RECORRIENDO LA SIERRA DE ENTZIA-
FICHA TÉCNICA-
Día: 27/07/2014
Participantes: Nieves, Chus, Marian, Javier, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 4 horas.
Día: 27/07/2014
Participantes: Nieves, Chus, Marian, Javier, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 4 horas.
Distancia: 13 km.
Como llegar: Desde Estella hacia Vitoria por la NA 132-A y antes de llegar a Santa Cruz la carretera A 2128 a Contrasta, pasado el pueblo un cruce a la izquierda y rectos hasta encontrar el Puerto de Opacua. A la derecha por la Pista del puerto de Opacua recorremos unos 2 km.
ITINERARIO:
Pista de Opacua/Sierra de las Limitaciones - Fuente de Iturbatz - Lazkueta - Campas de Legaire - Dólmenes de Legaire, el Cromlech de Mendiluze - Menhir de Lekuona - Borda de Lekuona - Baio o Ballo - Puerto de Bicuña - Bosque mágico de Arno - Fuente de Iturbatz - Pista.
Pista de Opacua/Sierra de las Limitaciones - Fuente de Iturbatz - Lazkueta - Campas de Legaire - Dólmenes de Legaire, el Cromlech de Mendiluze - Menhir de Lekuona - Borda de Lekuona - Baio o Ballo - Puerto de Bicuña - Bosque mágico de Arno - Fuente de Iturbatz - Pista.
Los montes de la sierra de Entzia, en Alava, son la continuación occidental de la navarra sierra de Urbasa. Este espacio natural de 4.991,4 hectáreas se encuentra, por lo tanto, en el borde nororiental del territorio alavés y es muy cómodo de visitar, pues se trata en su mayor parte de una altiplanicie cercada en los flancos norte y sur por sendas líneas de cresta, con bruscas caídas a la Llanada Alavesa por un lado y al valle de Arana por otro.
En cuanto al paisaje vegetal, destacar la presencia de magníficos hayedos, el bosque por excelencia en la zona, y los quejigales. Podemos hallar también representaciones de otros tipos forestales, como el marojal en la solana del monte Bitigarra (1.169 m) o el robledal en Bikuña (San Millán).
Entre los pobladores del reino animal, en las áreas de pasto y matorral veremos espléndidos grupos de yeguas, además de rebaños de oveja latxa y vacas. También podemos citar entre las aves al discreto azor y entre los mamíferos, al gato montés y a la garduña, aunque son muy difíciles de observar por su actividad nocturna. La producción anual de hayucos surte de alimento a nutridas piaras de jabalíes, mientras que en algunas charcas y humedales habitan el tritón alpino y las ranas.
RUTA:
Nos calzamos las botas y comenzamos la ruta desde el margen izquierdo de la carretera. Enseguida llegamos a un pinar /abetal que tiene un pequeño lago a su izquierda. Cruzamos un puentecito de madera y avanzamos sin detenernos a beber en la fuente de Iturbatz, a nuestra izquierda, que es el origen del pequeño arroyo y lago.
Caminamos un rato paralelos al doble tubo de recogida de aguas.
El sendero está flanqueado de hayas, el árbol más habitual en esta sierra, y que nos acompaña casi toda la ruta.
Giramos hacia la derecha para subir suavemente la ladera de la montaña y en un punto, que ya saben nuestros guías, nos giramos a la derecha para ir a buscar el alto
de Lazkueta.
Nos encaramamos a una pequeña colina desde la que podemos observar la masa forestal, a nuestros pies, interminable, que forma parte de la sierra de Entzia, de la vecina Limitaciones y de Urbasa.
Vamos sin señales evidentes
buscando la cima pero nos desviamos un poco a la derecha, nos damos cuenta tarde y encontramos un paso para el descenso. Lo tomamos dejando para otro día la visita a la cima. Caminamos al lado de una alambrada, paralelos a ella para llegar hasta el espacio abierto.
buscando la cima pero nos desviamos un poco a la derecha, nos damos cuenta tarde y encontramos un paso para el descenso. Lo tomamos dejando para otro día la visita a la cima. Caminamos al lado de una alambrada, paralelos a ella para llegar hasta el espacio abierto.
Son las campas de Legaire, calvas enmedio de los hayedos, inmensos prados con hierba y arbustos donde los animales, yeguas, vacas, ovejas, pastan a sus anchas.
