Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

miércoles, 11 de junio de 2014

CABRERA (873 m.) y PEÑA DE LA MONEDA

INTEGRAL POR  LA SIERRA CABRERA-


FICHA TÉCNICA-
Día: 11/06/2014
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 4 horas.
Distancia: 13 km.
Dificultad: Media.
PR CV 159.  Ruta 6.
Como llegar:
Desde Sax, a 5 km,  atravesar el pueblo dirección a Salinas.( Desde Salinas dirección a Sax, a 3 km).
Por la CV 830,  km. 12,4, hay un pequeño cruce a la derecha. Ahí se toma dirección a la izquierda, circulamos  aproximadamente 1,5 km. dejando a la derecha una casa con una pequeña valla, continuamos y enseguida llegamos a un enorme caserón a la izquierda. Debajo de los pinos se puede dejar el coche, a la vuelta lo agradeceremos. Es Casa Soler, en la partida de las Beatas de Salinas.
Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7061267

ITINERARIO:
Casas de Soler - Barranco de Rivell -Faldas de Cabrera - Cima de Cabrera - Camino de Tramasierras - Torre eléctrica - Cueva - Collado de la Moneda - Barranco de Salinas - Villa Podencos - Finca Anna Fons - Finca Cabreras 12 - Lomas de Cabrera - Casas de Soler.

La Sierra de Cabrera, con su cima y el Peñón de la Moneda, situada al noroeste de la provincia de Alicante, en la comarca del Alto Vinalopó. Se encuentra en una importante encrucijada de caminos entre las comunidades valenciana,murciana y castellano-manchega. Ubicada entre las poblaciones de Sax (a cuyo término municipal pertenece la mitad oriental, Salinas (a la que corresponde la parte Sur-Occidental de la sierra); la porción restante queda dentro del término de Villena.

Los picachos de Cabrera son una formación aislada de la cima principal y bastante abrupta de pináculos de piedra que dan al paraje una aspecto agreste y unas vistas espectaculares.
Se trata de una sierra con poco desnivel, pero con unas interesantes paredes rocosas muy aptas para la práctica de la escalada.


RUTA:

Debajo de unos enormes pinos, al lado del caserón aparcamos y comprobamos que el día está bastante agradable para andar. Sopla un poco el viento y salimos rectos, cruzando el carretil que traíamos. Con la visión de la Cabrera al frente.
Iniciamos la marcha por un camino de tierra con dirección norte remontando el barranco de Rivell. 
Hay una primera intersección a la derecha que desechamos, y al llegar a la segunda continuamos por la pista principal. Sobrepasando una casa en ruinas y unos almendros en bastante mal estado, la sequía está haciendo estragos. 
Un poco más adelante encontramos una bifurcación, tomamos el ramal derecho. 
Muy pronto el camino hace un brusco giro a la derecha y baja para vadear al lecho del barranco para de nuevo ascender. El desnivel es constante pero fácilmente superable hasta que, tras superar un tramo con piedra suelta, se llega a un punto donde la pista de tierra desaparece y se transforma en un pequeño sendero. Comienza lo empinado de la ruta de hoy.

Hay hitos y algún punto verde de pintura para indicar que se inicia la subida a la Cabrera. 
Seguimos por la estrecha senda ascendente, tomamos como referencia el pequeño peñasco blanquecino del frente para superarlo por el lado izquierdo con senda marcada con cairns. 
Una vez superado el peñasco los hitos desaparecen y nosotros continuamos un rato campo a través primero hacia la izquierda, al ver unas trazas de sendero, pero después giramos hacia la derecha y retomamos el buen sendero.
La peña que sale en la foto es la que hay que rodear por la izquierda y una vez remontada situarse encima de ella. Para continuar un tramo rectos y enseguida volvemos a ver un cairn de piedras.





El resto del  itinerario está muy bien señalizado con hitos de piedras y mirando hacia el gran mascarón de proa, a nuestra izquierda, vemos el vértice geodésico. No tiene perdida, en esta dirección caminamos. 
Nos colocamos en poco rato a los pies de la crestería de la Cabrera y siguiendo los marcas avanzamos por debajo de las peñas, un sendero sencillo en cuanto a dificultad técnica y desnivel.
Ya casi tenemos al alcance de la mano el vértice geodésico de la Cumbre de la Cabrera.


Por esta senda debajo de las rocas nos encaramamos a un collado situado entre la crestera y la cima de la sierra. Desde aquí primero avanzamos por unas pequeñas losas de roca y después por un sendero que vira a la izquierda en dirección al hito. 
Maravilloso, es un punto de visión diferente, la Cabrera con sus puntiagudos picachos la habíamos visto tantas veces desde la autovía, y también desde Salinas.



