje de la Puntica - Castillo del Río - Molinos - Caseta y presa de Pavia - Barranco de los Ojos - Puente de los 5 Ojos - Cantera - Minas - Túnel de Upanel - Casa Upanel - Acueducto del Hondo de las Fuentes - Manantial la Rafica - Azud la Rafica - Castillo del Aljau -Puente de Ramón Berenguer.


El castillo del Río se encuentra a 3 kilómetros de la localidad de Aspe, (Vinalopó Medio),es un recinto amurallado sobre un montículo denominado "Tabayá" cerca de la confluencia del río Tarafa con el río Vinalopó.
El Castillo del Río de Aspe, la almorávide fortaleza del primer tercio del siglo XII, constituyó el primer núcleo de asentamiento conocido como "Aspe el Viejo". Un poblado que fue abandonado a su suerte en el último tercio del siglo XIII con la conquista cristiana y el éxodo de la población al moderno asentamiento en llano del "Aspe el Nuevo",hace 900 años.
El recinto amurallado, formado por 12 torreones, carece de torre del homenaje y se encuentra actualmente semiderruido. A pesar de ello, se conservan lienzos de murallas y la base de varios de sus torreones. Las distintas investigaciones que se han llevado en él, debido a su gran importancia arqueológica, nos dejan ver excavaciones gracias a las cuales el visitante puede hacerse una idea de lo que debió ser aquel recinto, construido en su base en mazonería, y a partir de 1,5 metro de tapial y cantos rodados. En él se encontró uno de los dos únicos arados árabes hallados en toda España y que actualmente se encuentra expuesto en el Museo arqueológico provincial de Alicante (MARQ). 


RUTA:

No sabemos con exactitud donde empieza la ruta. Así que con buena suerte entramos en Aspe y girando a la izquierda, al lado del puente de Ramón Berenguer, vemos una barandilla de madera que baja hacia el cauce del río Tarafa. 
Aparcamos al lado y bajamos el sendero acotado por una barandilla. En principio debemos ir hacia la derecha, pero enseguida un pequeño puente nos sitúa en la orilla derecha del río. 
La zona tiene vegetación y arbolado muy frondosos, incluso se siente frescura en este tramo del río por la abundancia de álamos negros, chopos y sauces. Lo sorprendente es que no tienen las hojas amarillas a pesar de que estamos en noviembre y es otoño. 
Gran trabajo el que ha hecho el Ayuntamiento de Aspe para adecentar la zona y que los vecinos puedan pasear y hacer deporte. Un ejemplo a seguir.
Nos dirigimos a la izquierda, en el sentido que baja el agua del río, queremos ver el castillo del Río y volver por el paraje de la Coca. Pero también es una buena opción subir a la derecha hacia las fuentes del Tarafa.
En este tramo, el río lleva agua y vemos grullas, algún pato y mucha vegetación. El paseo está en perfecto estado, un buen pulmón de la ciudad de Aspe.
En poco tiempo llegamos al Rafa del Perceval, pequeño embalse o azud. Está rebosante de agua. 

Continuamos el paseo ya más soleado, el arbolado se convierte en cañizo y juncos y el sol calienta.
Desde este sendero se puede observar la sierra del Cid, a nuestra izquierda,  y la del Maigmó, enfrente.
Llegamos a un cruce y nuestro track termina. A la izquierda está marcada la ruta hasta San Pascual Bailón. Nosotros continuamos de frente, a pesar de que el GPS no ve sendero.
Un pequeño trecho y debemos dar la vuelta, el carrizo invade el cauce del Tarafa.
Retornamos a la intersección y tomamos dirección diestra. Por la partida de Quincoces vamos avanzando entre casitas de campo y viñedos, es un camino asfaltado que nos saca hasta el kilómetro 2 de la CV 847 de Aspe a Alicante.
Giro a la izquierda para transitar algo más de un kilómetro por el arcén de la carretera.
Sobrepasamos a mano derecha un acueducto, y pasamos por debajo del puente del AVE. Aquí cruzamos la carretera para encontrar en la curva un mirador en el paraje de La Puntica, hacia el Castillo del Río, siglo XII. Está situado en el antiguo asentamiento de "Aspe el Viejo" . Quedan pocos muros de él, pero su imagen altiva encaramado a una peña nos sorprende.
Un poco antes de la carretera, el Tarafa  ha tributado sus aguas al Vinalopó. Paralelo al río hay un pequeño camino que nos muestra el tupido carrizal, que impide cualquier paso de una orilla a otra y la visión del agua embalsada. 
Vemos el poste señalizador del PR V 242, que recorre el paraje de la Coca. Se puede tomar a la derecha hacia Aspe o continuar.
Tomamos está última vía, queremos ver si hay un puente que cruce el Vinalopó.
Enseguida surge a la derecha el otro ramal del PR V 242, a la derecha, lo volvemos a obviar. Estamos conociendo esta margen superior del río Vinalopó que no habíamos andado nunca.











