(ETAPA 2)
INTEGRAL POR LA SERRA DE LA XORTÀ
FICHA TÉCNICA-
Día: 20/11/2016
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 8 horas y media.
Distancia: 27 km.
Dificultad: Media-Alta. Por la llegada a la Cova el Caro, es sin senda definida y con vistas al barranco del Negre.
Como llegar:
Por la autopista A7 hasta la salida de Benidorm/Callosa d'En Sarrià. Dirección a este último pueblo, en la entrada se busca aparcamiento.
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=15566878-2ªetapa http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=15567180- Completa
ITINERARIO:
ITINERARIO:
Callosa d'En Sarrià - Plaza Quatre Carreteres - Iglesia - Plaza de España - Instituto - Camí del Barrancfort - Casa Blanquinal - Urbanización de Almedia - Depósito de Agua potable - Les Basses d'Onaer - Barranco de les Pomeretes - Foia Plana - Foia Sellés - Cova el Caro - Morro Blanc - Morro Blau - Xortà o Penya Alta - Corral del Margalo - Caseta del Tío Alcoià - Pinar de Ruiz - Coll del Castell - Pla y Casa de Blaconc - Barranco de la Canal de les Coves - Barranco de les Mates - PR CV 18 - Beniardà - Camí del Fondo - Camí de la Costera Plana - Camí del Muladar - Benimantell - Cementerio - Font de Baix - Iglesia - Hostal el Cántaro.
RUTA:
Por fin llegó el día, desde septiembre teníamos planeado que en cuanto juntaramos dos días libres iríamos a la Xortà por su loma, pero en vez de ir rectos al Morro Blau siguiendo marcas de pintura nos escoraremos a la derecha para visitar la Cova el Caro.
Desde el pueblo de Callosa d'En Sarrià subimos hacia el centro del pueblo. Pasamos al lado de la Plaza de Quatre Carreteres y rectos llegamos hasta la iglesia, en el lateral se encuentra la plaza de España que está ocupada hoy con un mercadillo de verduras y frutas.
Nos dirigimos a la derecha callejeando para salir hasta el Instituto de Secundaria. (Hace mucho tiempo hicimos una ruta a Bolulla, en el primer cruce a la derecha, delante del centro.)
Nos dirigimos a la derecha callejeando para salir hasta el Instituto de Secundaria. (Hace mucho tiempo hicimos una ruta a Bolulla, en el primer cruce a la derecha, delante del centro.)
Hoy tomamos rectos por el carretil asfaltado, por el Camí del Barrancfort, enseguida tenemos vistas de frente al paso que nos espera entre la Penya d'Or, a la derecha, y la del Frare, a la izquierda, que nos internará en la montaña.
Caminamos con una buena marcha, la cuesta no es demasiado exigente, pero hace bastante calor. Dejamos tras nosotros la espectacular casa de piedra del Blanquinal.
Sobrepasamos la urbanización de la Almedia, a la izquierda, situada al resguardo de la montaña del mismo nombre y continuamos entre huertos de naranjos, limoneros y sobre todo nísperos en flor. Esto añade algo de peligro a la ruta, multitud de abejas cruzan de un margen de la carretera a otra. Menos mal que están tan ocupadas que no tienen tiempo para atacarnos.
Con varios zigzags vamos alzándonos hasta situarnos en el depósito de agua potable que abastece el pueblo, a su espalda la Almedia.
Seguimos rectos, por un carretil que ha perdido el asfalto y nos conduce con una perspectiva nueva, siempre habíamos bajado por este sendero, de la Penya del Frare, un pináculo de piedra que se desgaja de la sierra.
Echando la vista atrás observamos que el día se encapota sobre la costa mediterránea, esto nos permite subir las rampas con más frescura.
Y llegamos a la bifurcación que se encuentra entre las dos peñas. Si continuamos rectos, rodeando la base de la Penya d'Or iríamos a Bolulla. Pero para subir a la Xortà hacemos un brusco giro a la izquierda y nos introducimos por un angosto sendero de herradura que por el filo de la sierra mencionada nos proporciona buenas vistas de la Penya del Frare.
La cuesta es exigente, su trazado es serpenteante y con gran desnivel.
A nuestra izquierda surge el centinela de la Penya del Frare, pináculo rocoso que se ha desgajado de la sierra.
El sendero cuenta hasta con marcas de un GR, que luego hemos visto cerca del Cocoll, algún sendero de gran recorrido que se empezó a marcar pero no llegó a buen término.
Mirando hacia adelante se puede ver la oquedad que forma la Cova el Caro, su situación mirando al Este y la enorme roca maciza la hacen visible desde bien lejos.
