Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

sábado, 20 de agosto de 2016

9ª ETAPA-DE VALLORCINE A ARGENTIÈRE POR LES AIGUILLES ROUGES

TMB- 9 TOUR DU MONT-BLANC


(8ª ETAPA)                                                                                                          (10ª ETAPA)
FICHA TÉCNICA-
Día: 20/08/2016
Participantes: Pedro, Nacho, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 6 horas.
Distancia:  13 km.
Dificultad: Media-alta. Por su desnivel.
Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=14718329

ITINERARIO:
Vallorcine/Gîte Mermoud - Chemin des Diligences - Cruz - Le Montet(1.303 m.) - Col des Montets (1.496 m.) - Tête aux Vents (2.132 m.) - Chalet des Chéserys - Chemin des Grands Bois - Argentière/Gîte Belvedere
Gîte Le Belvedere: http://www.gitelebelvedere.co.uk/

RUTA:
Salimos del refuge Mermoud en Vallorcine y nos dirigimos hacia la derecha, en dirección Sur, para  tomar el Chemin des Diligences. La temperatura es agradable, aunque el cielo está un tanto encapotado.
















Sobrepasamos varias casas de madera y piedra típicas de esta zona. Están integradas en la naturaleza, como si siempre hubieran formado parte de ella. Precioso rincón.
















El sendero va abandonando el pueblo y en el primer cruce nos dirigimos a la derecha, hacia el Col des Montet. Nuestras imágenes son de pequeñas y herbosas colinas que nos rodean, que hacen de esta última ruta andada todo un placer para los sentidos.
Conforme llegamos al collado el paisaje se vuelve más abrupto y salvaje, con amplias vistas de las agujas puntiagudas, afiladas, y nevadas dada su colosal altura.










Empezamos a contemplar de frente los dos glaciares, el del Tour y de Argentière.
























Y ganando altura los vamos teniendo a nuestro nivel.

Desde este mirador podemos ver les Drus y el Diente del Gigante que se asoma a la derecha.

Hay varios carteles que explican la formación de los lagos. No tenemos tiempo que perder y los leeremos con más tranquilidad cuando lleguemos a casa. Tareas para los ratos de ocio.

























El día sigue encapotado, no levanta de momento y parece que no va a hacerlo en todo el día. Las nieblas van bajando hacia nosotros. Pero, a pesar de ello, una gran hilera de caminantes nos precede. Las laderas están tapizadas de rododendros y el desnivel cada vez es mayor.

Y conforme ganamos altura aumentan los nubarrones que se enganchan a las cúspides más altas de la cordillera de los Alpes.
Empiezan a caer las primeras gotas y debemos parar a pertrecharnos con los resguardos de las mochilas y los chubasqueros. No habíamos visto la lluvia en todos los días de ruta y hoy todo apunta a que va a ser nuestra compañera.
Hacia arriba todavía podemos ver las cumbres de les Aiguilles Rouges.









Llegamos al cruce de Tête aux Vents, marcado con un gran hito de piedras. En este punto decidimos bajar, la lluvia arrecia y para no ver nada no merece la pena avanzar. Para abajo. Como diría una amigo, el Ejercito Español nunca retrocece, da la vuelta y sigue caminando. Eso es lo que hacemos. Arriba no esperaba el Lac Blanc, pero la madre naturaleza manda. Otra vez será. Apuntado queda en nuestra agenda.
Enseguida llegamos al lado de una pequeña construcción. Estamos a casi 2.000 metros de altitud, en el Chalet des Chéserys y la lluvia cae sin parar. 

No es una lluvia torrencial, ni con rayos y truenos, cae con suavidad, pero de forma constante. Una lástima por la falta de vistas, pero es una jornada típica en los Alpes. Un magnífico día de riego, de que si no iban a tener todo tan verde.

Conforme descendemos va aumentando el arbolado y la vegetación.













Los  helechos, matorrales, rododendros están reverdecidos. Y abajo, los pueblecitos resaltan con los tonos verdosos de las praderas que los enmarcan.



























Nos tropezamos con gente que sube y baja corriendo, preparando la Ultra Trail con el tiempo lluvioso. Les puede pasar el día de la carrera, así van preparados.












Y caminando a través del precioso sendero del Chemin des Grands Bois en poco rato nos situamos a la altura del pueblo de Argentière y pasamos nuestra última noche ( igual que la primera)  en el Gîte de Belvedere donde entramos a quitarnos la ropa mojada, darnos una ducha y como nuevos a la calle.

Aprovechamos el descenso antes de tiempo para darnos un homenaje y comer bien. Una fondue típica de la zona no puede fallar, así como la degustación de la buena carne que tienen en la zona. Los postres, para no bajar el nivel, deliciosos. Celebramos que hemos terminado el soñado Tour al Mont Blanc.
Nos queda pendiente que mañana despeje para poder subir con el teléferico a L'Aiguille du Midi. El día de hoy no pinta nada bien, las nieblas cubren todas las cimas de les Aiguilles Rouges, llegando casi a la iglesia de Chamonix. Hacia el macizo del Mont Blanc nos impiden ver el glaciar de Bossons que el otro día se apreciaba perfectamente. 
Y atravesamos la línea de meta de la UTMB.... nosotros andando. Cada uno como puede. Tampoco está mal. Chamonix es un hervidero de gente.

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