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3ª ETAPA- DESDE DEL REFUGIO DE BARROUDE AL AUBERGE DU MAILLET-
Ruta desde el Túnel de Bielsa hasta el Auberge du Maillet. |
FICHA TÉCNICA-
Día: 11/08/2014
Participantes: Chus, Nieves, Javier, Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 6 horas.
Distancia: 13 km.
Dificultad: Media-Alta.
HRP.
La distancia es aproximada por que el Track en la Hourquette de Héas se ha cortado y calculamos que faltaba la mitad, sobre todo en descenso.
Wikiloc:http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7533958
ITINERARIO:
Refugio de Barroude - Horquette de Chermentas (2.439 m.) - Valle de Segue - Horquette de Héas (2.608 m.) - Cabaña de Aguillous (2.300 m.)- Fuente y Oratorio de la Sagrade Famille - Cabaña del Águila (1.910 m.) - Chapelle de Héas - Cabaña de Groutte - Auberge y Plateau du Maillet.(1.837 m.)
Circo de Troumouse.
CIRCO DE TROUMOUSE-
Es el circo glaciar más extenso del Pirineo francés.
Está situado en el Parque Nacional de los Pirineos, a unos 2.100 metros de altitud, rodeado de altas murallas montañosas que miden en total 4 kilómetros de diámetro entre sus extremos mas orientales y occidentales de sus paredes semicirculares de 1.000 metros de altura.
Las murallas rocosas que lo forman alcanzan los 2.800 y 3.100 de altitud siendo la más alta la impresionante Munia y su glaciar, con los picos de la Géla, el Petit Pic Blanc, Pico Heid, Punta Aires y Tormoseta y Gerbats que forman en la otra cara el circo de Barroude, el Pico de Sierra Morena, la Munia Pequeña, el Pico de Troumouse,el Pène Blanque y el Gabiédou.
El clima de este lugar, situado en el centro de la sierra de los Pirineos, ha hecho que el circo esté desprovisto de árboles y matorrales. Y su importancia medioambiental lo ha incluido como Parque Nacional.
Las murallas rocosas que lo forman alcanzan los 2.800 y 3.100 de altitud siendo la más alta la impresionante Munia y su glaciar, con los picos de la Géla, el Petit Pic Blanc, Pico Heid, Punta Aires y Tormoseta y Gerbats que forman en la otra cara el circo de Barroude, el Pico de Sierra Morena, la Munia Pequeña, el Pico de Troumouse,el Pène Blanque y el Gabiédou.
El clima de este lugar, situado en el centro de la sierra de los Pirineos, ha hecho que el circo esté desprovisto de árboles y matorrales. Y su importancia medioambiental lo ha incluido como Parque Nacional.
A este grandioso paraje se puede acceder en coche desde la aldea de Héas y en verano hay autobuses para subir hasta allí.
RUTA:
Salimos del refugio de Barroude temprano. Hemos descansado muy bien, el albergue dispone de 30 camas pero estábamos casi solos, con otro par de montañeros.
Salimos por una planicie, en la que hay varios neveros que debemos atravesar, ya los conocemos del día anterior, y caminamos en la dirección del Valle de Géla. La muralla de Barroude no es posible traspasarla sin cuerdas y debemos hacer una semicircular por la sierra para situarnos detrás del circo de Barroude, en el circo de Troumouse.
El día está fabuloso, con el polar se va bien. Debemos parar al lado de la bajada a Pla Aragounet, Francia, para quitárnoslo
El día está fabuloso, con el polar se va bien. Debemos parar al lado de la bajada a Pla Aragounet, Francia, para quitárnoslo
Desde el collado, lo que ayer era un valle verde hoy es un inmenso mar de nubes. Preciosa estampa que nos hace avanzar admirando los picos más altos, pero los valles tienen una cerrada niebla.
Sorprendemos desprevenidos a un rebaño de sarrios que sale huyendo. Pensamos que serán los "calurosos" de ayer.
El camino de herradura va pegado a la peña de Gerbats, de la Géla y poco a poco damos el rodeo sobre ella, por su vertiente Este.
