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a fortaleza natural que constituye la Sierra de Codés, con La Plana , el Yoar y la Malpica abrigan con sus cimas de más de 1.000 m . el Santuario de Nuestra Señora de Codés. Un templo que se construyó en dos etapas durante los siglos XVI y XVII. Tiene nave única con cuatro tramos, los de los pies cubiertos con bóvedas baídas y lo siguientes con crucería estrellada, cabecera cuadrada con casquete esférico sobre pechinas y, entre los contrafuertes, capillas muy profundas se comunican entre sí. El conjunto se completa con una gran sacristía barroca, coro a los pies que se prolonga en tribunas laterales y una torre levantada en la primera mitad del siglo XVIII.
En el interior, una reja barroca del siglo XVII separa el presbiterio, en el que se sitúa el retablo mayor, tardomanierista, de mediados del siglo XVII.
La iglesia, a la que se accede por una escalinata y un pórtico, es parte de un basto complejo arquitectónico compuesto por otros edificios, como el palacio del Obispo de Lepe y la hospedería que se encuentra en pleno funcionamiento.
En el
La iglesia, a la que se accede por una escalinata y un pórtico, es parte de un basto complejo arquitectónico compuesto por otros edificios, como el palacio del Obispo de Lepe y la hospedería que se encuentra en pleno funcionamiento.
Día: 27/04/2011
Participantes: Angel, Julián, Pili, Chus, Nieves y Lourdes.
Tiempo: 4 horas
Hoy comenzamos la ruta en el Santuario de Codés, cogemos agua en sus maravillosas fuentes y salimos por una pista hacia la derecha. Se convierte en un sendero que pasa al lado de una caseta y llegados a la bifurcación vamos a la derecha por un sendero rodeado de robles, quejigos y encinas.
Hay que buscar unas marcas azules y también hitos. Tuercen nuestro rumbo hacia la izquierda y comenzamos la ascensión con unas rampas muy inclinadas.
Tiempo: 4 horas
Hoy comenzamos la ruta en el Santuario de Codés, cogemos agua en sus maravillosas fuentes y salimos por una pista hacia la derecha. Se convierte en un sendero que pasa al lado de una caseta y llegados a la bifurcación vamos a la derecha por un sendero rodeado de robles, quejigos y encinas.
Hay que buscar unas marcas azules y también hitos. Tuercen nuestro rumbo hacia la izquierda y comenzamos la ascensión con unas rampas muy inclinadas.
Subimos entre un túnel de arboles y arbustos. Hoy hace calor y no se ven nubes que nos molesten para coronar la cima del Monte de Navarra o La Plana, que no pudimos hollar hace dos días por las nieblas. Llegamos al collado, situado entre la Malpica y La Plana , se ve la espina dorsal de la Costalera al lado, y todo el valle de la Berrueza...
Por toda la crestera, por un camino evidente, subimos poco a poco hasta el primer hito de piedra que nos señala que estamos al lado de la cumbre del Monte de Navarra o La Plana. E n su cara norte hay hayas retorcidas y fantasmagóricas debido al viento del norte que les azota y que les ha retrasado la aparición de las hojas. Vemos a 20 metros la cima y la estatua que hay dando fe de la altura: 1.338 m .
Sacamos las fotos de rigor y vamos en busca del collado. Caminamos en dirección de las antenas del Yoar. Por un camino muy pisado, en principio va por la crestera de la sierra, con vistas a unos cortados impresionantes hacia el sur. En este paso la sierra es más agreste y rocosa. Y después va muy resguardado del viento y de todo peligro hacia la cara norte.
Hacemos una parada para reponer fuerzas y beber agua. Las vistas son preciosas, con hayas que empiezan a brotar, las antenas del Yoar al fondo son inconfundibles para encontrar la cima, pero cuando la subes resulta bastante desagradable ver la cantidad de hierros que hay al lado de su cumbre, son los inconvenientes de tener televisión, radio, móvil...
Hacemos una parada para reponer fuerzas y beber agua. Las vistas son preciosas, con hayas que empiezan a brotar, las antenas del Yoar al fondo son inconfundibles para encontrar la cima, pero cuando la subes resulta bastante desagradable ver la cantidad de hierros que hay al lado de su cumbre, son los inconvenientes de tener televisión, radio, móvil...
Tomamos la senda hacia la izquierda, comenzamos el descenso por el GR 1. Es un sendero muy bonito que zigzaguea. Abajo se ve el Santuario y el valle de Aguilar y por los laterales vamos rodeados de imponentes peñas. A nuestra derecha se alza, imponente, la Peña de los Cencerros, una aguja de difícil escalada. Hemos llegado a una cascajera y hay que tener cuidado con no resbalarse.
Siguiendo las indicaciones el camino se va desviando a la derecha y ya con un sendero amplio vamos paseando entre robles y quejigos tranquilamente. Llegamos a una era donde hay unos ejemplares de roble tremendos, con unos troncos espectaculares. Se podría pasar uno aquí horas y horas contemplando la belleza de estos ejemplares centenarios. Desde aquí la vista a toda la sierra que hemos atravesado es maravillosa.
Visita muy recomendable en primavera, otoño e invierno. Con nieve es precioso ver los Pirineos, San Donato, el Moncayo..... En verano también, pero hay que madrugar, la sombra de encinas y robles de esta zona no da mucha frescura y al mediodía quema el sol.
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