Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

martes, 12 de agosto de 2014

(5)CIRCO DE PINARRA- CIRCO DE BARROUDE- CIRCO DE TROUMOUSE - CIRCO DE GAVARNIE- CIRCO DE ESTAUBÉ - CIRCO DE PINETA

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5ª ETAPA- DESDE EL PUEBLO DE GAVARNIE HASTA EL APARCAMIENTO DE PINETA-



FICHA TÉCNICA-
Día: 13/08/2014
Participantes: Chus, Nieves, Javier, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado:  8 horas y media.
Distancia:  17 km.
Dificultad: Media-Alta.
HRP.

Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7523289
Se corta el track en la Cascada del Cinca, pero hay que bajar hasta el aparcamiento de Pineta.

ITINERARIO:
Gavarnie - Cabaña no guardada de Pailla - Refugio guardado de Espuguettes - Cruce al Piméné - Horquette d'Alans - Cruce a les Gloriettes - Puerto Nuevo de Pineta o de La Lera - Cascada sobre el Cinca - Aparcamiento de Pineta.



CIRCO DE ESTAUBÉ-
Situado en el centro de la cordillera de los Pirineos, en el departamento de los Altos Pirineos, perteneciente a Francia, hace frontera con España. Tiene una anchura media de 3,4 km y su base se sitúa en torno a los 1.800 metros de altura. Las cumbres que lo conforman alcanzan los 2.800 y 3.000 metros de altitud. El clima del lugar ha hecho que el circo esté desprovisto de árboles y grandes matorrales. Gracias a su importancia medioambiental, el paraje está incluido dentro del Parque Nacional de los Pirineos.

El circo glaciar de Estaubé es un santuario de la vida salvaje, disfrutamos de unas panorámicas irrepetibles, desde el fondo del pantano des Gloriettes lo tenemos enfrente en toda su longitud. Ahí están la brecha de Tucarroya, el Puerto Nuevo de Pineda, la Hourquette d'Alans y los picos de la Tucarroya, de Pineta, del Forcarral,de Astazou forman la muralla. 



RUTA:
Hoy es la etapa reina de nuestra alta ruta por los Pirineos.
Tenemos las previsiones meteorológicas, a partir de las 10 de la mañana se abrirá el día, dando paso al sol. Pero esta noche ha llovido y ha tronado como si se acabara el mundo.
Nos tomamos un buen desayuno y emprendemos el día con ánimos. Ya habíamos pensado que si estaba el tiempo lluvioso nos retiraríamos por Bujaruelo, pero no es el caso, así que a coronar la magnífica ruta circular de los circos glaciares.

Volvemos a recorrer el trecho de la tarde anterior en dirección al circo, a diferencia de ayer hoy no se ve nada, la niebla se ha apoderado del valle. 
Avanzamos en dirección contraria a la que lleva el agua del río Gave de Gavarnie. A los pocos minutos atravesamos un puente y al lado de unos bares y tiendas surge nuestro camino, hacia el refugio de Espuguettes.

Nuestro equipamiento básico de hoy cuenta con chubasquero, pero tenemos suerte y no llueve, solamente la bruma que nos rodea desprende alguna gota.

Nuestra marcha es constante, no hace frio ni calor. Entre la espesa niebla no podemos disfrutar de los picos que nos rodean, pero así tenemos excusa para volver, nos hemos dejado sin ver los Astazus.

Sobrepasamos una fuente, más adelante un cruce a la derecha que nos bajaría hasta el Hotel del Circo, a los pies de la cascada, mas pegados a las paredes de las montañas.
Y pasamos al lado de la cabaña no guardada de la Pailla. Continuamos en ascenso viendo un rebaño de ovejas tan atareadas pastando que no nos prestan ninguna atención.
Poco a poco ha ido desapareciendo el arbolado.


Y unos últimos metros con giro a la derecha, para llegar a los pies del refugio de Espuguettes. La densa niebla se puede cortar, estamos al lado y apenas se ve.
Paramos en su entrada para sacar unas fotos, mirar el mapa y hacia arriba.

















Por húmedas praderas seguimos el ininterrumpido ascenso.
Sobrepasamos el cruce al Piméné, que se desvía hacia la izquierda, y nosotros en largos zigzags nos acercamos hasta unas glotonas vacas que no paran de comer, es el paraíso bovino, menudo año de hierba tierna y verde. 


Continuamos hasta unas peñas donde decidimos reponer fuerzas, unas barritas, algo de líquido y adelante.
Habíamos parado casi al lado de la Horquette d'Alans y en este momento parece que se va a levantar poco a poco la niebla, ¡bien!.

Podemos observar que en el paso natural hay unos hitos hacia la derecha para cumbrear los picos que forman el circo de Estaubé.





