TOSSAL BLANC(971 M.) EN LA SIERRA DE LA ALMUDAINA
FICHA TÉCNICA-
Día: 17/06/2015
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 4 horas.
Distancia: 12 km.
Dificultad: Media.
Punto de inicio: Por la autovía Alicante-Valencia, tomar la salida hacia Benimarfull. En la rotonda se sigue recto llegando enseguida al pueblo y atravesandolo continuar recto hasta Planes. Se cruza por medio y se sale dirección a Pego. A unos 2 kilómetros cruce a la derecha a Catamarruch, en 1 kilómetro llegamos al pueblo.
Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9983013
ITINERARIO:
Día: 17/06/2015
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 4 horas.
Distancia: 12 km.
Dificultad: Media.
Punto de inicio: Por la autovía Alicante-Valencia, tomar la salida hacia Benimarfull. En la rotonda se sigue recto llegando enseguida al pueblo y atravesandolo continuar recto hasta Planes. Se cruza por medio y se sale dirección a Pego. A unos 2 kilómetros cruce a la derecha a Catamarruch, en 1 kilómetro llegamos al pueblo.
Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9983013
ITINERARIO:
Catamarruch - Penyes de la Cova Negra - Mas de la Cendra - Tossal Blanc - Malledetes dels Angels - Tossal dels Matxos - Mas de Cantacuc - Catamarruch.
Situada al Noreste de la provincia de Alicante se encuentra la Sierra de la Almudaina, una larga loma, cuyas alturas máximas están en los 1.000 metros. Con pocos escarpes cuando observas su cara Norte desde Planes o su cara Sur desde Balones, pero con unos abruptos barrancos en su cara Este. A continuación, hacia el Este, se sitúa la Sierra de Cantacuc con modestas alturas, pero infinitos barrancos, a su lado surge el famoso de la Encantada.
En la foto vemos en primer plano la Sierra de Cantacuc, a su izquierda unos cantiles rocosos, y al fondo la Almudaina con las Penyes de la Cova Negra a la derecha, y a la izquierda el Tossal Blanc de firna piramidal, de casi 1.000 metros de altitud. Por ahí discurre nuestro itinerario de ida y vuelta.
RUTA:
Arrancamos desde Catamarruch, pedanía perteneciente a Planes de la Baronía, cruzamos el pueblo por su lateral y bajamos entre huertos de almendros, olivos. Giramos a la derecha y en el siguiente cruce a la izquierda.
El camino asfaltado lo abandonamos en un posterior cruce por la derecha, para transitar por una pista de tierra en bajada hacia el barranco de Benialfaquí.
El día está resplandeciente y vemos la tan querida por nosotros cara Este de la Sierra de la Almudaina, ya apreciamos los roquedos de les Penyes de la Cova Negra y a continuación a la izquierda de la imagen, con forma cónica, el Tossal Blanc que es la cumbre más alta del día.
Avanzamos deprisa en descenso para llegar a la parte más baja del recorrido de hoy, al lado del lecho seco del arroyo, es el punto de inflexión desde aquí nos toca comenzar el ascenso. Sabemos que es inevitable si vamos al monte, el primer esfuerzo del día.
A pesar de los 16º en la salida del pueblo y de que se ven pequeños charcos de agua por el camino, hace calor.
Primero caminamos por una pista de tierra, girándonos varias veces vemos atrás el bonito pueblo de Catamarruch en una atalaya y escoltándole el Benicadell.
Primero caminamos por una pista de tierra, girándonos varias veces vemos atrás el bonito pueblo de Catamarruch en una atalaya y escoltándole el Benicadell.
Nos encaminamos hacia arriba, buscando les Penyes de la Cova Negra, que sabemos que están a nuestra derecha.
Una subida que nos sorprende por su exigencia, siempre la habíamos hecho en bajada, y espectacular por sus vistas a los barrancos y a los roquedos de la sierra de la Almudaina.
Cuando llegamos a una pequeña explanada, a la derecha, con vistas a las estribaciones del Este de la Sierra de la Almudaina la pista se convierte en un angosto sendero. Al principio es de tierra y se notan los derrapes de las bicis que han ahondado la senda, y poco a poco va imperando la piedra hasta que llegamos al collado con vistas a les Penyes de la Cova Negra.
Las vistas a la mole rocosa son espectaculares, en su lateral derecho sobresale la forma redondeada de la oquedad de una cueva.
