CIRCULAR DESDE SEGART AL GARBÍ, POR LA CANAL
Participantes: Julián y Lourdes
Tiempo estimado: 4 horas, con parada de almuerzo.
Tiempo estimado: 4 horas, con parada de almuerzo.
Distancia: 9 km.
Dificultad: Media-Alta
GR 10 (de Puçol a Lisboa), SL V 24.
Como llegar: Por la A7 salir de Valencia dirección a Teruel. Tomar la salida 7 de Albalat dels Tarongers, Estivella y Segart, en dirección a este último pueblo, en las afueras se puede aparcar en la plaza del Castell.
Segart - Canal del Garbí - Llosar del Garbí - Mirador del Garbí - Ermita del Garbí - Pla del Garbí - Puntal de l'Abella - Pla del Garbí - Pedrera - Segart.

La Serra Calderona es una de las últimas elevaciones del sistema Ibérico, presenta un relieve de altitudes medias (cota máxima 1.012 metros), el Garbí es uno de sus picos más visitados con 600 metros de altitud.
En las estribaciones más sur-orientales de la Serra Calderona se encuentra enclavado el Garbí y la ermita de la santa Creu del Garbí. Se construyó para albergar una cruz que se colocó en dicha montaña en 1.787, por deseo del vecino Francesc Galbis, que se la encargó al carpintero Josep Sacanelles. Al acabar la cruz los hombres principales de Estivella la llevaron a la montaña del Garbí. Cuentan que al llegar allí se declaró un incendio, se vieron acorralados por el fuego, y encomendándose a la santa Cruz, ocurrió el milagro y el fuego no les afectó.
En 1.804 se construyó una ermita en el lugar donde estaba la Santa Cruz para albergarla y conmemorar el milagro ocurrido.
Disputas entre los vecinos de Albalat dels Tarongers y Estivella motivaron la retirada de los objetos sacros de la ermita, y el abandono, pasando a servir de cuadra a los habitantes del Garbí hasta su ruina absoluta.
La ermita actual fue restaurada en 1.993, copia de su original. Es sencilla, de planta cuadrada. Tres de sus paredes enrejadas, siendo una de ellas el acceso. En el interior está la silueta de la cruz original,y se lee: SANT DEU/ SANT FORT/ SANT INMORTAL ALLIBEREUM-MOS SEÑOR DE TOT MAL.
La ermita actual fue restaurada en 1.993, copia de su original. Es sencilla, de planta cuadrada. Tres de sus paredes enrejadas, siendo una de ellas el acceso. En el interior está la silueta de la cruz original,y se lee: SANT DEU/ SANT FORT/ SANT INMORTAL ALLIBEREUM-MOS SEÑOR DE TOT MAL.

