DE ALFAS DEL PI A BENIDORM POR LA CRESTA DE SIERRA HELADA
FICHA TÉCNICA-
Día: 30/06/2018
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 4 horas y media.
Distancia: 13 km.
Desnivel: 800-900↑↓(el GPS creemos que ha medido mal)
Senderos: Ruta amarilla. Ruta roja.
Dificultad: Media-Alta. Por el calor del verano.
Cómo llegar: Por la autopista a Valencia AP 7. Tomar la salida 65 a Benidorm/Callosa d'Ensarria. Rectos en la primera rotonda giramos hacia la izquierda. Para aparcar en la Avenida de Niza.
Wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/parc-natural-de-serra-gelada-desde-el-faro-de-punta-albir-hasta-benidorm-26240118
ITINERARIO:
Alfaz del Pi/Avda de Niza - Parc Natural de Serra Gelada - Camí Vell del Far - Mirador - Túnel - Cruce a las Minas de Ocre - Cruce al Aljibe - Faro de Punta Albir y torre Bombarda virtual - Mirador Alfonso Yébenes Simón - El Cantalar - Alt del Governador (438 m.) y antenas - Carretil asfaltado - Depósito contra incendios - Senda/Ruta amarilla - Crestera de Serra Gelada - Mirador de l'Illa Mitjana - Casa en ruinas de l'Illa Mitjana - El Morret Negret - Cima/Mirador - Mirador de la Cruz - Avenida de Tokio - Calle Sierra Dorada - Calle Berlín - Avinguda de la Ametlla de Mar/Parada de autobús nº 10.
RUTA:
Comenzamos en la Avenida de Niza callejeando en zigzags entre casas de campo hasta llegar a las puertas del Parc Natural de la Serra Gelada. De frente el Alt del Governador.
A nuestras espaldas una foto íntegra de la escarpada sierra de Bernia y la bahía de Altea.
Hemos hecho la travesía a la Serra Gelada varias veces, pero no en esta dirección y hoy vamos a buscar un ascenso alternativo por el Faro Punta de Albir.
Desde el lateral podemos disfrutar de las sierras del Norte de Alicante.
Atravesamos un pequeño túnel.
Al ganar altura dominamos el Puig Campana, Ponoig, Serrella, Xortá, Bernia, Morro Toix, Ifach...
Y de frente ponemos el foco de atención en el reluciente Faro de Punta Albir.
Al dar la curva destaca en la umbría de la montaña la enorme cueva natural llamada de “Boca de la Ballena” o “Cova de Bou”. Obviamos varios cruces que nos bajarían hasta las minas de Ocre.
Preciosa la imagen de la bahía de Altea cerrada por el Norte por el Bernia.
Tenemos la puerta del faro abierta por lo que nos aproximamos hasta su lateral. Pero antes vemos una recreación virtual de la Torre Bombarda que estaba erigida en este punto, a la izquierda del faro, y el descenso hacia el aljibe que desechamos.
Observamos una visión completa del próximo ascenso, se ve serpentear debajo de las crestas afiladas, por su ladera, un hilillo del sendero y a continuación por la loma herbosa que sube y se pierde por la pinada de la derecha hasta llegar a la cima del Alt del Governador. Llevamos el GPS para guiarnos.
Damos una vuelta alrededor del faro y regresamos unos 200 metros hasta la señal que indica Mirador Alfonso Yébenes Simón. Desde él comenzamos por un difuminado vericueto.
A nuestras espaldas la cornisa que acabamos de atravesar, el Faro del Albir, los restos de la base de la Torre Bombarda y el perfil de las afiladas sierras.
El sendero transcurre a media ladera, para ver el mar hay que aproximarse porque la cornisa nos protege. Si no te acercas no hay sensación de caída en ningún momento. De frente sí se aprecia el exigente desnivel para llegar hasta las antenas de la cumbre de Serra Gelada.
Pasamos por encima de la enorme cueva de la Ballena, pero sin verla. A la derecha la preciosa bahía de Altea.
Por el lateral izquierdo, si te asomas, se ve el precipicio y la playa que tenemos debajo.
Hacia atrás el faro y las bateas bien alineadas para la cría de pescado.
De frente ya nos hemos colocado junto al pie de la pared vertical que debemos superar a continuación.
De frente ya nos hemos colocado junto al pie de la pared vertical que debemos superar a continuación.
Sopla el viento, una ayuda inesperada. Nos detenemos para beber agua y observar a nuestra espalda el paisaje subyugante de la costa, de las peñas como serruchos, la Cova de la Ballena y el sencillo y ancho paso por encima de ella.