Hace tiempo que no hemos parado en lo que creemos la Cova Negra. Abandonamos la senda principal, hacia la derecha. Nos acercamos para contemplar la pequeña cavidad, casi tapada en su totalidad por una hermosa higuera, que deja el perfume de sus verdes hojas. En esta esquina del monte impera la sombra y es una delicia contemplar desde este mirador el barranco y las sierras que nos rodean, el Benicadell, la sierra de la Solana, la Safor, la Albureca, la Foradà...
Desde la Cova Negra retornamos hasta el sendero principal, está bastante tapado por la maleza, es estrecho y no es muy frecuentado. Vamos paralelos a los roquedos, por debajo de ellos. Desde lejos parece una montaña de piedra maciza, pero al acercanos vemos que tienen unas grandes oquedades.
Dejamos atrás un par de tapias de piedra pertenecientes a algún huerto abandonado, seguimos subiendo hacia el Mas de Cendra, rincón conocido por nosotros en muchas ocasiones, pero es la primera vez que llevamos la marcha en este sentido.
Casi llegando a la alquería damos un vistazo a nuestras espaldas, se ve la sierra de la Almudaina y al fondo la sierra de Mariola, del Benicadell, de la Foradá.....
Volviendo a caminar al frente tenemos nuestro objetivo, el Tossal Blanc como si de una gran pirámide se tratara, a sus pies el Mas de Cendra. Vamos a rodearlo y lo afrontaremos por la cara Sur, por un collado.
Unas fotos de la casa, en sus alrededores tiene gran variedad de arboles, almendros, pinos, cipreses... y una mirada al valle.Desde la Cova Negra retornamos hasta el sendero principal, está bastante tapado por la maleza, es estrecho y no es muy frecuentado. Vamos paralelos a los roquedos, por debajo de ellos. Desde lejos parece una montaña de piedra maciza, pero al acercanos vemos que tienen unas grandes oquedades.
Dejamos atrás un par de tapias de piedra pertenecientes a algún huerto abandonado, seguimos subiendo hacia el Mas de Cendra, rincón conocido por nosotros en muchas ocasiones, pero es la primera vez que llevamos la marcha en este sentido.
Casi llegando a la alquería damos un vistazo a nuestras espaldas, se ve la sierra de la Almudaina y al fondo la sierra de Mariola, del Benicadell, de la Foradá.....
Volviendo a caminar al frente tenemos nuestro objetivo, el Tossal Blanc como si de una gran pirámide se tratara, a sus pies el Mas de Cendra. Vamos a rodearlo y lo afrontaremos por la cara Sur, por un collado.
Proseguimos para afrontar el ultimo tramo de subida, ahora surge una senda ancha, que por el lateral del Tossal Blanc nos lleva en dirección Sur.
Es una ligera subida, y cuando dejamos a un lado del camino un coche casi desguazado, enseguida llega el collado en el que tenemos que abandonar el camino principal, por la izquierda.
Encontramos un hito y un sendero pisado que tomamos de nuevo a la izquierda. Cuando creemos que desciende tomamos la dirección casi rectos, campo a través, que nos llevará a la cima del Tossal Blanc, señalizada con un hito de piedras y un tronco seco.
Magnífica atalaya de casi 1.000 metros desde donde se divisa todo Alicante y parte de Valencia. Montcabrer, Benicadell, al fondo Montdúver, la Safor, Foradá, Alfaro, Aixortá, Serrella y toda la loma de la Almudaina.... hemos sudado un poco por el calor, pero tiene una merecida recompensa. Vemos algunas nubes que van haciendo acto de presencia y aprovechamos para tomar un trago y para disfrutar del momento.
Con pena empezamos a bajar del Tossal Blanc, esta vez vamos un poco a la izquierda y encontramos marcas de un antiguo PR, blanca/amarilla. Así que las seguimos y llevan nuestra dirección.
Vamos a cruzar por la cabecera del primer barranco del día, sin ninguna dificultad y con la visión desconocida del Tossal Blanc, la cima principal tiene una loma pequeña al Este, y del desfiladero que se forma en su parte media con vistas al Mas de Cantacuc. Con pena empezamos a bajar del Tossal Blanc, esta vez vamos un poco a la izquierda y encontramos marcas de un antiguo PR, blanca/amarilla. Así que las seguimos y llevan nuestra dirección.