Continuamos por una zona donde es más fuerte el murmullo del agua e incluso se ve que baja estrepitosamente, y sobrepasamos las ruinas de un antiguo molino, conserva las paredes de un canal que llega hasta la construcción.
Rectos por la margen derecha del Vinalopó volvemos a encontrar las ruinas de una casa o molino, a nuestra derecha, estamos en la zona de la Colmena. 
Proseguimos para llegar enseguida al tramo más angosto del río, a nuestro lado quedan unas escaleras de piedra y enfrente, en la otra orilla del río, una antigua torre que sobrevive de la Caseta y presa de Pavia. Aquí habría un puente de paso entre ambas márgenes. Hoy inexistente.
Desde este punto, el cauce del río se amplia, formando un inmenso campo de cañizos que lo cubren todo. Ya vemos que el paso ahora es imposible.
Ha llegado el momento de buscar la vuelta a Aspe, hacia la derecha hay un camino. Cuando giramos vemos el resto de una construcción para la conducción de agua, estamos en el PR CV 169,  en el Barranco de los Ojos.
Bajamos por el interior del barranco, que conserva un pequeño bosque de tarays o tamarix, y una pinada, a ver el puente de los 5
Ojos, desde su base, para sacar unas fotos. Conforme lo tenemos a la vista decidimos progresar por el centro del barranco e ir a buscar el Túnel de Upanel, del que hemos oído hablar pero que desconocemos donde se encuentra, salvo que está cerca de la Casa de Upanel, a la aventura. 
Pasamos por debajo del puente, y progresamos con rapidez para situarnos debajo del puente del AVE, que también cruzamos por debajo, viendo los enormes pilares que lo sostienen. 
Es un recorrido muy sencillo, muchas marcas de huellas de bicicleta, y también para nuestra sorpresa marcas blanca/amarilla de algún antiguo PR olvidado. Perfecto.
Primero, caminamos por terreno abierto, y más adelante, entre escarpadas paredes que estrechan el barranco. En algún tramo queda alguna poza de agua. 
Este paraje ha sido lugar de extracción de arcillas para las tejeras y yesos (algeps) destinados a la construcción, había minas. De ahí su paisaje de colores rojizos. 
La temperatura en el cauce es estupenda, vamos casi todo el rato por el sombrio. Hay algún bosquete de tarays o tamarix, y arbustos. Es un sendero muy sencillo para cualquier persona. 
Solo antes de salir del barranco ha habido un derrumbe y nos obliga a trepar un poco, pero sin peligro ni dificultad. Desde aquí se cierra el cauce con arboles y maleza y debemos subir hasta una explanada.
A la derecha continuamos un buen rato, viendo la urbanización que pasamos el otro día por el PR CV 169. 
Llegamos a una tribifurcación y sin señales. Hay que ir a la derecha, para subir en el primer desvío por la izquierda hacia una cantera de roca roja y una vez en su base, el camino se cierra,  girar a la derecha. Hay pinos y mucha vegetación, abunda el esparto.
En menos de un kilómetro tenemos un hito de piedra a nuestra izquierda que nos lleva al sorprendente Túnel de Upanel, para los de Aspe de sobra conocido. Nosotros lo acabamos de descubrir, está excavado en la roca, se ve al fondo una pequeña luz, pero tiene bastante longitud. Nos sitúa al lado de la Casa de Upanel.




