Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

lunes, 16 de agosto de 2010

DEL REFUGIO DE LIZARA AL BOSQUE DE OZA

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EL JARDÍN DEL PIRINEO


Nuestra ruta en raya roja.

FICHA TÉCNICA-
Día: 16 de agosto.
Integrantes:  Lourdes, Nieves, Chus, Diego y Julián.
Distancia: 20 km.
Tiempo estimado: 7 horas.

RUTA:
Descansamos en un hostal de Siresa y nos ponemos de nuevo en ruta. Un coche lo dejamos en la Selva de Oza y con el otro nos dirigimos al Refugio de Lizara. El día se presenta muy atractivo.




1-De Lizara al Ibón Estanés-
Partimos del Refugio de Lizara situado bajo el majestuoso y enigmático Bisaurín, en las inclinadas campas de Lizara. Seguimos dirección Norte por detrás del refugio hasta coger una senda por la que nos vamos elevando por terreno despejado, hasta alcanzar un viejo refugio de pastores, de Oldecua y entrando de lleno en el valle situado entre el Bisaurín y el macizo de Bernera.
Tras un mantenido repecho por un paraje de singular belleza, en forma de agreste canal, alcanzamos el refugio de Bernera o Caseta de los Forestales,  a 1.990 metros de altitud, para enseguida llegar a la Plana Mistresa, que recoge las aguas de este pequeño circo para dar origen al valle. Varios itinerarios parten de la bucólica pradera de Mistresa:
el Collado de Secús a nuestra izquierda, que comunica con el valle de Hecho, siendo asimismo una ruta para ascender al Bisaurín, donde estuvimos ayer; así como la brecha superior de Bernera; y el valle de los Sarrios, que son las dos opciones que tenemos para alcanzar nuestro objetivo. Nosotros nos decidimos por esta última opción, por ser sin duda la más aconsejable e interesante. Giramos a la derecha cruzando un arroyo y vamos remontando en suave ascenso las laderas en dirección Este hasta llegar al modesto Ibón Viejo del Valle de los Sarrios.
Estamos en medio del circo de Olibón, impresionante.
Seguimos adelante por la pradera del valle de los Sarrios disfrutando de cada paso, para alcanzar breve el Collado de los Puertos.
Desde aquí disfrutamos de un bonito paraje, cerrado al Sur y al Este por la muralla de los picos de Olibón, con su aspecto desafiante de alta montaña. Descendemos por la vertiente opuesta por terreno herboso y canchal hacia el pequeño circo que forma dichos picos y que constituye el fantástico Valle de los Sarrios por donde discurren varios arroyos, hasta que alcanzamos la entrada N. al mencionado valle que nos da vistas a la vertiente de Candanchu, donde podemos observar un bonito mar de nubes. Y al fondo emergen los picos de la Mesa de Tres Reyes, el Anie y el que creemos que es el Acherito.

Seguimos adelante perdiendo altura por una estrecha canal, tras la cual tomamos dirección Oeste siguiendo un pequeño barranco producido por una hoya, para finalmente, descender unos metros al Norte y por pastizales llegamos al Ibón de Estanés a 1.777 m. de altitud.
Un poco antes nos encontramos con la chicas que vimos en el Bisaurín y luego volveremos ver en el Ibón de Acherito. Son montañeras del Gobierno de Aragón. ¡Que casualidad!










2- Del Ibón Estanés a la Selva de Oza

En el Ibón Estanés comemos y refrescamos los pies. Dejamos el Ibón por la GR-11 en dirección oeste hasta llegar al Collado de Aguas Tuertas desde donde se divisa uno de los parajes más bellos de todo el Pirineo: 

el Cañón de Aguas Tuertas. Este valle recibe este nombre porque el río se retuerce en el fondo de este antiguo valle glaciar en el Pirineo oscense occidental abriendose camino hasta llegar al Valle del Infierno, creando unos bellos meandros. Aquí se produce el nacimiento del Aragón Subordán, que discurre en zigzag todavía buscando el curso recto. Nos encontramos con el "Chapas", dicese de un montañero dado a hablar mucho, acompañado de una pareja de franceses. 
La ruta prosigue cruzando todo este valle hasta el final. Primero vadeamos el arroyo y luego caminamos por la izquierda rodeados de vacas y caballos hasta llegar un pequeño refugio de pastores, es el Achar de Aguas Tuertas. 

A partir de ahí toca descender por un sendero con un gran desnivel hasta coger la pista de la Guarrinza donde existe una valla y una cascada. En teoría el coche lo debimos dejar ahí, pero las conductoras prefirieron dejarlo mucho más abajo, en la Selva de Oza y nos toca hacer 44 minutos más de pista. Por la mañana un coche lo dejamos en ese lugar y el otro lo llevamos al refugio de Lizara que luego fuimos a recoger al final del día. Estaban las llaves y el coche, pese al temor de alguna. Es un auténtico jardín. El recorrido precioso y sin dificultades.  

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