BARRANCO DELS TARONGERS-FOS-BOU Y ALTO DEL CASTELLAR
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 2 horas y cuarto.
Distancia: 8 km.
Dificultad: Media.
PR CV 122 , SL V 9.
Tiempo estimado: 2 horas y cuarto.
Distancia: 8 km.
Dificultad: Media.
PR CV 122 , SL V 9.
Como llegar: Desde Bocairent por la CV 81 dirección a Ontinyent, en unos 7 kilómetros, aparcar en una curva a la derecha. En la entrada del barranco.
Desde Ontinyent por la CV 81 hacia Bocairent, en unos 3 km., después del Pou Clar, una curva de inicio del barranco dels Tarongers.
Wikiloc:http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8445687
Wikiloc:http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8445687
ITINERARIO:
CV 81 - Cruce del Barranco hacia el Alto del Quincallar - Font dels Tarongers - Molí del Paso Doble - Molí de Partiras - Molí de Lluna - Cruce SL V 9/Alt del Castellar - Molí de Pep Joan - Font de Pep Joan- Molí de Beneyto - Tancà del Bou - Camí Vell de Ontinyent a Bocairent - Coll de la Dona - Alt del Castellar - Escaleras - CV 81.
RUTA:
El sendero se inicia en una curva de la CV 81, (Km. 12-13) a unos tres kilómetros de Ontinyent y a unos siete de siete de Bocairent, junto al puente que cruza el Barranc dels Tarongers, frente a una aguja rocosa en el Barranc de l'Ardern denominada el "Cagalló del Gegant".
Comenzamos en el primer parking, al lado de la carretera, y enseguida dejamos un cruce a la derecha que nos conduciría por un barranco hasta el Alto del Quincallar y la ermita del Sant Crist. Si el tiempo no lo impide planeamos volver por allí.
Seguimos la pista de tierra que conduce al pozo y depósito municipal de aguas de Ontinyent.
Lo sobrepasamos y enseguida llegamos a la fuente de Tarongers, a la derecha, pequeña fuente con buen agua.
La senda ancha se dirige a una enorme casa rehabilitada, el Molí del Doble Paso y nosotros tomamos la estrecha senda de herradura de la derecha, siguiendo las indicaciones de la ruta dels Tarongers. Sobrepasamos la preciosa casa por su parte alta internándonos de lleno entre los paredones abruptos del barranco.
Continuamos hasta las proximidades de las ruinas del Molí de Patiras, lo rodeamos por la derecha por una senda señalizada. Entre la espesura de la vegetación apenas se aprecian restos de paredes.
Seguimos la senda, que discurre por debajo de unas peñas donde hay una zona de escalada deportiva, hasta cruzar el barranco e iniciar una subida en zig-zag, dejando una senda a la derecha: son las ruinas del Molí de la Lluna.
La senda sube hacia una torre de alta tensión, es un claro camino de herradura antiguo. Comienza un ligero descenso, dejando a la derecha un viejo camino de herradura que bajaba al Molí de Mitg y a la presa que se encuentra situada en la curva; y poco después, a la izquierda el desvío del SL - CV 9 "Senda del Castellar". Lo desechamos.
Vamos encajonados entre dos barrancos y paramos a disfrutar de los acantilados que tenemos sobre nuestras cabezas, mira allí hay una cueva.
Desde este punto, el sendero inicia un suave descenso, entre formaciones rocosas y densa vegetación de ribera hacia el fondo del barranco, atravesándolo y llegando a las ruinas de un gran edificio, antigua fábrica de harinas, con una casa adosada señalada como "Villa Flor - 1905".
Atravesamos de nuevo el riachuelo, dejando los edificios a nuestra derecha. Dos barreras de hierro indican que está prohibido el paso.
Oímos unos ruidos al lado del arroyo y sale asustada una gran garza, le hemos interrumpido en su parada a beber.
Caminamos al lado del riachuelo y entre túneles de vegetación de ribera, con tonos amarillos, naranjas, iniciamos una subida hasta llegar a un ensanche.
Cuando salimos a un espacio abierto, a nuestra derecha en la cresta de la peña se ha formado un forat.
Alcanzamos un poste direccional con señalización de un desvío a la derecha que nos lleva hasta el Molí de Pep Joan, con su gran noria, y viendo una indicación para ir a la fuente cruzamos por su lateral, el edificio está ruinoso. Atravesamos el riachuelo para situarnos con bastante esfuerzo en la fuente de Pep Joan. Hacía años que no habíamos venido, pero la maleza y los arboles caídos hacen de este pequeño trecho de 100 metros todo un raid, saltar por encima de arboles caídos, agacharse, pisar charcos... Volvemos sobre nuestros pasos hasta el molino y por su lateral hasta el sendero.
