Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

miércoles, 23 de marzo de 2016

SIERRA DE CREVILLENT. SAN CAYETANO (817 m.) Y LA MITJANA (647 m.)

SUBIDA DESDE EL PUERTO DE ALBATERA


FICHA TÉCNICA-
Día: 23/3/2016
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 3 horas.
Distancia: 10 km.
Dificultad: Media
PR CV 180110278
Como llegar: Por la Nacional 340 hacia Crevillent, atravesar el pueblo e ir hasta Albatera. En el segundo semáforo, una señal indica que a la derecha se va a Hondón de los Frailes. Tomar el ramal de la CV 873 y, en unos 8-9 kilómetros, se llega al collado de la Algüeda o puerto de Albatera.
Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=12660827


ITINERARIO:
Puerto de Albatera o Collado de la Algüeda - PR CV 180 - Barranco de la Cova - Mitjana - Casa cueva en ruinas - PR CV 110 - Barranco de San Cayetano - Collado de San Cayetano - San Cayetano - Cordal - Casa cueva - PR CV 180 - Mirador de Jaime el Barbudo - Torre eléctrica - Puerto de Albatera.

Hondón de los Frailes está situado en la vertiente Noroeste del Picacho de San Cayetano. Rodeado de montañas pertenecientes al Sistema Bético, el municipio yace sobre zona llana, terrenos fértiles bien aprovechados para cultivos dedicados a la uva de mesa, uva de vino, perales, almendros y olivos.

La vegetación autóctona está formada, principalmente, por pinos, encinas, coscojas, esparto y romero. El paisaje evidencia los orígenes agrícolas del municipio: tipo de cultivos, la arquitectura rural tradicional (casas de labor), corrales y, como no, los tradicionales muros de contención de terrazas agrícolas, primorosamente realizados con la técnica de la piedra seca.

RUTA:
Aparcamos en un lateral del puerto que separa Albatera de Hondón de los Frailes. A la izquierda de la carretera hay un panel indicador del PR CV 255 que transcurre por la cara Noroeste de la sierra de Crevillente, llegando hasta el pueblo de Hondón de los Frailes.
Nosotros estamos en la derecha y queremos afrontar la subida al Pico de San Cayetano. Desde este punto, la dejamos incompleta hace muchos años y hoy le ha llegado la hora. Pero, como estamos recién comidos, hemos pensado en afrontar primero la zona llana y después ya ascenderemos poco a poco.
La colina, con un transformador y una torre de luz, la vemos en lo alto. Nosotros tomamos un sendero que se ladea hacia la derecha. De frente, observamos otra pequeña colina, con desnivel, pero luego nos damos cuenta que esa no es nuestra ruta a seguir. Tenemos suerte. Hay una especie de pouet de cemento y un hito de piedras que señalan el camino hacia arriba. Lo descartamos, por ahora, es el de regreso. Nos vamos a la derecha.
Nos introducimos en una angosta senda, caminando tapados por los espartos, entre unos roquedos a nuestra izquierda, no muy altos, y un profundo barranco a la derecha. Vemos en la otra vertiente de la rambla el dibujo de otro camino. Ya cuando veníamos por la CV 873 nos ha sobrecogido ver la cantidad de precipicios y caídas verticales, pero, a la vista, los senderos estaban ocultos. Ahora vemos varios alternativos.


Nos vamos acercando a las estribaciones rocosas del Oeste de la Sierra de Crevillent y topamos con unas marcas blanca/amarilla. No lo indica, pero sabemos que es el PR CV 180 que baja del Mirador dirección a Albatera, por el Parque de montaña.
Lo tomamos hacia abajo, derecha. Tiene una buena anchura para caminar. Enseguida disfrutamos de unas vistas espectaculares de Monte Alto, a nuestras espaldas, de la Sierra del Picatxo o San Cayetano, la Mitjana; al Sur la Sierra de Callosa y Orihuela, y el mar, algo borroso entre las brumas vespertinas.