A nuestra izquierda el Barranco de les Pomeretes que conforme avanzamos va ganando altura, al fondo se ve un bosque de pinos. Al ganar altura detrás de la Penya del Frare se divisan las cumbres mas al Este de la Sierra de Aitana.
Vamos llegando a una zona más llana, llamada la Foia Plana. Es punto de unión con una pista que viene desde Bolulla, cruzando del Barranc del Negre en su parte baja y se une a ésta al lado de la casa en ruinas.
Se ve la Penya l'Or, la sierra de Bernia y a su lado el serrucho afilado del Ferrer. Si miramos al Sureste podemos observar perfectamente el Mar Mediterráneo, la bahía de Altea, Alfaz del Pi y Benidorm. Y los innumerables invernaderos que tiene el término de Callosa d'En Sarrià, casi todos dedicados a la producción de nísperos.
Salimos a un camino ancho girando a la izquierda, para en unos 20 metros virar nuevamente, pero esta vez a la derecha para proseguir por una estrecha senda.
Desde la Foia Sellés se admira el Barranc del Negre, vertical, con reminiscencias pirinaicas. Dos enormes riscos lo enmarcan. A la derecha podemos ver el sencillo collado por el que accedimos un día desde els Arcs d'Atanços. A su izquierda se ve la omnipresente Cova el Caro.
En el mismo collado hay una bifurcación. Rectos iríamos hacia el Barranc del Negre. Giramos a la izquierda para caminar por un sendero algo difuso, pero que tiene pintura amarilla.
Conforme vamos ascendiendo los barrancos que rodean Tárbena ganan en visibilidad y el Ferrer y Bernia se divisan en toda su extensión.
Arriba la Cova el Caro nos espera haciéndose más patente la amplitud de su cavidad.
Abandonamos las marcas amarillas, creemos que llevaran al Morro Blanc, hace años bajamos por medio de esa loma, en un sencillo descenso.
Y siguiendo del track que hemos bajado, casualmente de Toni Cama, procuramos seguirlo sin salirnos de lo marcado. Los despeñaderos del lateral derecho no dan lugar a aventuras.
Hacemos una parada para reponer fuerzas y admirar el paisaje que nos rodea. Infinitos barrancos, afilados serruchos, estatuas de piedra...
Y en un último esfuerzo nos situamos en la boca de la cueva, a ambos lados han crecido pequeños arbustos incrustados en la sólida roca.
A pesar de la distancia desde la que se ve la Cueva el Caro, esta no es muy grande. Una oquedad con poca profundidad, con unas panorámicas de infarto nos hacen sacar innumerables fotos y disfrutar como unos niños de este maravilloso enclave.
Partimos por el lateral izquierdo de la sólida peña, en la cual se encuentra la cueva, subimos para encontrarnos con que nos rodea un circo con gran cantidad de rocas. Lo más sorprendente es que ante nuestra presencia pasan corriendo varias cabras montesas. Estamos interrumpiendo en el hábitat de los animales.
Dudamos cual es la dirección correcta, el track nos manda por el canal que está al lado de este centinela de piedra, parece el paso a seguir. Subimos con cuidado porque hay multitud de piedras pequeñas, pero ayudándonos de las manos no es complicado.
Conforme vamos ascendiendo los barrancos que rodean Tárbena ganan en visibilidad y el Ferrer y Bernia se divisan en toda su extensión.
Arriba la Cova el Caro nos espera haciéndose más patente la amplitud de su cavidad.
Abandonamos las marcas amarillas, creemos que llevaran al Morro Blanc, hace años bajamos por medio de esa loma, en un sencillo descenso.
Y siguiendo del track que hemos bajado, casualmente de Toni Cama, procuramos seguirlo sin salirnos de lo marcado. Los despeñaderos del lateral derecho no dan lugar a aventuras.
Hacemos una parada para reponer fuerzas y admirar el paisaje que nos rodea. Infinitos barrancos, afilados serruchos, estatuas de piedra...
Y en un último esfuerzo nos situamos en la boca de la cueva, a ambos lados han crecido pequeños arbustos incrustados en la sólida roca.
A pesar de la distancia desde la que se ve la Cueva el Caro, esta no es muy grande. Una oquedad con poca profundidad, con unas panorámicas de infarto nos hacen sacar innumerables fotos y disfrutar como unos niños de este maravilloso enclave.
Partimos por el lateral izquierdo de la sólida peña, en la cual se encuentra la cueva, subimos para encontrarnos con que nos rodea un circo con gran cantidad de rocas. Lo más sorprendente es que ante nuestra presencia pasan corriendo varias cabras montesas. Estamos interrumpiendo en el hábitat de los animales.
Dudamos cual es la dirección correcta, el track nos manda por el canal que está al lado de este centinela de piedra, parece el paso a seguir. Subimos con cuidado porque hay multitud de piedras pequeñas, pero ayudándonos de las manos no es complicado.
