Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

domingo, 5 de octubre de 2014

ALMAENS ( 684 m.) Y EL SALT DE XIXONA

RODEANDO  LA SIERRA DE ALMAENS


FICHA TÉCNICA-
Día: 5/10/2014
Participantes: Julián, Lourdes.
Tiempo estimado: 3 horas y cuarto. 
Distancia: 11 km.
Dificultad: Media.
Desnivel: 458⇅
Como llegar: Desde Alicante por la CV-800 hasta llegar a Xixona, se toma la salida a la derecha hacia el cementerio. En la primera rotonda a la izquierda, hacia Xixona. Enseguida, a la izquierda, hay un pequeño carretil donde pone "Cno Salt", se sigue, atraviesa la autovía por un túnel. En el siguiente cruce a la derecha. Baja hasta una vaguada, con un camino de tierra a la izquierda. Aquí dejamos el coche.
Wikilochttp://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7944598

ITINERARIO
Barranco del río de la Torre - Dique - Puente - Cauce del río de la Torre - Mirador - Pista - Vértice geodésico dels Almaens - Casa del Salt.                                                        
Paraje "els Tolls del Salt de Xixona".



La Sierra de Almaens se localiza en el término municipal de Xixona (Alicante), al Este del pueblo, tiene una longitud de 4 kilómetros. Colocada de este a oeste desde su cima se observa la Penya Migjorn, la Librería y la Martina, la Carrasqueta, Els Plans, Torremanzanas, la sierra de la Grana y el imponente Cabezo d'Or en toda su longitud.
Situado bajo sus escarpes se encuentra el paraje del Salt de Xixona, es un salto de agua natural en el río de la Torre de más de 20 metros que preside el paraje, donde mana el agua todo el año, refrescando el ambiente.(La cascada solo cuando llueve copiosamente.)                                                
Los “tolls” o pozas de agua, invitan a bañarse en verano, así como su área recreativa, con mesas y bancos, anima a una comida bajo un pequeño bosque de ribera.  
Peces, ranas, cangrejos y tortugas se pueden ver por los alrededores de los pequeños lagos, mediante un acceso seguro y cómodo a través de un camino con barandillas. Se ha habilitado también un pequeño aparcamiento para coches y un mirador que permite observar el cañón fluvial que ha horadado el agua a lo largo de los siglos.




RUTA:

Aparcamos en la vaguada y subiendo un poco hay un cartel indicando el Salt de Xixona. Hemos venido a conocer este paraje aprovechando las últimas lluvias, igual tenemos suerte y cae la cascada. Dejamos para el final la visita al "toll" o poza de agua, que nos servirá para refrescarnos.

En la foto se ve el punto de inicio y final, se puede ir al revés y cumbrear primero.
Salimos en dirección Norte, hacia el cauce el río de la Torre, al principio es un camino ancho de tierra, hay un pequeño dique de piedra a la derecha. Pero enseguida se estrecha y tropezamos con un enorme dique, están construyendo otro delante con enormes rocas, pero lo tienen a medias. Lo superamos por la derecha.
Aquí la vegetación cambia un poco, encontramos adelfas, juncos, enebros y algo de hierba que ha salido con las últimas tormentas. Caminamos por el fondo del cauce con piedras, rocas pero se avanza con facilidad.
El día está cubierto lo que hace que el calor no sea intenso, pero es una ruta no recomendada para meses de verano, es una larga caminata por un lugar tan recogido.

Hay rincones muy bonitos de peñas erosionadas que nos hace pensar que antes el río tendría un gran caudal, y ahora solo vemos de vez en cuando alguna poza salteada.




Nos surge un pequeño obstáculo, un tobogán de piedra que no podemos subir por medio del cauce y debemos superarlo por el margen derecho del río, pero sin dificultad. El único problema es que llevamos las botas embarradas y resbala un poco la arcilla, pero con cuidado nos alzamos de nuevo sobre el cauce.

El siguiente hallazgo es un antiguo puente donde dudamos si trepar por el costado o ir por medio, porque el matorral lo invade, pero mirando el track, de la ruta que hemos bajado, seguimos rectos.

Este tramo del cauce está algo enmarañado
nos toca evitar las zarzas unas veces tomando el cauce por la derecha, y otras por la izquierda.





Vamos dejando atrás las paredes de roca y caminamos por un terreno más llano. Encontramos tapias de piedra seca con pequeñas fincas de almendros escuálidos y otras parcelas de olivos. Todos ellos están muy bien cuidados, hace poco que han pasado la mula mecánica, y siguiendo la huella que han dejado las dos ruedas vamos avanzando. Hasta que por una pista más ancha que vira a la izquierda vemos una pequeña casa. Aquí giramos a la derecha por una pequeña senda que nos devuelve por un alto hasta el cauce.
Hay más vegetación y las rocas de las paredes semejan a "las librerias" que hay subiendo a la Martina.
Menos mal que hemos cambiado en el último momento la idea de traer pantalón corto, si no acabamos arañados.
Nuestro itinerario sigue el cauce, vamos avanzando siguiendo un track y nos lleva por el interior que está invadido por la maleza.
Incluso vemos algun acebuche y un gran algarrobo que se ha conservado casi intacto.
Continuamos como podemos hasta ver un ejemplar de madroño, con alguna fruta casi seca. ¡Anda si aqui hay gurbiotes.! Un árbol de clima frío y húmedo.
Pues en este punto, en mitad de la curva  se desvía nuestra ruta hacia la derecha. Casi trepando, por una ladera inclinada.
No tiene dificultades técnicas, es una cuesta herbosa.
Entre los matorrales encontramos algún esparto, algo de musgo, la tierra está esponjosa de las lluvias que ha caído estos días.