Apenas medio kilómetro para encontrar de nuevo las marcas amarilla/blanca, en un hito de piedras, y la señal cruzada de los mismos colores de frente. Brusco giro a la izquierda.
Iniciamos un suave descenso y, pronto,  se transforma en una senda estrecha en la que nos adentramos bajo las impresionantes y escarpadas paredes de la cara Oeste del Picacho, donde las erosionadas calizas presentan abundante grutas y concavidades, alternando con inmensos canchales, que se desploman hasta los profundos barrancos que le rodean.
La senda pasa al lado de un cauce seco, con grandes sifones. Nos pegamos bajo las paredes de San Cayetano y sobrepasamos un rincón especialmente frondoso, hasta una gran coscoja tiene entre sus habitantes. Y dando una curva salimos a una zona abierta con vistas a toda la Vega Baja, sus pueblos, sus aljibes, sus canales de trasvase, el humedal del Hondo...
Varios tramos en llano, invadidos por los espartos, caminamos rodeando la loma de la Sierra de Crevillent, disfrutando de cada paso, embriagados por el color de cada nube, de cada montaña, de cada precipicio... Y nos pensábamos quedar en casa.  A la espalda, el Monte Alto. 
De frente vemos el barranco de la Cova entre la Mitjana y el Picacho. 
Y casi sin darnos cuenta nos situamos en una encrucijada. Es un poste indicador del PR CV 180. Rectos llegaríamos al área recreativa de la Algüeda, a las puertas de Albatera.

Giramos a la izquierda para pasar un cauce seco y comenzar el ascenso del Barranc de la Cova. No es una pendiente muy pronunciada, pero hace calor. Antes soplaba el viento y lo disimulaba, pero ahora entre el Picacho y la Mitjana estamos embarrancados.
Tenemos unas impresionantes vistas de los peñascos que se desgajan de la sierra de San Cayetano. En la primera parte de la rambla el perfil de la Mitjana es herboso. Hay un cruce que se dirige a la derecha hacia el Parque de Montaña y andamos un pequeño tramo por la loma de la Mitjana pensando que igual es una subida alternativa por la cara Sur, pero parece que se aleja de la cima.
Regresamos al poste indicador y continuamos el ascenso por el Barranc de la Cova. En este punto, el perfil de la Mitjana varia, adquiere unas zonas rocosas por donde es poco probable que haya ascenso.



Continuamos por el sendero entre ambas hasta llegar a una zona en la cual quedan restos de paredes de piedra para el cultivo. Sobrepasado este rincón llegamos al cruce de ascenso a la Mitjana. No lo indica, es a la derecha. Primero, hay unos pocos pinos, pero estos desaparecen para dar paso a una subida entre matorral bajo que nos conduce hasta la cumbre de la Mitjana. Precioso mirador al Pico de San Cayetano. El viento sopla con bastante intensidad, pero no hace frío.




Volvemos sobre nuestros pasos, ya más cómodos en descenso. La vista del Picacho es fabulosa. Pero no son menos fantásticas las vistas del cordal de la Vella, el Rach y San Juri.
Y cuando llegamos a la encrucijada del PR CV 180 nos dirigimos a la derecha. 
Por un sendero llano pasamos al lado de una casa-cueva en ruinas. Precioso mirador al valle. En primer plano tenemos la ermita de San Cayetano. 
Al fondo, la Vella, la cumbre de la Campana, el Rach y el valle.
Llegamos a la intersección con el PR CV 110. Si fuéramos a la derecha, llegaríamos en pocos minutos a la ermita y área recreativa de San Caietà.

Giramos a la izquierda y siguiendo las marcas blanca/amarilla caminamos con fabulosas vistas de frente a dos peñas desgajadas. La cumbre se sitúa en la más lejana, de la izquierda.
Con esfuerzo, por el desnivel, afrontamos el último repecho.  Por la falda de los riscos nos van ladeando hacia la derecha para llegar el Collado que separa las cimas de San Juri ( a la derecha), de la de San Cayetano (a la izquierda)
Nos dirigimos por esta última, entre un pequeño bosque de pinos, para ascender suavemente hasta ver a nuestra izquierda un mirador. Parada para contemplar toda la Vega Baja del Segura, el Hondo, el mar...
Y mirando a la izquierda, se puede ver San Juri y las antenas de la Vella, la cumbre más alta de la Sierra de Crevillent.
Después de la "paraeta", continuamos por el sendero bien definido para llegar a la cumbre rocosa de San Cayetano. Algo más de 800 metros que nos permiten tener unas panorámicas espectaculares. 

