Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

domingo, 26 de febrero de 2017

BENEIXAMA: ALT DELS TRES PINETS, DE LA ASCENSIÓN-FONTS DE GAMELLONS, DEL NANO Y DE LA DUENYA

POR LA SIERRA DE LA SOLANA Y DE LA OMBRIA-POU CLAR


FICHA TÉCNICA-
Día: 26/02/2017
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 7 horas y media.
Distancia: 25 km.
Desnivel: 868↑↓
Dificultad: Media-Alta. Por la distancia y desnivel, pero sin problemas técnicos.
Rutas marcadas:
PR CV 52, SL 19.
Como llegar: Por la autovía Alicante-Madrid. Después del túnel de Villena un cruce a la derecha nos lleva hasta Beneixama. En la rotonda hay un ramal hacia Fontanars dels Alforins, CV 657, entre el km. 13-12 está a la izquierda el albergue de la Talaeta.
Wikiloc: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=16573105

ITINERARIO:
Albergue de la Talaeta - CV 657 - PR CV 52 - Senda del Blanquinal - Alt dels Tres Pinets - Torre de observación del Blanquinal - Mirador dels Tres Pinets - Alto de la Ascensión - Caseta de Caçadors - Senda del Toll Vell - Refugi de Castelló - Senda del Remallar - Pista de la Replana/SL 19 - Paso tallado en la roca - Casa dels Enginyers/Gamellons/Casa Forestal - Font de Gamellons y área recreativa - Barranco de Gamellons - Font del Nano - Casa de la Seix - Barranco de la Seix - Casa dels Enginyers/Gamellons/Casa Forestal - Senda dels Enginyers - Cava del Grifo - Pista de la Replana/SL 19 - Font de la Duenya - Senda de la Mollonera - Charco Blanco - Albergue de Rita - Senda del Madroñal - Pouet de la Neu del Madroñal - Pou de la Neu de la Solana o de Benexama - Corral de Lluna - CV 657 - Albergue de la Talaeta - Ermita de San Isidro - Albergue de la Talaeta







RUTA:
Llegando al punto de inicio nos encontramos con un globo que planea por encima del término municipal de Biar. Preciosa imagen.
























Aparcamos en el Albergue de la Talaeta y nos calzamos las botas, el día está algo borroso, la calima no acaba de desaparecer. Enfrente tenemos la loma por la que vamos a ascender en primer lugar.
























Lo primero es cruzar la carretera CV 657, enfrente hay un hito, y saltamos el quitamiedos para introducirnos en un pequeño barranco que debemos bajar para salir a las fincas. Rectos iríamos por el resto de sendas(del Pontal, dels Avions, del Madroñal), pero vamos a buscar la del Blanquinal.
























Disfrutamos de las estampas primaverales, los almendros están en plena floración.
























En el cruce de subida nos encontramos con un señor de Beneixama y charlando con él subimos sin darnos cuenta.
























El sendero se interna a ratos en el lateral y por las umbrías se camina más a gusto.
Nos acompañan los pinos, romeros, enebros, pebrella... los olores inundan el monte.



Vemos un hito grande de piedras y como hemos pasado muchas veces intuimos que estamos en el Alt dels Tres Pinets (1.016 m.), es verdad un gran poste indicador de madera yace en el suelo a su lado, intentamos mantenerlo vertical pero tiene demasiado peso y no podemos afianzarlo.
Proseguimos por la cuerda hasta la torre de observación del Blanquinal.
Nos acordamos del precioso refugio de madera que habían instalado en este punto y que algún desalmado quemó.











Nos acercamos al mirador, sigue la calima pero con ayuda de las siluetas de las montañas, nuestro acompañante, y el mapa podemos reconocer las cordilleras que tenemos enfrente.
Desde la explanada salimos por la pista y aquí nos separamos, él va a bajar por la Senda del Pontal, nosotros nos despedimos girando a la derecha. El vértice geodésico de la Ascensión está algo adentrado por lo que en campo a través vamos a  fotografiarnos en él, 1.004 metros de altitud.
Y continuando por el cordal llegamos a la Caseta dels Caçadors. Magnífico mirador a todo el valle.
Por su costado bajamos siguiendo las marcas blanca/amarilla



para llegar a otra bifurcación.

Tomamos la pista a la derecha, surge la Senda del Toll Vell. Giro a la izquierda para internarnos en un bosque de pinos. Hay una balsa para los animales y seguimos por el angosto sendero notando la cantidad de pinos que se han resquebrajado. Gracias al trabajo que han hecho podemos pasar, hay cantidad de ramas cortadas en los lados.
Pero a pesar de la nieve, el viento y los daños que han causado el bosque está vivo, cuando conocimos la zona justo la había devorado un incendio y se encontraba en un estado deplorable, calcinada.


