Es un precioso y angosto sendero que nos saca a una pista de tierra. Continuamos por el PR y en el siguiente cruce giramos a la derecha. En este momento va surgiendo un pequeño bosque de pinos que nos protege del sol.
Sabíamos que había llovido algo en la zona los días pasados, e incluso cayó pedrisco sin acabar la campaña de la cereza, y encontramos alguna charca de agua, al lado un precioso manzano al cual no le cabe ni un fruto mas.
Avanzamos en continuas curvas para ir evitando el fondo de los barrancos y llegamos a una finca de almendros, aquí debemos girar a la izquierda. Abandonando las señales del PR.
La zona se llama les Malledetes dels Angels.
Caminamos flanqueados de pinos por el lateral de otro barranco, este va ganando altura. Estamos en la gloria, si el recorrido fuera todo el trayecto así de fresco y sombrío se podía estar todo el día caminando, sin parar.
Pero la pista visible se estrecha y desaparece, gracias al GPS sabemos que debemos bajar al cauce de un tercer barranco y luego subir, todo esto campo a través. No es muy complicado, pero sin senda evidente ni marcada.
Nos internamos por el cauce seco del barranco y volvemos a trepar por la vertiente contraria unos pocos metros.
Para salir a una pista ancha. Decidimos girar a la derecha para subir a la cota máxima del Tossal dels Matxos, unos pocos metros por la pista principal y encontramos una bifurcación a ambos lados, por lo que parece un cortafuegos.
Giramos a la izquierda, rodeados de pinos. En el punto más alto, un poco más de los 800 metros de altitud, un hito grande de piedras marca la cima.
En vez de volver atrás decidimos improvisar un campo a través y, rectos, descendemos como podemos la ladera de la montaña. No entraña ninguna dificultad. Hasta llegar al camino ancho de tierra que circunda todo el Tossal dels Matxos.
Cuando pensamos que vamos a caminar por la pista, el GPS nos vuelve a marcar que aquí debemos bajar al lecho seco del cuarto barranco y luego subir como podamos. Dicho y hecho. Cruzamos el barranco y volvemos a encaramarnos sobre una pista de tierra. (Se puede ir hacia la derecha por la pista de tierra y hacer una fuerte curva.)
Este camino nos lleva directos al Mas de Cantacuc, situado en un precioso rincón con vistas a la cara Este de la Sierra de Almudaina, en el centro de la Sierra de Cantacuc y el barranco con el mismo nombre. Panorámicas a Margarida, los restos de su castillo, Vall de Alcalá, sierra Foradà y los Llombos y hasta el Vall d'Ebo.
Hacemos una parada para tomar una fruta al lado de la casa, esta era usada antiguamente como venta por las personas que cruzaban la sierra de Cantacuc. Y ya encaramos el último tramo en bajada hasta el pueblo de Catamarruch.
Las nubes se van multiplicando, blancas, vaporosas, como enormes bolas de algodón blanco y dan contraste a los paisajes que recorremos en este momento.
Es una pista, en algunos tramos asfaltada, para permitir a los dueños de las fincas de almendros llegar hasta sus campos. Nos sorprende el tamaño de los almendrucos, están casi para recoger.
El camino no tiene desperdicio visual, contemplamos a nuestra izquierda las abruptas rocas de les Penyes de la Cova Negra, del Este de la sierra Almudaina. Y depende de la dirección que tome la serpenteante vereda, unas veces vemos de frente el Benicadell, otras el Montcabrer, otras Margarida con la Foradà a sus espaldas y sus característicos Llombos; otras la Sierra de la Almudaina en toda su extensión....
No sabemos a donde mirar, y de tener que elegir no sabríamos cúal de ellas luce con más belleza.
Disfrutamos de cada nueva perspectiva que tenemos de estas sierras tan recorridas por nosotros. Si cambiamos el itinerario, la estación del año o la hora del día se convierten en sitios diferentes y nuevas vistas impresionantes que se fijan en nuestras retinas.
Corta pero intensa excursión por el corazón de Alicante, por nuestra amada sierra de la Almudaina y la desconocida de Cantacuc.
Siempre merece una visita el Norte de Alicante. Especialmente en primavera nos atraen las cerezas, ya sea en época de floración o de la fruta. Es imprescindible acercarse a este paraíso.
Este año las circunstancias nos han hecho demorarnos demasiado, pero aquí estamos, sin faltar a la cita.