Entroncamos con el PR CV 169, giramos a nuestra derecha, vamos por un camino de tierra y luego uno asfaltado. 
Se suceden pequeñas casitas de campo, con perros vigilando las puertas y llegamos por la Calle Cantal hasta las afueras de Aspe. 
En una curva nos desviamos a la izquierda para bajar casi rectos para retomar el sendero del Tarafa por su parte más alta. Primero por un camino, después al lado del cementerio, y de la Guardia Civil hasta salir al acueducto de piedra donde enlazamos de nuevo con la rambla del río.
Solo nos resta para acabar nuestro paseo ir primero al lado del cauce seco con enormes piedras.
Para más adelante llegar al azud de la Rafica, rincón frondoso y con un pequeño lago de agua embalsada. Solo nos queda contemplar los vestigios del Castillo de Aljau y por la ladera del río atravesar por debajo del puente Ramón Berenguer, giro a la izquierda, para llegar hasta el coche. 

Interesante ruta, a pesar de que llevamos varios días con el GPS conociendo esta zona, todavía hemos encontrado varias sorpresas que nos han alegrado el día. Muy recomendable. 

domingo, 16 de noviembre de 2014

TRAVESÍA SERRELLA-AITANA (2)

1ª ETAPA

POR EL CORDAL DE AITANA: COVETA DE L'ALT- AITANA - PEÑA ALTA - ALTO DE TAGARINA - PENYO MULERO


FICHA TÉCNICA-
Día: 16/11/2014.
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 7 y media.
Distancia: 24 km.
Dificultad: Alta, por la distancia.
PR CV 22 y 9.
Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8291149 Travesía completa.
             
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8304546- Ruta del 2º día.

ITINERARIO:
Confrides - PR CV 22 - Corral de l'Assegador - Finques la Folla, el Pou y el Farrungo - Casas de Aitana - Font de l'Arbre - PR CV 20 - Collado de l'Arbre - Coveta de l'Alt - Coll Ventisquer - Aitana (1.557 m.) - Simas de Partagat - Penya Alta - Alto de Tagarina - Bajada por el Runar - Collado de Tagarina - Peñón Mulero - Mal Passet - Font del Molí - Benimantell.

La sierra de Aitana es un conjunto montañoso que forma parte del Sistema Bético, en su extremo más oriental dentro de la Península Ibérica. Está encuadrada en el norte de la provincia de Alicante, en una disposición Este-Oeste. El pico de Aitana, cumbre de dicha sierra, es a su vez la cumbre de la provincia, con 1.558 msnm. Hay que destacar que en su cima se encuentra una base militar con las antenas de EVA. La cara norte da al Valle de Guadalest que está rodeado por un excepcional decorado de montañas. Al Norte hay una muralla compacta formada por las sierras de la Serrella y Aixortà, y al Sur está el Puig Campana, el Ponoch. A Poniente, en la cabecera del valle, las sierras de Aitana y Serrella se unen en el Puerto de Confrides o de Ares (966m), paso natural entre las comarcas de l’Alcoià y el Comtat hacia la Marina Baixa. Muy cerca nace el río de Guadalest. 






















Un total de nueve pueblos se sitúan en las inmediaciones de la sierra: Alcolecha y Penáguila, al noroeste; al norte, y en el Valle de Guadalest, se encuentran Confrides, Abdet, Beniardá, Benimantell, Benifato y Guadalest; finalmente, en el límite sur de la sierra, aparece Sella. Todos estos municipios se encuentran en las comarcas de la Marina Baja.

En la sierra podemos encontrar numerosas fuentes que, desde siempre, han contado con una gran estima por la calidad de sus aguas, como las de Partagat (Benifato), la de l'Arbre (en Confrides), o la fuente más alta de la provincia, la Font de la Forata, a unos 1400 msnm. En las cercanías de algunas de estas fuentes se han instalado mesas y bancos para los numerosos visitantes que acuden en busca de tranquilidad y descanso.