Como curiosidad señalar que el viejo y desaparecido templo sirvió como escenario en el rodaje de la película “Dos vidas”, en 1.950.
RUTA:
En un momento dado debemos cruzar hacia la izquierda, aquí entre dos enormes rocas hay un paso por una estrecha cavidad entre ellas. Con las mochilas casi no cabemos, y cuando sales de la abertura una cadena te guía hasta la parte central de la canal. Una vez alzados sobre la peña los montañeros que nos seguían se prestan a sacarnos una foto sobre el resalte de la mayor dificultad del día, pero no se aprecia la pared superada.
Salimos a una zona de camino de tierra y enseguida hay que desviarse a la derecha. Nosotros vamos primero a visitar el Garbí. Caminamos deprisa ahora, es una buena senda de tierra y con poca inclinación, y charlamos animadamente. El "no se como me traes por estas canales tan peligrosas", contrasta con el sorprendente "no son peligrosas estas subidas con cadenas. Me agarro fuerte a ellas no me sueltan de ellas ni con soplete". Vera para creer. ¡Madre mía!.
tenemos la carretera y un parking a nuestra izquierda, y señales de sendero local SL V 24. Nosotros vamos a la derecha. Tropezamos con la entrada y la valla de la Casa rural Garbí, y por el lateral derecho de su ancestral tapia de piedra seca avanzamos hasta desviarnos a la derecha para encontrar el promontorio pedregoso que lleva a la cima aérea del Llosar del Garbí (600 metros). Paramos a contemplar el valle, miramos por donde hemos subido a nuestra derecha, el mirador del Garbí a la izquierda, a nuestras espaldas la casa rural del Garbí, y nos sacamos unas fotos donde tampoco se aprecia la altura y estrechez de tan precaria cima. Una atalaya espectacular. Casi da más miedo que toda la canal.
Volvemos a reemprender viaje y bajamos a visitar la ermita. Desde allí vemos todos los pueblecitos a sus pies y los valles que rodean esta sierra. Vemos la, tan frecuentada por nosotros, autovía múdejar que separa las sierras de Espadán y Calderona, que por fin después de ver sus verdes cimas tantas veces desde abajo hoy hemos pateado.
Al fondo el Puntal de l'Abella. |
Por la senda por la cual hemos venido llegamos hasta el collado de subida de la canal y allí vamos rectos hasta el Pla del Garbí.
Queremos subir hasta el Puntal de l'Abella y debemos salir del camino principal marcado, en dirección recta hay una senda pisada, está señalizada por hitos que te llevan por toda la crestera de la sierra.
Cuando vamos ascendiendo observamos cerca el Alt del Pí, la cumbre más elevada de la zona, con unas feas antenas coronándola, pero desde la cima se aprecia el desnivel del barranco que hay entre ambas y que habría que bajar para luego subir hasta llegar hasta ella.
Tomamos agua, disfrutamos un rato de las vistas, saltamos entre los pedruscos admirando el retorcido pino que se mantiene vivo adaptandose al ambiente, retorciendose y agarrándose a las peñas y regresamos por el mismo camino hasta el Pla del Garbí.En este punto está señalizada la bajada a Segart por la Pedrera con los postes indicadores, seguimos la dirección del cartel, a nuestra derecha, y tenemos muchas señales blanca/roja del GR 10.
Las vistas al valle son maravillosas, las brumas continúan al lado del mar, pero el sol luce y estamos rodeados los tonos verdosos de arboles, pinos, carrascas, madroños, algarrobos..... A nuestras espaldas se ven farallones rocosos con formas caprichosas, que nos obligan a girarnos de vez en cuando para admirar sus contornos.

La bajada por la pedrera es dificultosa, no es un descenso como habíamos pensado deslizándonos entre las piedras, sino que es un camino pedregoso donde las piedras grandes primero y pequeñas más tarde nos hacen ir pendientes de no tropezar ni resbalar.

Cuando acaban las piedras y parece lo más fácil de la etapa perdemos las marcas blanca/roja, pero como llevamos la ruta en GPS seguimos la que ha llevado algún aventurero, que nos hace bajar por varios ribazos de tierra. Hasta que al fin logramos ver de nuevo las señales del GR 10 y ya por una preciosa senda avanzamos deprisa. Pero debemos detenernos al ver la estampa montañera del Garbí, sus tonos rojizos/morados y las formas caprichosas de las molas que forman las rocas de rodeno en las cimas.

La bajada por la pedrera es dificultosa, no es un descenso como habíamos pensado deslizándonos entre las piedras, sino que es un camino pedregoso donde las piedras grandes primero y pequeñas más tarde nos hacen ir pendientes de no tropezar ni resbalar.
Cuando acaban las piedras y parece lo más fácil de la etapa perdemos las marcas blanca/roja, pero como llevamos la ruta en GPS seguimos la que ha llevado algún aventurero, que nos hace bajar por varios ribazos de tierra. Hasta que al fin logramos ver de nuevo las señales del GR 10 y ya por una preciosa senda avanzamos deprisa. Pero debemos detenernos al ver la estampa montañera del Garbí, sus tonos rojizos/morados y las formas caprichosas de las molas que forman las rocas de rodeno en las cimas.
Sólo nos falta descender por el pueblo, por el lavadero y su fuente, la plaza del Ayuntamiento, la iglesia y de nuevo en la plaza del Castell. Espectacular ruta, por una sierra que ha sido todo un descubrimiento para nosotros. Pronto pararemos a recrearnos en algún otro rincón de la Calderona.
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