Un poco más adelante pasamos cerca de la casa Beneyto y vemos una difusa senda que conduce a ella.
Desde este punto el sendero va ganando altura, sube en zig-zags. Recorremos una zona de paredes verticales con un ancestral paso labrado en la roca, el Tancat del Bou, hasta desviarnos hacia la izquierda por un barranco secundario, el Barranc del Bou. En este momento interrumpimos el reposo de una manada de arruis, que huyen ante nuestra presencia. Un placer disfrutar de la vista de estos preciosos animales, con sus enormes cornamentas.
El barranco ha sido muy castigado por los incendios, y solamente cuenta con algún pequeño matorral bajo.
Al llegar a una peña giramos hacia la derecha. Hay un puesto de caza y el sendero herboso nos conduce con un fuerte giro a la izquierda a la entrada del paso tallado en la roca: El Estrecho, llamado así por la gran trinchera labrada a mano en la roca para permitir el paso de los carros por este pasaje rocoso.
Pasado y fotografiado el Estrecho continuamos en descenso por el camino carretero. Enseguida dejamos a la izquierda una casa en ruinas, que tiene unas preciosas panorámicas al barranco.
El camino sigue llaneando y bajando, pudiendo disfrutar durante el descenso de su magnífico empedrado lateral y de las vistas sobre los barrancos del El Pont Trencat, al fondo, y de l'Ardern, hoy un poco más cerrados por las brumas. Pero las nieblas son más túpidas hacia el Sur, Bocairent, que hacia el Norte.
Siguiendo el camino viejo, vemos al fondo nuestro objetivo, el sendero rojizo que sube al Alto del Castellar.
El sendero llega al Coll de la Dona, de 576 metros de altitud, donde nos encontramos con un tricruce de pistas y senderos: la pista de la izquierda desciende ladeando hasta el Molí de Pep Joan y el barranco dels Tarongers; el sendero de la derecha rodea toda la peña hasta encontrarse con el PR - CV 122 hacia Ontinyent (que es el que tomamos ayer); y el que observamos al frente, sube recto al Alt del Castellar. Este último es el que cogemos hoy.
Vamos encajonados entre dos barrancos y paramos a disfrutar de los acantilados que tenemos sobre nuestras cabezas, mira allí hay una cueva.
Desde este punto, el sendero inicia un suave descenso, entre formaciones rocosas y densa vegetación de ribera hacia el fondo del barranco, atravesándolo y llegando a las ruinas de un gran edificio, antigua fábrica de harinas, con una casa adosada señalada como "Villa Flor - 1905".
Atravesamos de nuevo el riachuelo, dejando los edificios a nuestra derecha. Dos barreras de hierro indican que está prohibido el paso.
Oímos unos ruidos al lado del arroyo y sale asustada una gran garza, le hemos interrumpido en su parada a beber.
Caminamos al lado del riachuelo y entre túneles de vegetación de ribera, con tonos amarillos, naranjas, iniciamos una subida hasta llegar a un ensanche.
Cuando salimos a un espacio abierto, a nuestra derecha en la cresta de la peña se ha formado un forat.
Alcanzamos un poste direccional con señalización de un desvío a la derecha que nos lleva hasta el Molí de Pep Joan, con su gran noria, y viendo una indicación para ir a la fuente cruzamos por su lateral, el edificio está ruinoso. Atravesamos el riachuelo para situarnos con bastante esfuerzo en la fuente de Pep Joan. Hacía años que no habíamos venido, pero la maleza y los arboles caídos hacen de este pequeño trecho de 100 metros todo un raid, saltar por encima de arboles caídos, agacharse, pisar charcos... Volvemos sobre nuestros pasos hasta el molino y por su lateral hasta el sendero.
Nos vamos alejando con pena de este frondoso enclave, en medio del barranco.
Comienzan a caer unas pequeñas gotas, la ermita y el alto del Sant Crist está totalmente cerrado con las nieblas, así que hay que echar mano del plan B. Volver por la misma ruta o regresar por el Camí Vell de Bocairent a Ontinyent subiendo el Castellar. Nos decidimos por esta segunda opción.Un poco más adelante pasamos cerca de la casa Beneyto y vemos una difusa senda que conduce a ella.
Desde este punto el sendero va ganando altura, sube en zig-zags. Recorremos una zona de paredes verticales con un ancestral paso labrado en la roca, el Tancat del Bou, hasta desviarnos hacia la izquierda por un barranco secundario, el Barranc del Bou. En este momento interrumpimos el reposo de una manada de arruis, que huyen ante nuestra presencia. Un placer disfrutar de la vista de estos preciosos animales, con sus enormes cornamentas.