Desde la cumbre la panorámica es muy amplia, divisando la sierra de Salinas, el Carche a su espalda, la sierra de Cámara, la de l'Ombria, la Zafra, la inconfundible silla del Cid, la sierra del Maigmó, de la Argüeña y todas las sierras entre Elda y Bañeres, alcanzando a ver a sus espaldas la Mariola. 
Una parada para almorzar y contemplar embelesados el paisaje con los picachos de la Peña de la Moneda a nuestros pies. 
Reemprendemos el camino que desde el vértice geodésico parte con dirección Norte, para descender por un tramo de pronunciado desnivel y piedra suelta hacia el barranco de Salinas y la Peña de la Moneda. Quedan restos de pintura blanca/amarilla y nos sirven para saber mejor el itinerario, pero está muy pisado, es una cima muy visitada.
Esta senda discurre entre bosque de pinos, hay que poner mucha atención porque la bajada es con piedra pequeña y resbaladiza, y después de un rato desemboca en un pequeño rellano.
Llegamos a una bifurcación(1), a la izquierda haríamos la vuelta más directa, bajando por el barranco de Salinas. Pero hemos leído que se puede subir a la Peña de la Moneda o picachos y nos dirigimos a la derecha. 
Este sendero nos  permite visualizar desde abajo las paredes del noreste de la crestería de la Cabrera por la que antes hemos transitado. Hay varios pináculos de piedra que recuerdan els frares de la Serrella, un poco más redondeados. Vemos que en las paredes hay clavos para escalar.
Esta senda nos saca al camino de Tramasierras, en donde giramos a la izquierda. No sin antes echar un vistazo hacia atrás, hemos bajado por una senda entre la cima de la Cabrera y los Picachos y ahora estamos enmedio de ambos.
La Cabrera desde el este es una mole rocosa, y los picachos parecen desde aquí pequeños rocas puntiagudas


Avanzamos por la pista de tierra, flanqueada de pinos y con alguna casita de campo con almendros. Tras cruzar bajo un enorme poste de tendido eléctrico encontramos una bifurcación.
Tomamos el ramal izquierdo que hace una pequeña bajada, y enseguida hay un enlace, giramos a la izquierda con dirección hacia las agujas de la Peña de la Moneda. Desde este punto tenemos una visión de toda la extensión este de la sierra de la Cabrera.
Y debajo de los picachos se ve perfectamente la serpenteante senda que debemos ascender si queremos coronar el collado de la Peña de  la Moneda. 


A pocos metros nace por la izquierda una senda muy pisada que es por donde subimos hasta la base de la Peña y concretamente hacia la cavidad ente dos agujas, enmedio de las cuales hay una pequeña cueva y pequeñas hendiduras en lo alto de ellas donde se refugian muchas aves que no paran de piar ante nuestra presencia. 

















En esta zona también hay clavos para la escalada. Desde su boca observamos al fondo la sierra del Cid, de la Argüeña, del Frare y más cerca el castillo de Sax.             Nos detenemos un momento a contemplar el rincón y enseguida iniciamos un tramo de monte a través, primero nos dirigimos por la cara norte de la sierra, rozando las peñas, hacia el oeste.

Cuando en lugar de rocas hay una pequeña loma con gran desnivel,  utilizando torrenteras y pasos de animales, ascendemos por medio de la pendiente hasta un collado que se abre sorprendentemente entre las dos jorobas más grandes de los picachos de la Cabrera. Nos encanta descubrir estos pequeños secretos que guardan las sierras en sus entrañas, veredas que se usaban antiguamente y que  no esperabamos encontrar.
Desde el collado descendemos por la vertiente contraria al Barranco de Salinas. Viramos unos metros a la derecha para atacar la bajada entre la densa vegetación y alguna pedrera. Ahora la referencia que tenemos es una casa que hay al fondo, ya que no hay senda definida. Y enfrente tenemos todo el trayecto el Peñón del Rey.
Imagen desde el barranco Salinas. El paso es entre las dos peñas.

Hasta salir al camino ancho de tierra que baja desde el cruce que antes desechamos(1), es el barranco de Salinas.


Tomamos el camino girando a la derecha, marchamos por una tupida pinada que nos hace la ruta más liviana y fresca. 
Vamos a rodear la sierra, pero tenemos unas vallas en las fincas y no sabemos si por la orilla de la montaña hay senda, así que seguimos las indicaciones del GPS que se separa un poco de la sierra y usando caminos usados por los vecinos de las casitas de campo vamos girando en sentido contrario a las agujas del reloj.
 





Enseguida viramos a la izquierda llegando junto a una finca que pone Villa Podencos. Desde aquí seguimos por un camino asfaltado en donde doblamos a la izquierda y lo seguimos un rato de frente bordeando el Peñón del Rey entre varias casas de campo, con dirección oeste, sobrepasamos la finca de Anna Fons, y llegamos hasta un cruce de caminos donde debemos girar bruscamente a la izquierda. 
Proseguimos ahora subiendo un poco y sobrepasando una casa donde están de obras, están acabando varios muros de piedra, en su puerta pone Cabreras 12. 
Dejamos el asfalto y giramos a la izquierda iniciando un suave ascenso. Este camino termina en un campo de cultivo que cruzamos por medio por que está labrado y continuamos rectos pasando pequeños barrancos, entre una pequeña pinada, desembocando  en un camino de tierra que cruzamos para seguir otra senda que baja a sortear la rambla y continúa hasta otro campo de cultivo que también bordeamos por la derecha. Una pequeña senda sigue al encuentro de un nuevo campo de cultivo junto a un camino a la altura del Barranco la Tomasa en donde giramos a la izquierda con rumbo sur.
Bajando por el camino encontramos una bifurcación en la que tomamos el ramal izquierdo, y tras avanzar, en otro cruce seguimos por la derecha. Y ya viendo la meta al fondo atravesamos este último tramo sin senda marcada, campo a través lo más rectos posible hasta las Casas de Soler. Nos espera el coche a la sombra, que sorpresa más agradable, que fresquito. Una ruta que nos ha sorprendido muy agradablemente. Preciosa ruta, pero cuidado en verano hay que salir y volver pronto.


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