Fotos al utensilio casero usado para medir el calibre de las cerezas. Llegamos por poco a las últimas, exquisitas como siempre. Son las "Escogidas" de la montaña de Alicante.
Avanzamos en continuas curvas para ir evitando el fondo de los barrancos y llegamos a una finca de almendros, aquí debemos girar a la izquierda. Abandonando las señales del PR.
La zona se llama les Malledetes dels Angels.
Caminamos flanqueados de pinos por el lateral de otro barranco, este va ganando altura. Estamos en la gloria, si el recorrido fuera todo el trayecto así de fresco y sombrío se podía estar todo el día caminando, sin parar.
Pero la pista visible se estrecha y desaparece, gracias al GPS sabemos que debemos bajar al cauce de un tercer barranco y luego subir, todo esto campo a través. No es muy complicado, pero sin senda evidente ni marcada.
Nos internamos por el cauce seco del barranco y volvemos a trepar por la vertiente contraria unos pocos metros.
Para salir a una pista ancha. Decidimos girar a la derecha para subir a la cota máxima del Tossal dels Matxos, unos pocos metros por la pista principal y encontramos una bifurcación a ambos lados, por lo que parece un cortafuegos.
Giramos a la izquierda, rodeados de pinos. En el punto más alto, un poco más de los 800 metros de altitud, un hito grande de piedras marca la cima.
En vez de volver atrás decidimos improvisar un campo a través y, rectos, descendemos como podemos la ladera de la montaña. No entraña ninguna dificultad. Hasta llegar al camino ancho de tierra que circunda todo el Tossal dels Matxos.
Cuando pensamos que vamos a caminar por la pista, el GPS nos vuelve a marcar que aquí debemos bajar al lecho seco del cuarto barranco y luego subir como podamos. Dicho y hecho. Cruzamos el barranco y volvemos a encaramarnos sobre una pista de tierra. (Se puede ir hacia la derecha por la pista de tierra y hacer una fuerte curva.)
Este camino nos lleva directos al Mas de Cantacuc, situado en un precioso rincón con vistas a la cara Este de la Sierra de Almudaina, en el centro de la Sierra de Cantacuc y el barranco con el mismo nombre. Panorámicas a Margarida, los restos de su castillo, Vall de Alcalá, sierra Foradà y los Llombos y hasta el Vall d'Ebo.
Hacemos una parada para tomar una fruta al lado de la casa, esta era usada antiguamente como venta por las personas que cruzaban la sierra de Cantacuc. Y ya encaramos el último tramo en bajada hasta el pueblo de Catamarruch.
Las nubes se van multiplicando, blancas, vaporosas, como enormes bolas de algodón blanco y dan contraste a los paisajes que recorremos en este momento.
Es una pista, en algunos tramos asfaltada, para permitir a los dueños de las fincas de almendros llegar hasta sus campos. Nos sorprende el tamaño de los almendrucos, están casi para recoger.
El camino no tiene desperdicio visual, contemplamos a nuestra izquierda las abruptas rocas de les Penyes de la Cova Negra, del Este de la sierra Almudaina. Y depende de la dirección que tome la serpenteante vereda, unas veces vemos de frente el Benicadell, otras el Montcabrer, otras Margarida con la Foradà a sus espaldas y sus característicos Llombos; otras la Sierra de la Almudaina en toda su extensión....
No sabemos a donde mirar, y de tener que elegir no sabríamos cúal de ellas luce con más belleza.
Disfrutamos de cada nueva perspectiva que tenemos de estas sierras tan recorridas por nosotros. Si cambiamos el itinerario, la estación del año o la hora del día se convierten en sitios diferentes y nuevas vistas impresionantes que se fijan en nuestras retinas.
Corta pero intensa excursión por el corazón de Alicante, por nuestra amada sierra de la Almudaina y la desconocida de Cantacuc.
Siempre merece una visita el Norte de Alicante. Especialmente en primavera nos atraen las cerezas, ya sea en época de floración o de la fruta. Es imprescindible acercarse a este paraíso.
Este año las circunstancias nos han hecho demorarnos demasiado, pero aquí estamos, sin faltar a la cita.
Fotos al utensilio casero usado para medir el calibre de las cerezas. Llegamos por poco a las últimas, exquisitas como siempre. Son las "Escogidas" de la montaña de Alicante.
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