El barranco ha sido muy castigado por los incendios, y solamente cuenta con algún pequeño matorral bajo.
En este tramo puede contemplarse una buena vista del barranco con la ermita del Sant Crist al fondo, pero en este momento está oculto entre las nieblas.
El sendero sigue subiendo por el barranco hasta tomar un cruce a la izquierda que enlaza con el Camí Vell de Ontinyent - Bocairent. Lo tomamos a la izquierda para subir al Alto del Castellar y desde ahí bajar por las escaleras. (este tramo, hasta el Coll de la Dona, ya lo recorrimos ayer)
El sendero sigue subiendo por el barranco hasta tomar un cruce a la izquierda que enlaza con el Camí Vell de Ontinyent - Bocairent. Lo tomamos a la izquierda para subir al Alto del Castellar y desde ahí bajar por las escaleras. (este tramo, hasta el Coll de la Dona, ya lo recorrimos ayer)
Subimos por el ancho camino carretero, en dirección a la cuerda de la parte alta de la sierra.
Este sendero tiene pocos desniveles, por lo que es posible llevar buen ritmo, en este momento tenemos el cielo más encapotado, pero no cae agua.
Ayer disfrutamos de unas buenas vistas sobre el Barranc dels Tarongers y Bocairent, pero hoy está díficil.
Al llegar a una peña giramos hacia la derecha. Hay un puesto de caza y el sendero herboso nos conduce con un fuerte giro a la izquierda a la entrada del paso tallado en la roca: El Estrecho, llamado así por la gran trinchera labrada a mano en la roca para permitir el paso de los carros por este pasaje rocoso.
Pasado y fotografiado el Estrecho continuamos en descenso por el camino carretero. Enseguida dejamos a la izquierda una casa en ruinas, que tiene unas preciosas panorámicas al barranco.
El camino sigue llaneando y bajando, pudiendo disfrutar durante el descenso de su magnífico empedrado lateral y de las vistas sobre los barrancos del El Pont Trencat, al fondo, y de l'Ardern, hoy un poco más cerrados por las brumas. Pero las nieblas son más túpidas hacia el Sur, Bocairent, que hacia el Norte.
Siguiendo el camino viejo, vemos al fondo nuestro objetivo, el sendero rojizo que sube al Alto del Castellar.
El sendero llega al Coll de la Dona, de 576 metros de altitud, donde nos encontramos con un tricruce de pistas y senderos: la pista de la izquierda desciende ladeando hasta el Molí de Pep Joan y el barranco dels Tarongers; el sendero de la derecha rodea toda la peña hasta encontrarse con el PR - CV 122 hacia Ontinyent (que es el que tomamos ayer); y el que observamos al frente, sube recto al Alt del Castellar. Este último es el que cogemos hoy.
En principio sube suavemente, pero más adelante tiene un tramo mas empinado que nos hace disminuir el ritmo. Su distancia es pequeña así que enseguida conseguimos coronar el Alto del Castellar, de 645 metros.
Continuamos rectos, por un sendero muy pisado. Los tonos rojizos permiten ver muy bien las trazas del sendero. Es un precioso camino de herradura, que en zigzags nos permite ver panorámicas del Camí Vell de Ontinyent y de la ruta que hicimos ayer. La senda que sube recta desde el Molí del Pas se aprecia perfectamente a nuestras espaldas. Pero las cumbres de la Sierra de Agullent están borrosas.
El descenso serpenteante es rápido y sin problemas, y la lluvia no ha hecho acto de presencia. Nos ha respetado. Nos asomamos a un mirador que nos permite ver todo el barranco que hemos andando unos momentos antes ( en primer plano está el Molí de Paso Doble rehabilitado) y casi sin darnos cuenta, por unas escaleras llegamos a la carretera y al lugar donde hemos dejado el coche.
En el momento en que arrancamos comienzan a caer unas pequeñas gotas, Mariola está entre las brumas. Amenaza tormenta.
Una rápida ruta para recorrer un bonito paraje y estirar un poco las piernas, antes de darnos un pequeño homenaje gastronómico en el Casino Primitivo de Ibi.
En el momento en que arrancamos comienzan a caer unas pequeñas gotas, Mariola está entre las brumas. Amenaza tormenta.
Una rápida ruta para recorrer un bonito paraje y estirar un poco las piernas, antes de darnos un pequeño homenaje gastronómico en el Casino Primitivo de Ibi.
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