RUTA:
Salimos el domingo a las 8 horas, después de desayunar en el encantador hostal el Pirineo. Gente amable. 
Cruzamos la carretera y entramos en el pueblo, pero enseguida una señal nos indica que debemos girar a la derecha para subir al la Font de l'Arbre. El trayecto es un poco pesado, es asfalto, y en cuesta. Poco a poco vamos remontando el barranco haciendo la digestión. Vemos al fondo las antenas de Aitana.  
Al abandonar las últimas casas de Confrides se ven  a nuestra izquierda unas preciosas estampas del pueblo, el valle y la Serrella como telón de fondo. De frente una afilada cresta donde está situado el Castell de Confrides, barajamos bajar por allí, pero luego cambiamos de idea.
Vamos ascendiendo curva a curva. Nos pasan coches que van hasta la Font de l'Arbre, eso es de tramposos. Bueno, cada uno hace lo que puede, nosotros no tenemos coche disponible.
La serpenteante carretera es una buena opción para acortar este tramo en coche, y después recorrer los senderos de la sierra y olvidarse del asfalto. Igual que la de subida a la Font de Partagat.
El día está como ayer, ventoso. No demasiado, pero para ir por las cimas un poco desagradable. De temperatura un poco más frío, tal vez será porque hoy vamos hacia la cara norte de la sierra, siempre más umbria. No nos sobran los polares a pesar de que vamos en ascenso.


Caminamos entretenidos en mirar hacia nuestra derecha el trayecto que hicimos ayer: la Mallá del Llop, el Pic de Serrella y el Pla de la Casa.
Sobrepasamos una casa de campo medio en ruinas con  una huerta con almendros, es el Corral de l'Assagador.




Continuamos nuestra marcha deteniéndonos a sacar fotos en cada rincón. Sin prisas, disfrutando de la mañana.

Avanzamos viendo a nuestra derecha una plantación de caquis. Están recogidos, solo quedan las hojas naranjas/rojizas que nos indican el otoño. Es una casa arreglada hace poco y pone un cartel que dice: Finques la Folla el Pou y el Farrungo.
Ahora tenemos una vista abierta a la sierra de Aitana, pero el sol nos da de cara. Está encima de las antenas de la TV y las fotos en esa dirección no nos salen muy bien.

Progresamos con más rapidez porque ya hemos sobrepasado las rampas más exigentes y nos encontramos en una pequeña explanada.
Se intensifican los tonos otoñales en las laderas de la sierra donde crecen arces, que contrastan con las hojas perennes de tejos, pinos.. Y en el valle, donde están los riachuelos con los chopos de hoja caduca refulgentes de colores amarillos, ocres, naranjas....
Por el camino llegamos hasta la Font de l'Arbre, ¿que le han hecho?. Incomprensible, la han cerrado dejando un caño grande para el sobrante. No se si será posible volver a beber agua en esta fuente.

 

Salimos por el PR CV 20 en dirección a la sierra, enseguida tenemos un acorce estrecho que nos evita una curva de la pista.


Mirando el track de subida a Aitana, por el paso del Ventisquer, que desconocemos y por donde nos hace ilusión ascender a la sierra. 
Encontramos en una brusca curva a la izquierda, a nuestra derecha una piedra y pintura roja, ¿aquí?? No, más adelante. Continuamos pero no se ve exactamente donde va la ruta así que nos internamos campo a través a buscar la señal. Nos colocamos pegados a la pared. No, más a la derecha. Tenemos que descender un trecho y aquí sí, dice el track, al lado de un pequeño tejo, ¡pues arriba!. Pero a medio camino se cuelga. Vamos a bajar de nuevo y dejar al satélite trabajar. Volvemos a subir y lo mismo. ¿Será el frío? Decisión unánime, plan B. Vamos a buscar el hito con punto rojo y seguirlo.
No vamos a subir por unas rocas sin hitos ni marcas ni GPS, hay tres canales diferentes y no sabemos cúal es, otra vez será. Igual son las pilas, dicen que si hace frío necesita unas de litio, las cambiaremos...    

























Desandamos hasta la pista del PR y retrocedemos hasta la curva. Desde la roca con el punto rojo surge una senda muy marcada y muy sencilla. Con múltiples señales serpentea entre hierba y piedra.