Salimos a una pista ancha, giro a la derecha. Unos metros para llegar a un horno de cal enseguida nos internamos por la izquierda para llegar al Refugi de Castelló. Parece una casita de chocolate, hay coches, gente y perros. Cruzamos por detrás para evitar que nos ladren.

Y nos encaramos hacia la pista de tierra que señala la divisoria entre Alicante y Valencia. Un suave desnivel que nos permite mirar hacia atrás para observar las suaves colinas y lo verde que esta la sierra de la Solana.























El sendero no es exigente, pero siempre lo habíamos hecho en sentido contrario y al revés tienes otra visión diferente de la ruta.
















Remontamos la loma situándonos en la pista de la Replana, la debemos cruzar, rectos, para adentrarnos en la Senda del Remallar.

























Bajamos felices, nos tropezamos con unos ciclistas en dirección contraria, que salvajada, en este tramo es un falso llano, pero más adelante tiene piedras y un gran desnivel que salvar. Y llegamos al paso excavado en la roca. Nos recuerda las fajas del Pirineo.
























En este punto la senda discurre colgada, aprovechando unos abrigos y repisas naturales y excavados en la roca; reforzado su margen izquierdo con un muro en piedra seca. No le falta de nada, hasta un rodal de narcisos silvestres para poner colofón a un espectacular recodo.

 

























Abandonamos la sierra, que es la del Águila. Para llegar a una explanada y en ella se encuentra la Casa dels Enginyers o de Gamellons o Casa Forestal. Punto de conexión de la ruta.




Continuamos porque hemos decidido comer en la Font de Gamellons.
Que mejor lugar para recuperar fuerzas y disfrutar del cantarín sonido del agua. Caen unos enormes chorros a las dos piletas, y en el lateral surgen otros dos por los sobraderos. Con tanta agua el paraje lo cruza un pequeño riachuelo.


Cuando estamos acabando aparecen dos ciclistas que aprovechan a beber agua, uno comenta que la Font del Nano está cerca y cambiando el recorrido decidimos acercarnos hasta ella.
Para ello debemos continuar hacia abajo, dirección Norte, pasamos por el área recreativa y salimos por un puente que nos adentra en el Barranco de Gamellons.
El río va quedando al fondo y al principio se oye su sonido, para más adelante perder fuerza el agua y cuando vemos su cauce apreciamos alguna pequeña poza.













Y en 1 kilómetro encontramos el paraje en el cual está la fuente del Nano, tiene una forma peculiar, una cabeza de hombre algo enfurruñado.
Es réplica aproximada del original que se conserva en el Museo Arqueológico de Ontinyent y la Vall d'Albaida. La figura fue esculpida en piedra calcárea a finales del siglo XVIII, dicen que con facciones orientales. El agua está fresquita.  

Proseguimos hacia abajo, sin saber muy bien a donde vamos, pero confiamos en que el instinto de orientación nos haga encontrar una ruta de regreso. Enseguida hallamos la Casa de la Seix, en ruinas.
Estamos dentro del recorrido señalizado de la ruta Fuset-Gamellons y vemos un cartel que indica a la izquierda a Fuset, iremos en la dirección contraria.
Por una pista ancha de tierra caminamos en suave ascenso, dejamos un ramal a la derecha y proseguimos hasta enlazar con la pista principal que de nuevo marca el itinerario de Fuset-Gamellons, perfecto, a la derecha. Si fueramos en la otra dirección está la Caseta del Caçadors.
Y después de varias curvas entroncamos de nuevo con la Casa dels Enginyers o Gamellons o Casa Forestal, escondida detrás del paseo de cipreses.


Después de ver el mapa y la ruta que hemos tomado nos dirigimos por delante de la casa a buscar la Senda dels Enginyers. Comienza en llano, pero poco a poco va ascendiendo por el barranco. En muchos tramos la vegetación de romeros, enebros, pinos, carrascas tapan casi el camino, a pesar de ello pasan ciclistas lo vemos en las rodadas.



Nos sorprende agradablemente que la senda conserve tanta humedad, la cual ha mantenido frescos los musgos en los laterales del sendero.

























Algunos tramos cuentan con paredes de piedra seca y hermosas carrascas que los embellecen.
