Echando la vista atrás podemos contemplar la roca maciza en la cual se encuentra enclavada, al Este, la oquedad que forma la Cova el Caro.
Y hacia adelante vemos pinos y llegamos a un pequeño bosquete que nos conduce a la pista, hacia la derecha enlazaríamos con el PR CV 18. A la izquierda. Enseguida llegamos al cruce para subir al Morro Blanc, hace tiempo que no lo hemos visitado y aprovechamos para llegar a su atalaya.
Es una cima sin vértice geodésico que señale su posición, pero merece la pena hollarla por las impresionantes panorámicas a las montañas que nos rodean. Aprovechamos para mirar la ruta que hemos utilizado en la ascensión, pero el bosque de pinos no nos permite una visión de todo el trayecto.
Con admiración disfrutamos de la estampa que presenta la sierra de Bernia, con una boina de niebla sobre su cumbre, y adosada a ella se encuentra el afilado serrucho del Ferrer.
Se ve todo el valle de Guadalest, y se distinguen en la cumbre de Aitana las antenas EVA .
Regresamos a la pista y ascendemos los pocos metros que nos separan del vértice geodésico del Morro Blau. El día ha cambiado y hacia la bahía de Altea, Alfaz del Pi y Benidorm se están multiplicando las nieblas avanzando hacia nosotros.
Nos dirigimos por la pista de tierra a la cumbre más alta de la sierra de la Xortà, Penya Alta. Pasamos al lado de un charco que suele estar todo el invierno, ha llovido estos últimos días, y bastante.
Vemos la cumbre que tiene en su loma carrascas que le dan verdor a las pálidas rocas.
Abandonamos la pista, en una senda difuminada que nos lleva hasta la vaguada y desde ahí toca volver a remontar para llegar al collado, en el cual enlazamos con el PR CV 18 y con sus marcas de color blanco/amarillo.
Un último esfuerzo y culminamos nuestra tercera cima del día, sin vértice geodésico, pero es la cumbre más alta de la sierra que le da nombre, la Xortà.
Al Este las nieblas lo han invadido todo, hacia el Oeste todavía tenemos magnificas postales del Barranco de la Canal de les Coves, la continuación de nuestro trayecto.
Y detrás se observa el Pla de la Casa, el cordal de la Serrella...
Después de comer descendemos, pero sin llegar al collado anterior, girando hacia la derecha caminamos con cuidado con la cantidad de piedra que hay. Vemos flores y ramos de carrascas.
Por el pie del roquedo, contemplando el gigante pétreo que se sitúa sobre nuestras cabezas.
Cuando vemos una bifurcación, decidimos ir hacia la izquierda, descendiendo un cómodo barranco y enlazamos con el sendero principal, que ya veíamos desde arriba. Giro a la derecha y proseguimos. A nuestra espalda tenemos una estampa fabulosa de la Xortà.
Y de frente nos vamos acercando al Corral del Margalo, vemos un grupo de gente que se mueve delante de ella, que sorpresa. Toni Cama con su grupo en el viaje de vuelta de la gran travesía que hacen todos los años por Aitana, Serrella y Xortà. Coincidimos de nuevo en la montaña con un inspirador, para nosotros, de pasos y rincones míticos de Alicante.
Después de la coincidencia, hace 2 años nos pasó lo mismo, (http://julianpalomarsanz.blogspot.com.es/2014/11/travesia-serrella-aitana-1.html) continuamos hasta el corral del Tío Alcoià, aquí se encuentra la bifurcación del PR CV 18 y 19 que sube a la Xortà por la pista situada en la cara Norte de la sierra. Parada para refrescarnos
Giro a la izquierda para avanzar por una pista ancha. Ya vemos la peña Gelat, a la izquierda, siempre se siente más frescura a su resguardo. Nos obliga a ponernos las bufandas.
Tenemos la idea de seguir las marcas del sendero de pequeño recorrido, pero en una curva brusca, vemos una angosta senda, hacia la izquierda y nos llama la aventura, seguro que nos lleva al collado del Castell.
Llegamos a un alto del cual parece que se baja por una loma herbosa, pero cuando descendemos vemos otro obstáculo y decidimos dar media vuelta y regresar a la ruta oficial. Pero disfrutamos de las bellas panorámicas que nos ofrece este emplazamiento, la peña enhiesta en la cual se asientan los restos del castillo, el pueblo de Castell de Castells todavía está iluminado por los rayos del sol...
Desandamos lo andado, ahora un poco más duro en ascenso. Y retomamos el sendero del PR CV 18 hacia abajo. Vamos mirando a la izquierda, a las lomas, para ver si hay hitos de piedra que marquen la bajada por algún atajo, pero no las vemos.