Un último vistazo hacia atrás para despedirnos del circo de Barroude. Lo disfrutamos ayer de verdad, nos dio tiempo a estudiarlo sin prisas, palmo a palmo.
Atravesamos una pequeña pedrera en descenso. Hay un nuevo cruce a la derecha para bajar al Valle de Géla. Lo desechamos y comenzamos en ascenso un zigzag por un bonito sendero herboso con bastante pendiente.
Enseguida coronamos la Horquette de Chermentas. Tenemos vistas a dos valles, al valle de la Géla y al valle de Segue. En ambos, las cimas lucen imponentes, pero sus zonas más bajas están inundadas de nubes.
Sorprendemos desprevenidos a un rebaño de sarrios que sale huyendo. Pensamos que serán los "calurosos" de ayer.
El camino de herradura va pegado a la peña de Gerbats, de la Géla y poco a poco damos el rodeo sobre ella, por su vertiente Este.
Un último vistazo hacia atrás para despedirnos del circo de Barroude. Lo disfrutamos ayer de verdad, nos dio tiempo a estudiarlo sin prisas, palmo a palmo.
Atravesamos una pequeña pedrera en descenso. Hay un nuevo cruce a la derecha para bajar al Valle de Géla. Lo desechamos y comenzamos en ascenso un zigzag por un bonito sendero herboso con bastante pendiente.
Enseguida coronamos la Horquette de Chermentas. Tenemos vistas a dos valles, al valle de la Géla y al valle de Segue. En ambos, las cimas lucen imponentes, pero sus zonas más bajas están inundadas de nubes.
Sin perder mucho tiempo, miramos un momento los mapas, y comenzamos el descenso. Es un bonito sendero y queremos adivinar cual será nuestro collado de subida, el de la derecha, no, el otro de más allá, pero solo hay que darle un poco de tiempo para averiguarlo.
Al fondo vemos el Lac de Badet, pero no llegamos hasta él. Nos desviamos hacia la izquierda para cruzar un pequeño arroyo y la senda comienza a ascender lentamente.
Hay una gran cantidad de ovejas, pintadas de azul de cualquier forma, a brochazos.
El fondo del valle luce espectacular, las nieblas suben y bajan semejando nubes de humo, unos ratos nos impiden ver el fondo del barranco y otras las cimas de las montañas.
Enseguida vemos un cruce a la derecha que nos llevaría a Piau Engaly, lo desechamos. Seguimos nuestro sendero bien definido hacia la Horquette de Héas, que poco a poco nos sitúa sobre el valle, y de ser herboso se convierte en un camino completamente pedregoso y con el rastro más difuso.
Hay una gran cantidad de ovejas, pintadas de azul de cualquier forma, a brochazos.
El fondo del valle luce espectacular, las nieblas suben y bajan semejando nubes de humo, unos ratos nos impiden ver el fondo del barranco y otras las cimas de las montañas.
Enseguida vemos un cruce a la derecha que nos llevaría a Piau Engaly, lo desechamos. Seguimos nuestro sendero bien definido hacia la Horquette de Héas, que poco a poco nos sitúa sobre el valle, y de ser herboso se convierte en un camino completamente pedregoso y con el rastro más difuso.
Hacemos unos lazos y vemos un nevero aislado que se ha quedado al lado del camino, pero sin cerrarlo. Lo rodeamos y nos alzamos sobre el último tramo con piso de pizarra. No sabemos si con lluvia resbala, nosotros lo atravesamos sin problemas y nos colocamos en la Horquette de Héas. Impresionante.
Sé por otros montañeros que desde este punto se puede observar la Brecha de Roland, el Taillon, el Vignemale, pero nosotros no tenemos esa suerte, las cimas se encuentran encapotadas.
Inmensa panorámica a dos valles, al que nos da pena dejar atrás, y al que se abre ante nuestra vista. Se ve la cara Oeste y Norte de los picos que veíamos ayer, que forman el circo de Barroude, y alguno más que forman el circo de Troumouse. Abajo, el inmenso valle.