Cruzamos una pista, prosiguiendo rectos.
La senda transcurre por una zona estrecha, encajonada entre pinos.
Y como la conocemos tenemos cuidado para encontrar una construcción, una señal indicaba hace muchos años Cava del Grifo, formada por dos galerías subterráneas superpuestas que recogían agua de lluvia y la almacenaban.


Cuando bajamos a ver la Cava se observa que el camino se asienta sobre una gran roca y bajo ella hay un túnel de forma semicircular.
Volvemos a retomar el camino, en minutos nos situamos en la pista de la Replana y la tomamos hacia la derecha. Unos pocos metros para volver a internarnos por la izquierda en un bosquete de pinos, siguiendo el poste indicador que nos llevará a la Font de la Duenya.


Al igual que la de Gamellons tiene dos fuentes, pero en este caso no son dos chorros son dos grifos feos que hay que abrir para poder beber. Una de ellas está debajo de las peñas.

En el paraje hay unas mesas y unas balsas de agua, una de ellas parece un antiguo lavadero.
Bajamos por el pequeño barranco para llegar a un cruce. A la izquierda regresaríamos al Refugi de Castelló. A la derecha vamos remontando el barranco. Y el sendero se convierte en un raid, nos toca sortear los pinos que hay en medio por encima, por debajo, por los laterales...

Siguiendo el barranco hacia la izquierda llegamos al enclave del Charco Blanco, al refugio de unas peñas se forma un pequeño embalse en un rincón sombrío de la sierra de la Solana.











Y después de otro salto de obstáculos salimos a la senda que nos encamina hasta el albergue de Rita, hay un grupo de muchachos y sus monitores que antes hemos visto en el sendero del Toll Vell, parecían cansados, pero vemos que ahora no paran de jugar al fútbol.

A su lado un pouet, tiene agua y caldero para sacarla del pozo,  pero no sabemos si es potable. Al lado un poste indicador que marca por detrás del refugio la Senda del Madroñal, pero el track ha pasado por delante, le seguimos buscando el itinerario oficial.
El sendero se convierte en una pista de tierra, que cruzamos rectos, dejando de lado el alto de Rita y enfilamos hacia la loma de las cumbres más altas.
Pero un giro a la derecha nos introduce en el Barranco del Pou de la Neu.
























Y nos baja en un periquete hasta el cruce del Pouet de la Neu del Madroñal.
























A la izquierda. Debemos remontar unos metros por el barranco para encontrar los vestigios del Pouet.
Quedan restos similares a la Cava del Grifo, un túmulo rodeado de piedras y en la pared hay un túnel excavado en forma de semicírculo en la roca.
Retrocedemos hasta la bifurcación y continuamos a la izquierda, dirección a Beneixama.
Enseguida oímos el motor de unas motos y vemos una pista ancha que atraviesa nuestro sendero. Ellos bajan por medio. Nosotros cruzamos el barranco y nos introducimos por un angosto sendero en la loma de la sierra, para ganar altura rápidamente.
















Mirando hacia atrás vemos el alto de Rita, desde donde hemos descendido.
























La ruta tiene maravillosas vistas al barranco y las sierras que nos rodean.
























Hacen su aparición los espartos, verdes.























Y llegamos a una bifurcación. A la izquierda llegaríamos al cruce de la mañana, por el que hemos subido a las cumbres más altas. A la derecha seguimos la Senda del Madroñal. Y a su lado un pequeño poste marca el Pouet de la Neu de la Solana o de Beneixama.


Su anchura y profundidad son espectaculares, no parece un buen sitio para resguardar la nieve del calor, o será por el día tan caluroso que hace hoy.























Proseguimos por la pista con un giro brusco a la izquierda para continuar rectos. El bosque de pinos se convierte en bancales agrícolas en los que predominan los tonos rosados y blancos de la flor de los almendros.
 Paramos para contemplar una imagen lateral de las lomas que hemos subido a primera hora de la mañana, por la Senda del Blanquinal.


Y atravesamos por huertos floridos que atraen nuestra atención.

Por un lateral del Corral de Lluna, y haciendo un giro a la derecha llegamos a la carretera y al Albergue de la Talaeta.

Pero al parar delante del mapa pensamos que a pesar del montón de veces que hemos estado no hemos llegado nunca a la ermita. Desde un vértice geodésico hay una brusca pendiente que en pocos minutos nos asoma a la ermita de San Isidro, situada en el Racó de la Talaia o Talaeta.























Ya nos ha comentado el señor de Benexaima que en su pueblo había mucha aceite, ahora le entendemos viendo la extensión de olivos que hay en la zona.
Regresamos al coche por la pista de tierra, en un círculo que nos muestra el valle.

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