El PR nos lleva en poco tiempo, en suave bajada, hasta el Collado del Castell.
El PR nos lleva en poco tiempo, en suave bajada, hasta el Collado del Castell.
Y debemos descender un pequeño trecho por la pista asfaltada, de frente las nieblas nos han tapado toda la cordillera de Aitana.
Unos pocos metros y en una brusca curva a la izquierda abandonamos el asfalto, yendo hacia la derecha, lo marca un pequeño hito de piedras. Hay que subir ese collado, desde abajo impone, pero poco a poco hacemos el ascenso y en suaves zigzags es llevadero.
Una mirada hacia el valle del Guadalest, es una pena el embalse está casi vacío y la neblina lo invade todo, excepto en este momento la primera línea de costa.
Llegamos al collado, se suaviza la pendiente y surge un bosque de pinos. Ya hemos realizado la parte más exigente de la ruta, el resto es en llano o descenso.
Al fondo las cumbres más altas de la Serrella están engullidas por las nubes. En primer plano la vertiente Norte que encaja el Barranco de la Canal de les Coves, se aprecian varias de sus afiladas agujas.
Llegamos al lado de la Casa del Blaconc, en ruinas, y desde ella se ve la cabecera del Barranco de la Canal de les Coves, o todo lo que en este momento permiten las nieblas.
A pesar de que es media tarde la impresión es de que está a punto de anochecer.
Escorándonos hacia la izquierda, por el borde de una pequeña parcela abandonada, para después encaminarnos al centro del Barranco y conectar con la senda que une el embalse de Guadalest con las cimas de la Xortà o de la Serrella.
A pesar de que es media tarde la impresión es de que está a punto de anochecer.
Escorándonos hacia la izquierda, por el borde de una pequeña parcela abandonada, para después encaminarnos al centro del Barranco y conectar con la senda que une el embalse de Guadalest con las cimas de la Xortà o de la Serrella.
El sendero pasa por un encajonamiento y en una brusca curva hacemos una parada para disfrutar del entorno.
Al fondo el valle de Guadalest y el derrumbe de grandes piedras o cavidad del Barranco del Canal de les Coves, dentro del cual crece vegetación.
A su resguardo se ven pequeñas tapias, ya medio derruidas, habrá sido usado como sester para los animales.
El paraje siempre nos encandila, es un perfecto castillo de naipes pero formado con bloques de roca sólida. Proseguimos el descenso por un angosto sendero, primero entre un pequeño bosque de pinos, y al final solo entre pequeños arbustos.
Salimos a la pista de tierra, en la cual mucha gente deja el coche e inicia el recorrido. Y hacia la izquierda bajamos trazando serpenteantes curvas que nos llevan de nuevo a la pista asfaltada que sube al collado del Castell. A la derecha para llegar al embalse de Guadalest. De nuevo a la derecha para recorrer el último tramo hasta los pueblos de Beniardà y Benimantell.
Rodeando en pantano tenemos vistas a las dos puntiagudas peñas que se descuelgan hacia él, en una de ellas se emplaza el pueblo y cementerio de Guadalest, en la otra se conservan restos del torreón de un castillo.
En un recodo del carretil vemos el pueblo de Beniardà rodeado por las nubes, que tienen un aspecto muy fiero.
Llegamos al puente sobre el río Guadalest, en un giro brusco nos coloca en la otra orilla y nos encaminamos al pueblo de Beniardà. En las afueras una pequeña fuente, cae un peqeño chorro de agua. Enfrente las piscinas.
Primero vamos rectos para atravesar el pueblo y bajar a buscar el sendero, pero cambiamos de idea vamos por debajo de él.
Vemos la Xortà en toda su longitud, ahora se están levantando las nubes. Y alejándonos pasamos al lado de una pequeña chopera con tonos dorados otoñales.
Nos alejamos de Beniardà, y las nieblas se apoderan de la Serrella.
Un último ascenso por el Camí de la Costera Plana para llegar a una bifurcación.
El Camí del Muladar está asfaltado y por medio de serpenteantes eses nos conduce a Benimantell, primero pasamos al lado del cementerio, lo dejamos a la izquierda, y en unos minutos hasta la fuente de Baix.
A nuestras espaldas la Xortà ha quedado visible.
Un último ascenso por el Camí de la Costera Plana para llegar a una bifurcación.
El Camí del Muladar está asfaltado y por medio de serpenteantes eses nos conduce a Benimantell, primero pasamos al lado del cementerio, lo dejamos a la izquierda, y en unos minutos hasta la fuente de Baix.
A nuestras espaldas la Xortà ha quedado visible.
La Serrella y Aitana se han tapado con las brumas antes de que se vaya el sol.
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