Con cuidado descendemos en amplios zigzags. Al principio, pegados a la pared, y luego, caminamos alegremente buscando el siguiente hito, la Cabaña de Aguillous, que la vemos al fondo a la izquierda.
Después de recorrer sendas herbosas llegamos a la puerta de la Cabaña, desde donde hay preciosas vistas a los picos que hemos dejado a nuestras espaldas. Conservan grandes neveros cerca de la cima y se ven caer caudalosos arroyos por el efecto del deshielo.
Continuamos hacia el Oeste girando ligeramente a la derecha y la visible senda nos guía al lado de un arroyo. Al principio se oye un fuerte rumor de agua, hay unas pequeñas pozas que si hiciera más calor serían un lugar inmejorable para un baño. Y a continuación, la senda se separa del riachuelo para con sucesivas lazadas bajar hacia el valle.
Vamos descendiendo este valle que parece colgado. Es un sendero con gran desnivel que serpenteando va llevándonos a descubrir rododendros y lirios en flor.
Pero la niebla que inunda los valles va llegandonos a nosotros, al perder altura, y poco a poco nos internamos sin darnos cuenta en la penumbra. Entramos en las tinieblas.
Llegamos a la Cabaña del Águila y a la fuente y el pequeño oratorio de la Sagrada Familia, donde se encuentra un pequeño altar con una virgen tallada en roca.
Paramos un rato para decidir si debemos buscar la ruta que nos llevaría a la Cabaña de les Aires, en el circo de Troumouse, hacia la izquierda o debemos bajar por el HRP más señalizado. Decidimos la segunda opción, las nieblas despiden algunas gotas y el día puede empeorar.
Nos ponemos chubasqueros y continuamos por la HRP que primero gira hacia la derecha y luego sigue en zigzags. Debido al agua hay que transitar con más cuidado, alguna piedra resbala.
Vamos paralelos al torrente del Águila, lo llevamos un rato a nuestra derecha. Finalmente nos desviamos a la izquierda para afrontar los últimos metros que nos llevan por una pradera hasta la Chapelle de Héas.
Una parada para comer. En este punto existe una barrera y se paga peaje, hay gente que sube en los coches, pensamos que mal día para ir al circo.
Nosotros decidimos subir por el arcén de la carretera y ascendemos los pocos kilometros que serpentean en poco tiempo estamos pasando por la Cabaña de le Grotte y por fin llegamos al Auberge du Maillet.
"¡Oye que se levantan las nieblas.!" Asi que la llegada al Plateau du Maillet no puede ser más alegre y espectacular. Es un pequeño circo el que rodea el establecimiento hotelero. Dejamos las mochilas y Chus se entera de que hay un autobús que sube al circo. Sin perder tiempo, cogemos un par de mochilas de ataque y al autobús que se va. Por 2 euros nos sube y baja desde el albergue hasta la planicie debajo del circo. Merece la pena.
Recorriendo los lagos llegamos hasta la Cabaña de les Aires, donde merendamos un poco.
Volvemos hacia el lago.
Vemos que están recogiendo las vacas, todo un espectáculo ver como avanzan en manada. Las seguimos un poco y nos damos cuenta que nos van inundando otra vez las nieblas. Pero muy cerradas.
Caminamos detrás de las vacas, que en pendiente tardan en avanzar y detrás de ellas vamos por el sendero hasta dejar a mano derecha la Capilla de la Virgen que no paramos a visitar, no se ve nada. Ni para sacar fotos. Y nos dirigimos cruzando el puente hasta el aparcamiento. Increible hay algún coche y hasta que no los tienes encima no los ves.
Esperamos al autobús y bajamos al Albergue, entre la niebla. Una ducha y buena cena. El albergue comunitario es bastante tercermundista pero descansamos fenomenal. También existen habitaciones de 4 personas, pero estaban completas.
Que suerte encontrar el autobús, porque de subir andando no creo que hubiéramos llegado a ver el inmenso circo de Troumouse. La suerte de los campeones.
