Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

viernes, 18 de julio de 2014

OLITE (NAVARRA)

OLITE

Julio 2014
Históricamente Navarra ha estado dividida en 5 merindades: Pamplona las Montañas, Tudela, Estella, Sangüesa y Olite, y las Tierras de Ultrapuertos o Baja Navarra.
El Palacio Real de Olite es la obra cumbre del rey Carlos III “el Noble” (1387-1425) y el emblema más representativo del viejo Reino de Navarra.
Carlos III y su esposa doña Leonor van a ser los artífices de la construcción del Palacio Real “que tenía tantas habitaciones como días el año”. El derroche económico, creatividad y capricho va a convertirlo en un palacio de ensueño, uno de los palacios más espléndidos de Europa en su época.
El Palacio es un complejo conjunto irregular de torres, estancias, galerías, jardines y patios que le confieren un aspecto anárquico y una singular silueta que sobresale sobre el caserío de la ciudad. A pesar de esa aparente anarquía el aspecto exterior es majestuoso.

La iglesia de Santa María la Real está adosada al Palacio Real y fue utilizada por los monarcas navarros en las grandes festividades y actos solemnes. El Palacio disponía de capilla propia, dedicada a San Jorge, y una tribuna particular cerrada con celosías en Santa María. Aquí se celebraron Cortes del reino, bautizos, bodas y exequias reales. Los monarcas navarros la favorecieron de una manera especial: apoyaron su construcción, erigieron altares y fundaron capellanías y cofradías. Escudos de los monarcas decoraban la fachada y la talla de la reina Doña Blanca preside el arco de entrada del atrio.
Otro monumento de arquitectura civil a destacar son la Torre del Chapitel o portal del recinto amurallado romano y medieval, “cambra del Concejo”, casa del mercado, torre del reloj y “de la queda”, todas estas actividades se aúnan en la historia de la torre del Chapitel. 
Uno de los atractivos de la ciudad es perderse por las viejas rúas del casco antiguo y apreciar los palacios y casonas medievales, renacentistas y barrocas que nos trasladan a otros tiempos. El entramado urbano ha conservado la configuración que adquirió en el siglo XIII. Destaca la Casa de Cultura en la Rúa Mayor, rehabilitación del palacio barroco del Marqués de Feria, y el conjunto de la plaza Carlos III el Noble y Galerías Medievales
Sus calles son escenario de los Festivales de Teatro Clásico, la segunda quincena de julio. Imprescindible hacer una visita en cualquier época del año.

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