Nosotros los desechamos y continuamos en zigzag en descenso hacia la izquierda sin perder el rastro de la senda que traíamos y que nos sitúa a los pies de una gran roca. 
Nos hemos adentrado en el circo de Estaubé y a ratos se ve algo, las nieblas circulan por el valle subiendo/bajando pero sin dejar de moverse.
Aprovechamos para hacer una paradita y quitarnos los chubasqueros, se levanta el día tal y como decía la información metereológica.
Un cruce a la izquierda, sin señalizar, hacia Lac des Gloriettes. No es nuestro sendero.
Nos dirigimos rectos, la senda tiene poco desnivel, solo hay un paso un poco pedregoso que nos tiene reservada la sorpresa del día, ¡Edelweiss! un pequeño ramo de esta flor endémica de los Pirineos. (Solo la había visto otra vez en el Cañón de Añisclo.)

Estamos todavía barajando subir por la Tucarroya, pero entre la nieve que nos han dicho en el refugio de Goriz que todavía queda y las nieblas, desechamos por completo este itinerario. Otra excusa para volver a este bonito rincón.
Preguntamos a varias personas que nos cruzamos y vienen desde el Puerto Nuevo de Pineta.
Y las juguetonas nubes siguen hoy último día haciendo de las suyas, saltan, bajan, suben.... 
Cuando se levantan vemos los neveros que todavía continuan helados en la base de las cumbres, no nos extraña, es un verano casi otoñal.



La senda avanza casi en llano. Si miramos hacia el fondo del valle, en alguna ocasión que las brumas lo permiten, podemos ver las aguas azul-turquesa del embalse des Gloriettes, que pasamos ayer.


Echando la vista atrás se puede apreciar la Hourquette d'Alans, paso natural entre el Circo de Gavarnie y el Circo de Estaubé.
Hacemos una parada a comer y cuando retomamos la senda tenemos que abrigarnos como si de invierno se tratará. Unas temperaturas frescas para ser mediados de agosto. Pero las flores están encantadas.
 

Caminamos paralelos a las paredes de las montañas, con un enorme nevero enmedio y vemos delante la apertura de nuestro paso, el Puerto la Lera o Puerto Nuevo de Pineta.
 
Un último vistazo hacia atrás, a la cara francesa de los Pirineos, nos hace observar que cada vez está más tapado por las brumas. 
La salida al valle español de Pineta es especular.
Se ven sus cimas enmarcadas en un cielo casi azul, y los colores verdes del llamado Balle Berde resplandecen.
Tenemos señalizada la bajada en zigzag pegados casi a la peña del Forcarral, a nuestra derecha.

Baja un muchacho delante que nos sirve de referencia para ver la dirección correcta de nuestro descenso, primero pegados a la pared en zigzags, con terreno más dificultoso y una vez superado el primer montículo giro a la izquierda por una pedrera muy cómoda que nos permite avanzar como si estuviesemos esquiando, la piedra amortigua nuestros pasos y nos frena.



















Cuando descendemos lo suficiente para sortear el peñón del Forcarral queda a nuestra vista la cumbre más alta del macizo de Ordesa-Monte Perdido.
Y entre las nieblas fluctuantes vemos parcialmente el glaciar del Monte Perdido, inmenso, no se como se mantendrá otros años, pero en este luce un espeso manto blanco.
Y las cascadas de agua surgen de muchos sitios. Estamos de deshielo.




























Un vistazo a nuestras espaldas, impresionante el Puerto Nuevo de Pineta o La Lera.

Otro vistazo hacia la derecha y se abren un poco las nubes para permitirnos ver mejor el glaciar de Monte Perdido.

Este tramo más bajo es de piedra más pequeña y es más complicado su avance. Vamos atentos a los resbalones.
Sobrepasamos un nevero y salimos a la senda que sube al Balcón de Pineta. Nosotros tomamos la dirección contraria, a nuestro pesar.
Nos sacamos una foto del grupeto en la cabecera  del Valle de Pineta y continuamos nuestra ruta.






La vertiginosa cascada sobre el Cinca nos está esperando. Xu fragor no nos deja ni sacar una foto sin que nos caigan gotas de agua y el murmullo es ensordecedor. Magnífica y sorprendente la caudalosa cascada.
Un buen sitio para desplegar la bandera del Elche, en la última etapa. Espectacular.
El sol nos da de cara y las fotos no resultan todo lo perfectas que quisieramos, pero el lugar es para volver y volver.
Recomendable venir en otoño, el bosque luce unos colores imposibles de describir.




























Solo nos queda descender por la senda señalizada. Primero es por medio de una pradera con flores, que poco a poco va convirtiendose en un pequeño bosque y por él llegamos a una pista ancha de tierra.
Dirección diestra ya caminamos raudos hasta el aparcamiento de Pineta.
Una merecida cerveza y cogemos el coche que nos conducirá de nuevo al pueblo de Bielsa donde nos daremos un homenaje gastronómico para rematar la insuperable ruta pirináica de este año.













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