Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

miércoles, 14 de agosto de 2019

(6) RESERVA DE LA BIOSFERA DE ORDESA/VIÑAMALA-TRAVESÍA 2019

(5ª etapa)                                                                                                             (1ª etapa)
6ª ETAPA: REFUGIO DE BUJARUELO A PANTICOSA. VALLE DE OTAL, COLLADO DE TENDENERA, RINCÓN DEL VERDE Y LA RIPERA

FICHA TÉCNICA-
Día: 14/08/2019
Participantes: Nieves, Chus, Javier, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 9 horas y 45 minutos.
Distancia: 23 km.
Desnivel: 1.060↑1.251↓
Senderos: GR 11. Panticosa-Bujaruelo   PR HU 95 
Dificultad: Media-Alta. Por su gran distancia y desnivel.
Wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/travesia-2019-etapa-6-refugio-de-bujaruelo-a-panticosa-valle-de-otal-collado-de-tendenera-rincon-de-40271947

ITINERARIO:
Refugio de Bujaruelo - Ermita de San Nicolás - GR 11 - Camino del Valle de Bujaruelo - Camino del Collado de Tendeñera o Tendenera - Collado de Otal - Valle de Otal - Cabaña de Otal - Plana de la Paúl - Faja de Basarán - Collado de Tendenera o Tendeñera - la Ribera Tendenera - Cabaña de Tendenera - Fajón de las Flores de Nieve - PR HU 95 - Rincón del Verde - Río Ripera - Salto de Tendenera - Refugio del Cantal - Refugio de la Ripera - Fuente la Ripera - Puente - Puente de Aulot sobre el río Ripera - Fuente de la Campana - Praderas de la Selva - Puente de la Zoche sobre el río Bolática - Panticosa


RUTA:
Última etapa de la travesía 2019 para regresar al pueblo de Panticosa. Con una mezcla de alegría y pena afrontamos el final de la circular de este año. Para nosotros es un itinerario totalmente inédito, y no nos defraudará.
Primero nos despedimos del enclave con tanto encanto del refugio de San Nicolás de Bujaruelo. Pernoctar dos noches en él nos permitió subir al Taillón con menos peso y sus cenas y desayunos son estupendos para reponer fuerzas.

Adiós a las cumbres de Mondarruego, la Forqueta de
Gabieto, Escusaneta... enclavadas en la cara Norte del Parque de Ordesa.
Por una pista de t
ierra paralela al río Ara, en su orilla derecha, vamos remontando para buscar el sendero que nos encarame al valle de Otal. 

Poco a poco vamos ascendiendo, usando atajos para evitar la pista en muchos de sus tramos.




























Llegando con los primeros rayos de sol al collado de Otal. Detrás de la valla surge una gran llanura, en cuyos prados pacen las vacas, los caballos...


Por medio del valle fluye el pe
queño río Otal, que atravesamos por un puente. Caminamos entre la sierra del Turbón y a continuación la de 
Tendenera a nuestra izquierda; a la derecha la de Ordiso.

En poco tiempo llegamos al
centro del valle, con el pequeño refugio no guardado de Otal.


En este punto debemos girar hacia la derecha para remontar la ladera herbosa. En este tramo por fin hallamos alguna señal de GR (marca roja/blanca), pero no suficientes, sin GPS es imposible seguirlo.

El ascenso es suave, metro a metro, por la senda difusa avanzamos en diagonal.

Cuando hacemos paradas vemos a la derecha la sierra del Turbón, la sierra Tendenera... Abajo, el Valle de Otal, a sus espaldas van apareciendo Mondarruego, Gabietos, Taillón...
De frente vemos el collado de Tendenera, lugar hacia el que nos dirigimos.

La parada de almuerzo
 la hacemos bajo la Peña de Ordiso, admirando su larga y rocosa crestería, al lado de un derrumbe que nos sirve de mesa.

Recuperadas las fuerzas reemprendemos la marcha por encima de la Faja de Basarán a la búsqueda del paso a la otra. 
Encontramos en la ruta multitud de animales, vacas, ovejas, caballos... y los sorteamos procurando no interrumpir la paz que se respira en cada rincón.

Una ve
z llegados al Collado de Tendenera o Tendeñera (2.336 m.) hacemos un alto en el camino para echar un último vistazo al magnífico valle de Otal y todo lo que le rodea.

Y en este punto
 comienza el largo descenso del día. Las vistas a la sierra Tendenera, a nuestra izquierda, son fabulosas.

A la derecha
 tenemos el alto de Mallaruego, Punta Chornaleras... que han perdido grandes losas, menudo estruendo se habrá oído al caer.
Enseguida de sobrepasar la cabaña no guardada de Tendenera giramos a la izquierda. Para cruzar un arroyo y encontrar el paso por un sendero o faja (Fajón de las Flores de Nieve) que tiene un tramo pedregoso y colgado al valle de la Ripera.














Y surge de frente el Rincón del Verde, sublime. Formado por el Pico Tendenera, Punta de la Ripera, Peña Forato, Peña del Verde, Peña Sabocos... El paso pedregoso requiere de toda nuestra atención, pero no podemos evitar continuas paradas para sacar fotos y extasiarnos con el paisaje.

Desde esta atalaya volvemos a divisar a lo lejos la inconfundible silueta del Midi d'Osseau. Con su "tajo" destaca sobre todas las demás, altiva y hermosa.
















Llegamos al camino de la Ripera. Si fuesemos a la izquierda subiríamos al ibón Sabocos. Nos dirigimos por la ancha pista de tierra hacia la derecha.
Para ver en el costado la cascada de Tendenera. (Hemos cruzado el arroyo desde el que se despeña antes de entrar en el Fajón de las Flores de Nieve).


Nos giramos ante tanta belleza. Precioso.
Y en un paraje tan idílico como este hacemos la parada para comer. Es un placer refrescar las piernas cansadas en el río Ripera mientras reponemos fuerzas.

Proseguimos la caminata por la ancha pista.

El enclave está hoy muy concurrido, tal vez porque hasta este punto llega un pequeño tren con turistas o porque es un itinerario muy sencillo.

Abandonamos enseguida la pista por la izquierda, para descender al pueblo por el PR HU 95.

Entre praderas, bosques de montaña...

Y de nuevo volvemos a ver la sierra de Partacua, al Oeste del embalse de Búbal, el pico Pacino, Foratata...

El sendero nos lleva hasta la
 ribera del río Bolática, que cruzamos en el puente de la Zoche.

Llegando a las afueras de Panticosa por un ancestral camino de montaña.

Ya vemos dos tipos de turistas, los que bajan en una cabina desde el ibón Sabocos,  y los que están refrescándose en el río.

Llegando por el precioso puente de piedra hasta el hotel Sabocos en el que vamos a pernoctar. Maravillosa ruta la de este año, hemos conocido parajes increíbles de una belleza sin par. 





























Después de cenar un buen paseo por el pueblo, sus fuentes, casas nos invitan a callejear. Están en fiestas, esto nos recuerda hace muchos años la orquesta era de ¡Eu  logio, Eu  logio!. Sí, todavía nos acordamos de la ruidosa orquesta. Buen punto de inicio y final para esta travesía del 2019 por el Pirineo del Alto Gallegó y Sobrarbe.