Después de recorrer sendas herbosas llegamos a la puerta de la Cabaña, desde donde hay preciosas vistas a los picos que hemos dejado a nuestras espaldas. Conservan grandes neveros cerca de la cima y se ven caer caudalosos arroyos por el efecto del deshielo.
Continuamos hacia el Oeste girando ligeramente a la derecha y la visible senda nos guía al lado de un arroyo. Al principio se oye un fuerte rumor de agua, hay unas pequeñas pozas que si hiciera más calor serían un lugar inmejorable para un baño. Y a continuación, la senda se separa del riachuelo para con sucesivas lazadas bajar hacia el valle.
Vamos descendiendo este valle que parece colgado. Es un sendero con gran desnivel que serpenteando va llevándonos a descubrir rododendros y lirios en flor.
Pero la niebla que inunda los valles va llegandonos a nosotros, al perder altura, y poco a poco nos internamos sin darnos cuenta en la penumbra. Entramos en las tinieblas.
Llegamos a la Cabaña del Águila y a la fuente y el pequeño oratorio de la Sagrada Familia, donde se encuentra un pequeño altar con una virgen tallada en roca.
Paramos un rato para decidir si debemos buscar la ruta que nos llevaría a la Cabaña de les Aires, en el circo de Troumouse, hacia la izquierda o debemos bajar por el HRP más señalizado. Decidimos la segunda opción, las nieblas despiden algunas gotas y el día puede empeorar.
Nos ponemos chubasqueros y continuamos por la HRP que primero gira hacia la derecha y luego sigue en zigzags. Debido al agua hay que transitar con más cuidado, alguna piedra resbala.
Vamos paralelos al torrente del Águila, lo llevamos un rato a nuestra derecha. Finalmente nos desviamos a la izquierda para afrontar los últimos metros que nos llevan por una pradera hasta la Chapelle de Héas.
Nosotros decidimos subir por el arcén de la carretera y ascendemos los pocos kilometros que serpentean en poco tiempo estamos pasando por la Cabaña de le Grotte y por fin llegamos al Auberge du Maillet.
"¡Oye que se levantan las nieblas.!" Asi que la llegada al Plateau du Maillet no puede ser más alegre y espectacular. Es un pequeño circo el que rodea el establecimiento hotelero. Dejamos las mochilas y Chus se entera de que hay un autobús que sube al circo. Sin perder tiempo, cogemos un par de mochilas de ataque y al autobús que se va. Por 2 euros nos sube y baja desde el albergue hasta la planicie debajo del circo. Merece la pena.
¡Que suerte!, estamos en el Circo de Troumouse. Espectacular. Con un solo vistazo no se puede contemplar todo, hay que girar la cabeza. Primero cruzamos un puente de madera, dejando a nuestra izquierda la Virgen de Troumouse para la vuelta.
Nos dirigimos hacia el Lago de les Aires, es idílico ver los paredones del circo desde el lago, con unas hermosas vacas bebiendo en él.Recorriendo los lagos llegamos hasta la Cabaña de les Aires, donde merendamos un poco.
Volvemos hacia el lago.
Vemos que están recogiendo las vacas, todo un espectáculo ver como avanzan en manada. Las seguimos un poco y nos damos cuenta que nos van inundando otra vez las nieblas. Pero muy cerradas.
Caminamos detrás de las vacas, que en pendiente tardan en avanzar y detrás de ellas vamos por el sendero hasta dejar a mano derecha la Capilla de la Virgen que no paramos a visitar, no se ve nada. Ni para sacar fotos. Y nos dirigimos cruzando el puente hasta el aparcamiento. Increible hay algún coche y hasta que no los tienes encima no los ves.
Esperamos al autobús y bajamos al Albergue, entre la niebla. Una ducha y buena cena. El albergue comunitario es bastante tercermundista pero descansamos fenomenal. También existen habitaciones de 4 personas, pero estaban completas.
Que suerte encontrar el autobús, porque de subir andando no creo que hubiéramos llegado a ver el inmenso circo de Troumouse. La suerte de los campeones.
Circos de Troumouse, y Barroude a sus espaldas. |
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