Llegados casi a lo más alto paramos a contemplar las cimas que se ven desde esta atalaya, la peña Migjorn o peña Roja y el pueblo de Xixona, después la Martina, la Carrasqueta y Els Plans con el valle de Torremanzanas y a continuación Sierra de la Grana,  las estribaciones de Aitana y el principio del Cabezo d'Or.
Desde el alto debemos bajar hasta el camino de tierra que tenemos a nuestros pies, donde hay un mirador fabuloso a todo el Suroeste de Alicante, en días despejados se verá el mar, pero hoy no lo podemos apreciar.
Comenzamos a recorrer la pista de
tierra que transcurre a lo largo de toda la falda de la montaña. Estamos adentrándonos en su cara norte, con vistas al valle de Torremanzanas y vamos viendo en algunas curvas para salvar barrancos el Cabezo d'Or, emergiendo en el horizonte, hacia el este.
Hay poco desnivel y caminamos rápidos hasta llegar a este cruce, donde hay trampas para cazar, una de las muchas que vemos por el camino. Aquí giramos hacia la derecha.

Enseguida se empina la cuesta y es el esfuerzo más grande del día, un pequeño desnivel de más de 100 metros que nos sitúan a unos 700 metros de altitud.
No sabemos donde está el vértice geodésico. Vamos llaneando. Sobrepasamos a nuestra izquierda penachos que parecen superar los 700 metros pero no hay ningún camino evidente para subir y el track nos dice que no hay bifurcaciones.
Cuando se abre la vista de nuevo al Oeste en una colina se ve un camino visible que sube, y el vértice geodésico en el alto. 
Hasta la base llegamos por la pista ancha de tierra, pasando varios puestos de caza. Abandonamos el camino por una última cuesta exigente que nos encarama hasta el Almaens, no es el más alto de la sierra, no llega a los 700 metros. Preciosas vistas a todas las cumbres y valles que nos rodean.
Reemprendemos la bajada yendo hacia el Oeste, para bajar por la loma herbosa, entre espartos con algún brote verde fruto de las benditas lluvias.

Ahora contamos con la ayuda de unas flechas azules pintadas en las rocas. 


Enlazamos de nuevo con la pista ancha, que rodea toda la cara norte de la sierra. En la curva más cerrada unas flechas nos señalan el descenso rectos, por todo el cordal. 
A nuestra vista siempre de frente la sierra de Mediodía de Xixona, con su máximo exponente, la altiva peña Migjorn. Y al fondo se ve el Maigmó cuya cima está algo tapada por las nubes.
Debemos descabalgar del cordal en el punto donde se encuentra un hito de piedra, aquí acaba la pintura azul. Y giramos hacia la izquierda.
Por la senda que va pegada a la pared descendemos hasta llegar al Mas del Salt.
Impresionante casona, abandonada y desvencijada en este rincón tan majestuoso de la sierra.



Cruzamos la casa por todo el frontal continuando rectos para tomar un camino que girando bruscamente a la derecha nos sitúa justamente encima de donde hemos aparcado.
Dejamos las mochilas en el coche y nos vamos con toalla y bañadores a buscar el paraje del Salt de Xixona, vamos a ver si el toll o poza tiene suficiente agua para refrescarnos. Porque cascada no se oye.




Subimos hasta la primera curva, donde un panel indicativo nos informa la variedad de flora de la zona.
A la derecha está la bajada, con unas barandillas y escaleras han adecuado el paraje para disfrute de la gente. En tan solo 5 minutos te colocas de frente a la poza verde de agua. Lástima que no ha llovido lo suficiente para que haya cascada, pero cuando caiga no se como estará la carretera para la circulación de los vehículos.
Se ve el efecto del agua en el cauce del río, frondoso,  y la poza recuerda a los programas de países desérticos que en mitad de la nada encuentran un oasis.
Un buen sitio para lavarse y salir como nuevo después de un día algo caluroso.

2 comentarios:

  1. Julian, te lo has "currao". Da gusto encontrar a personas con ese amor a la montaña y como transmite sus experiencias a los demás sin importarle el tiempo que le dedica a ello. Gracias Julián. Tengo desde hoy tu blog como referencia para mis excusrsiones.

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    1. Gracias Francisco,
      Nos alegra que alguien aprecie del amor y la pasión que ponemos en este blog.
      Buen camino.

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