Por los pastizales de Legaire en dirección Suroeste, paralelos a la loma cubierta de bosque que se aprecia a nuestra izquierda. Sin sendero definido veremos pronto el curso del arroyo Legaire, a nuestra derecha, los manantiales que forman el riachuelo, bajan formando bonitos meandros que observamos mejor desde la colina, un poco más tarde.
Pasamos al lado de una borda pastoril de Legaire y subimos rectos para ganar altura progresivamente hasta subir al cordal en el que se sitúan los dólmenes de Legaire (1.020 m.), el cromlech de Mendiluze (1.050 m.) Varios de los menhires que lo integran, ya restaurados, dan una idea del aspecto que tuvo en la Edad del Hierro. Y el menhir de Lekuona (1.107 m.) .
El cromlech de Mendiluce,fue descubierto en 1983, tiene cerca de 2700 años de antigüedad y en él fueron enterrados los habitantes de la zona, seguramente fue realizado por las comunidades pastoriles durante la edad del Bronce y del Hierro unos 1000 años antes de Cristo. Su función principal era calcular los solsticios y los equinoccios se podría decir que es un calendario de Piedra.
El círculo está formado por 4 grandes menhires desviados 29º 30' respecto a los cuatro puntos cardinales actuales.
Paramos a almorzar con vistas a San Donato, y a la sierra de Altzania y del Aizkorri. Al lado hay unos enormes ejemplares de arce.
Reemprendemos la marcha avanzando paralelos a una alambrada, hasta desembocar en un hayedo y, más adelante, llegar a la chabola Lekuona, punto en el que se inicia, sin senda y siempre entre umbrío bosque, el repecho final hasta el escarpe rocoso sobre el que está asentada la cumbre de Ballo, Bayo o Baio.
El suave ascenso nos sitúa frente a una panorámica espectacular. Una vez en la cima, conviene tomarse el tiempo necesario para apreciar toda la Llanada alavesa y sobre ella las sierras de Elgea, Urkilla, Aizkorri y montes de Altzania. También se divisan Aralar, con los llamativos Txindoki y Altxueta, y el colosal San Donato, ya en Navarra.
Después de disfrutar de las vistas reemprendemos el descenso de la cresta caliza encontrando señales del GR 282, las seguiremos.
Bajamos por las campas del puerto
de Bicuña, al lado derecho se ve el desfiladero y el bosque de hayas que nos rodea.
Por un sencillo camino llegamos en poco tiempo hasta un portillo que debemos cruzar. Las señales de la GR 282 que se giran hacia la derecha, hacia San Vicente de Arana y Roitegui, y que nosotros ahora abandonamos siguiendo rectos.
de Bicuña, al lado derecho se ve el desfiladero y el bosque de hayas que nos rodea.
Por un sencillo camino llegamos en poco tiempo hasta un portillo que debemos cruzar. Las señales de la GR 282 que se giran hacia la derecha, hacia San Vicente de Arana y Roitegui, y que nosotros ahora abandonamos siguiendo rectos.
Al poco rato veremos una borda donde tienen una reunión, han puesto una gran mesa al costado de la casita, ¡que sitio más estupendo para comer!.
En poco rato, hay que estar atentos, y buscar a mano derecha un recoveco donde se encuentran unos arcos naturales en la roca.
Cuando se empiezan a ver unos conjuntos de rocas y arboles con mucho musgo, están en un rincón cerrado a la vista y no están señalizados. Abandonamos el camino principal que llevábamos y sorpresa.
El conjunto mas importante lo tenemos a a escasos metros del camino, estamos en el paraje de Arno, arcos, dolinas, y figuras caprichosas aparecen por doquier, parece que conocemos la sierra pero siempre encontramos algo fascinante dentro de ella.
El mas elegante es el arco de Zalamportillo
Recorremos los pasillos que forman las rocas, parece un laberinto.
Después de recrearnos en esta maravilla retomamos nuestro sendero que nos lleva a enlazar con el primer tramo de la mañana y vamos hasta la Fuente de Iturbatz, donde nos detenemos a beber un poco de agua, fresquísima y en un último tirón hasta el coche.
Inmensa y preciosa sierra de Entzia que no deja de sorprendernos. Naturaleza en estado puro, bosques, lagos, fuentes, fenómenos kársticos, abundantes restos megalíticos, hacen de toda la sierra una delicia para los sentidos.
Debajo de las hayas no se siente el calor, pero hoy hace uno de los días más veraniegos de julio.
Debajo de las hayas no se siente el calor, pero hoy hace uno de los días más veraniegos de julio.
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