Perfecto. Sencilla subida que no habíamos usado nunca, pero que permite en un día de nieve ascender sin ningún problema hasta la cima, sin peligro de que se hayan formado hielos como en el paso de la Rabosa o en el de la Font de la Forata y no digamos en la subida desde el Forat.
Llegamos al Coll de l'Arbre, sopla el viento y nos ponemos bufandas para proteger las gargantas.
A nuestra derecha, la Moleta d'Aitana, y a la izquierda, toda la crestera, con las antenas como enormes guías de referencia del trayecto, que es el camino a seguir.
Las panorámicas a la Serrella y toda la crestería que ayer recorrimos son fabulosas. Desde la brecha que nos bajó hasta el Port de Confrides o Rincón de las Mermeladas, como se llama ahora, a la derecha el Pla de la Casa, altura máxima de la sierra, y el Pic de Serrella y la Mallá del Llop, para, a continuación, ver toda la crestera del barranco de la Canal, donde a pesar que desde aquí pueda parecerlo, no es necesario hacer equilibrios sobre las murallas, se recorre por una sencilla vaguada entre dos crestas, bajando bancales separados por muros de piedra de antiguas huertas, abancalamientos.


Primero coronamos un pequeña colina, la Coveta de l'Alt (1.428 m.), para a continuación ir atentos para intentar descubrir el paso directo al Coll del Ventisquer desde la base de Aitana. Aquí arriba no hay hitos ni pinturas tampoco. Será por ahí, o un poco más adelante.
Continuamos disfrutando del sendero. Encontramos unos hitos de bajada, parece un azagador antiguo y fácil de subir. No lo conocemos.

Y llegamos inexorablemente a las puertas de las antenas de Aitana. Al principio, las verjas las sobrepasamos por la izquierda, pero cuando parece que vamos demasiado cerca de los acantilados, con viento fuerte, nos giramos hacia la derecha para recorrer la verja por la cara más al sur.
Es un poco más largo pero se rodea el vallado fácilmente.
Las instantáneas que sacamos del Puig Campana son incontables, luce majestuoso con la brecha de Roldan que lo hace inconfundible. Una sierra emblemática en Alicante, por la dureza de su subida y la belleza de su alto porte pétreo tan cerca del mar.
A su lado descubrimos la isla de Benidorm y al fondo el mar.
Vamos dejando atrás las antenas y pasamos al lado de la senda de bajada directa a la Font de la Forata, bonita y sencilla ruta de acceso a la cima de Aitana.











Foto en la cima de la provincia de Alicante, la que se puede pisar, porque el vértice geodésico más alto se encuentra dentro de la valla y nos debemos conformar con sacarle fotos. 
Objetivo cumplido del fin de semana montañero, con las dos cimas más altas, de Aitana y de la Serrella, en la mochila.


Reemprendemos la marcha decidiendo que no bajamos por la Font de Forata, ni por el paso de la Rabosa. Iremos hasta el que creemos se llama "Portet de l'Arc o de Sella" (según Toni Cama), después de bajar del Peñón Mulero.
Descendemos hasta las simas de Partagat, deteniéndonos a observar su belleza, pero no se puede acercar mucho, da vértigo.
Afrontamos la subida que tenemos enfrente y poco a poco vamos obteniendo panorámicas a la cima, las simas y la oquedad de la Peña Foradá. Maravilloso.

Mirador desde la Penya Alta.

























Vamos tropezando con gente que va en dirección opuesta. Hoy es domingo y hay caminantes por la sierra, pero sin masificaciones.
Después de coronar la Penya Alta (1.505 m.) el sendero es un continuo sube y baja, pero sin grandes desniveles.
Un pequeño grupo está situado en uno de los preciosos balcones reponiendo fuerzas, menudo comedor tan elegante. 
Vamos a parar a comer, en el Alto de Tagarina (1.434 m.). Hay que reponer energías antes de afrontar esa última pendiente para ascender al Penyó Mulero.
La casualidad hace que nos sentemos justo en una bajada por el runar, eso nos dice el muchacho de Benimantell. Nos comenta que para bajar por esta pedrera hay que ir ladeándose hacia la pared, que es donde se encuentra la pedrera. Y al comentarle nuestro plan de bajada nos dice que se llama el "Cortat de Boges", un segundo nombre que se añade al de "Mal Passet" que nos da el dueño del restaurante La Montaña algo más tarde.
Las vistas de nuestro comedor son a la Serrella, Penyó Rapel, Castell de Confrides, la Font de Partagat y a todo el valle de Guadalest.
Reemprendemos nuestra ruta después de haber visto desaparecer al muchacho y su perro como una exhalación por la pedrera. Nosotros, continuamos por el cordal ya en terreno llano y enseguida en pronunciado  y delicado descenso hasta el Collado de Tagarina. Encontramos señales del PR CV 10 que une Sella con Benifato. Nosotros solo paramos a quitarnos el polar y cruzamos rectos este camino para encaminarnos hacia el ascenso del último pico del día.