Hay una senda principal que abandonamos, para ir girando a la derecha hacia un paso pedregoso sin ninguna trepada, eso si toca agacharse por la maleza y los pinos.Este tramo en sentido contrario tiene más dificultad por la piedra suelta y el desnivel. Enlazamos con el itinerario principal que sube desde la entrada al parque y nos lleva hasta la cima de la Serra Gelada.
Foto y almuerzo en el vértice geodésico del Alt del Governador. Dura subida que merece la pena por sus magníficas vistas.
Las panorámicas hacia el Norte nos descubren desde la sierra Cabezo d'Or, a la de Cortina, Puig Campana, Serrella, Xortá...
Y una vez repuestas fuerzas nos disponemos a recorrer todo el cordal de la Sierra Helada.
Ya vemos la pequeña isla, Mitjana, debajo de un escarpado promontorio.
Ya vemos la pequeña isla, Mitjana, debajo de un escarpado promontorio.
Caminamos por el carretil sin saber a donde mirar, al Oeste las sierras más emblemáticas de Alicante, al Este los acantilados se precipitan al mar formando una especie de arco de piedra, detrás la isla Mitjana. Al Norte las inconfundibles antenas que marcan la cota máxima de la sierra, al Sur el cresterío que nos queda y Benidorm que parece al alcance de la mano, pero queda por delante un exigente itinerario. Solo 4 kilómetros, entre el Alt del Governador y el Mirador de la Cruz de Benidorm, pero con duros ascensos y descensos.
Transitando unos metros por asfalto hasta encontrar un cartel a la izquierda de la Ruta Amarilla que nos interna en una senda montañera.
Un vistazo para observar el peñón sobre el que se emplaza el vértice geodésico, las antenas que señalizan la cumbre de la Serra Gelada, detrás destacan la sierra de Bernia, el peñón de Ifach...
Y adelante.
Enseguida llegamos al barranco más exigente, la gran "uve" que primero descendemos por unas losas de piedra y después piedra suelta, pero no resbala. Desde su parte baja tenemos una preciosa vista de la isla Mitjana.
Una vez en la parte alta, a nuestra espalda imágenes idílicas de la salvaje y abrupta costa alicantina que acabamos de cruzar.
Parece que vamos acabando con el cordal, pero nos resta casi la mitad.
Pasamos al lado de las ruinas de la Casa de la isla Mitjana. Ya vemos al fondo, a la izquierda, la isla de Benidorm (desde este punto de vista parece una península). Y descubrimos unas preciosas flores frescas en un rincón.
Echando la vista atrás descubrimos las antenas de telecomunicaciones del Alt del Governador y al fondo Bernia.
Por delante tenemos otro descenso y los edificios de Benidorm, todavía lejos.
Atrás colosales peñas que caen casi en vertical hasta el mar Mediterráneo, de la que se ha desgajado la isla Mitjana, que desde esta perspectiva tiene un aspecto diferente.
En la ladera Oeste de la sierra Helada abundan los pinos. Abajo vemos el parque acuático, al que tantas veces hemos ido, diversión asegurada yendo con niños. Al fondo el Cabezo d'Or, Sierra de Orxeta, Cortina, Puig Campana...
Un último esfuerzo para afrontar el último ascenso fuerte del día, y llegada a la cima/mirador. Marcada con un gran hito de piedras, y con vistas espectaculares a la bahía de Benidorm y su litoral.
Emprendemos el descenso contentos con acabar lo más duro del cordal, se hace largo y comienza a apretar el calor.
Nuestro último objetivo a la vista, el mirador de la Creu.
Cuando estamos en un barranco, echando la vista atrás nos damos cuenta de la verdadera dimensión del último montículo que acabamos de descender.
Hay un sendero que va por debajo evitando subir, por una pequeña subida más llegamos hasta el Mirador de la Cruz. Maravilloso balcón al mar Mediterráneo y a los rascacielos que abundan en Benidorm.
Bajamos siguiendo el carretil, disfrutando de las panorámicas de sierra de Cabezo d'Or, Orxeta, Cortina, Puig Campana, Ponoch...
Tenemos una visión de la pequeña cala del Tío Ximo.
Y en un par de curvas se acaba la tranquilidad y quietud de toda la mañana, centenares de turistas invaden las calles de Benidorm. Cogemos el autobús nº 10 para regresar a la Avenida de Niza. Fantástico día que nos ha permitido conocer un nuevo ascenso a Serra Gelada y hacer la travesía en sentido contrario al habitual es como descubrir una nueva ruta.