El paraje es agreste y de gran belleza con cortados y paredes que caen en vertical.
Hacia el Sureste, tenemos todo el cordal de la Sierra de Crevillent, el mar, el Hondo, la sierras de Orihuela y Callosa y Monte Alto. Hacia el  Norte, destaca la sierra de la Pila y de la Cava, del Reclot, del Carche, de Salinas..... 
Sopla demasiado el viento, así que foto de cima, un momento de contemplación y bajando a buscar la protección.
Enseguida que salimos de la gran leja de piedra, cúspide de la sierra, cambiamos el rumbo hacia el Oeste, por su cordal. No sabíamos ni que existía este itinerario. Siempre hemos subido y bajado por el mismo sitio. Tan cerca y tan desconocida para nosotros.
Descendemos unos metros y al resguardo del viento aprovechamos para hacer la parada de merienda. Nos deleitamos con la estampa de la peñascosa cumbre, con varias oquedades en sus paredes... y todo el Sur de Alicante.

Es un precioso día con caprichosas nubes blancas que van y vienen y dan unas tonalidades más azuladas al cielo.
Proseguimos a buen paso por todo el cordal Una sencilla senda nos descabalga de la cima en minutos.



Si miramos a nuestra espalda vemos un par de montañeros en la cima peñascosa del Picacho. Y se ve la serpenteante senda por la acabamos de bajar  en cómodo y sencillo avance. 
Por el lateral, el precipicio y varios puntiagudos picos de un gran farallón que se han separado de la loma de la sierra. Las sierras de Callosa y Orihuela y los innumerables aljibes que pueblan el valle del río Segura.
Delante tenemos una espectacular panorámica a Monte Alto y distinguimos perfectamente la sinuosa carretera que une Hondón de los Frailes y Albatera.
Llegamos a un alto, en algún sitio vemos que le llaman Tarabillo, en otros, el Alto del Rincón de  los Tiesos.
Este es el punto de inflexión en el cual el sendero gira bruscamente a la derecha, hacia el Norte,  y nos interna en un pequeño bosque de pinos.
En bajada trepidante nos da tiempo a ver que la pinada tiene mal aspecto, muchas bolsas de procesionaria a punto de salir cuelgan de sus ramas, en algunos casos de pinos muy jovenes.
Junto al pino carrasco, hay coscoja, espino negro, lentisco, enebro. También son abundantes los matorrales, como el romero, el brezo, la coronilla de fraile, la aliaga, la jara blanca, la estepa, el espliego, el tomillo, la esparraguera, al albaida, y sobre todos predomina el esparto.
La senda es difusa en algunos puntos, pero hay hitos de piedra situados estratégicamente que nos permiten seguir la ruta sin ningún problema.
La bajada es al valle de Hondón y, de frente, tenemos la sierra de la Pila.



Llegamos a una zona con restos de paredes de piedra, bancales de almendros abandonados y, en un rincón, al abrigo de la sierra, observamos la entrada de una casa-cueva. Hasta un pequeño pozo con agua tiene en su interior. También cuenta con una abertura en el techo para permitir la salida del humo.
Continuamos por el angosto sendero 
enlazando enseguida con el PR CV 180 que viene del mirador y va hacia Albatera. Nosotros nos dirigimos hacia la izquierda, a Albatera, para caminar en paralelo al cordal de la sierra.
Enseguida comienza el suave descenso del sendero que nos lleva directos a una especie de torre. Es una construcción semicircular en la cual hay azulejos de la vista que tenemos en este punto.
Cuando llegamos, vemos el cartel del PR CV 255 que va en dirección a la cueva de Jaime el Barbudo. 

Solo nos queda un suave ascenso a la última colina, vamos rodeados de plantas de esparto y de cara al sol.
Y la larga bajada, que a la mañana hemos esquivado, es el último obstáculo para llegar de nuevo al Puerto de Albatera o Collado de la Algüeda. 
Volveremos a recorrer esta zona tan cercana para nosotros, el sitio es maravilloso. Solo le faltaría una buena tormenta para regar las plantas, los árboles que tienen unos tonos muy ocres a consecuencia de la sequía.

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