Con la ilusión de coronar y sin pensar demasiado en el esfuerzo nos situamos en la antecima y enseguida en la cima del Penyo Mulero (1.306 m.), marcada por un gran hito de piedras. Otra maravillosa atalaya para contemplar toda la Marina Baixa.

Las panorámicas hacia el Puig Campana, Peñon Divino, Ponoch, Cabeço d'Or, Bernia, Ferrer, Ifach... son interminables e indescriptibles. 
Penyo Mulero desde abajo.
Desde el hito, el Penyo Mulero no tiene un aspecto muy agreste, más bien parece una pequeña colina, pero cuando nos colocamos debajo se ven sus acantilados rocosos.



Continuamos con nuevos bríos nuestra senda para descender un buen trecho, bastante tortuoso por la piedra que debemos sortear, pero en bajada todo cuesta menos. Así que enseguida llegamos al paso de los tres nombres, ¡por ahora! Si alguien tiene la respuesta correcta le agradecería su ayuda.


Vemos una zona con mucho tomillo florido y paramos a contemplar el paisaje y recoger unas hierbas. Después de comer son muy digestivas.












El nombre de este paso es una incógnita para nosotros, pero no por no saberlo, sino por saber demasiados. Mal Passet, Cortat de Boges o Portet de l'Arc  o de Sella. 
Pero el paso es precioso.








Se llame como se llame te descabalga de la crestería de la sierra de Aitana sin precipicios ni dificultades. Otra buena alternativa para días nevados y subir con toda la tranquilidad a pisar nieve en la sierra.


Nos internamos en la umbría de Aitana y los arces se suceden en su ladera. Tienen unos tonos brillantes que nos hacen disfrutar de cada paso que damos. Atravesamos por debajo del Penyo Mulero, que desde aquí tiene un aspecto agreste, montañoso, con roquedos y llegamos hasta un primer cruce que desechamos, no por ganas de alguna, pero Julián con buen criterio dice que el camino acaba en la casa y que hay que buscar el siguiente. Se llama intuición montañera.
Andamos un pequeño trecho para encontrar la siguiente bifurcación, si la tomamos en dirección izquierda llegaríamos a Casa Soliguer y desde allí a la Font de Partagat. Vamos a la derecha por una pista ancha y cuando realiza un giro brusco continuamos rectos por la pista principal.
Es un camino monótono, esperaba senda. Primero, un pequeño bosque de pinos, y luego, cruzamos campos de almendros, olivos, que mediante zigzags nos van aproximando a Benimantell. 
Tenemos de frente la Serrella y miramos por donde subimos el día anterior.
En poco tiempo, menos del planeado, pero como no tenemos confusiones, a pesar de que no llevamos track marcado en el GPS, damos varias curvas y llegamos a una zona habilitada como merendero, es la Font del Molí. Es la intuición montañera de Julián.
Un grupo está comiendo en una de las mesas, ya en el postre. Un buen sitio al resguardo del sol y del viento, con arbolado de nogales y chopos.
Durante principios del siglo XX esta zona fue lugar de encuentro de los intelectuales alicantinos como fueron el músico Oscar Esplá, el pintor Emilio Varela, el arquitecto Juan Vidal y el escritor Gabriel Miró. Actualmente es una area recreativa donde hay mesas para poder comer.
Nos paramos a beber agua en la Font del Molí y como parece que hay una valla a la izquierda salimos a la derecha para enlazar con el PR CV 9 que viene desde Sella . Está asfaltado. 
Nos dirigimos a la izquierda  para llegar en unos tres kilómetros entre casas de campo, y chalets al pueblo de Benimantell.
Un poco más de las 15:30 horas. Vamos a comer un arroz al horno. Menudo colofón para un fin de semana  perfecto.