FICHA TÉCNICA:
DÍA: 10/04/2012
PARTICIPANTES: Nieves, Lourdes y Julián.
DISTANCIA: 13 km.
TIEMPO ESTIMADO: 4 horas y media.
DIFICULTAD: Media.
DESNIVEL: 800 m
ITINERARIO:
Azuelo- Calle Mayor - Camino del Monte - Bifurcación a la izquierda - Fuente del Arca - Moles de las Dos Hermanas - Choza de los Pastores y Fuente de Santa Engracia - Canal pedregoso - Yoar - Mismo recorrido en bajada - Fuente de Santa Engracia y choza de los Pastores- Giro a la derecha - Fuente de Valdillera - Bifurcación a la izquierda (Acotado de Trufa)- Fuente del Arca - Azuelo
En la Sierra de Codés se encuentran unas formaciones rocosas denominada Dos Hermanas, al lado del Valle de los Penitentes. Una vieja leyenda nos cuenta como dos muchachas de Genevilla fueron convertidas en piedra después de la maldición lanzada por su malvada madrastra por su tardanza en llegar a casa. De las mujeres no se supo nunca nada más, pero en el contrafuerte del monte Yoar aparecieron esas gigantescas agujas de conglomerado rojizo llamadas Dos Hermanas. Las altitudes de los dos picos son de 903 y 915 metros . La más adelantada sobre Azuelo es la de menor cota y se muestra afilada. También es la que tiene la base más amplia. Detrás de ella está la hermana mayor, algo más estilizada. Entre ambas se encuentra la horquilla
Después de las Dos Hermanas, de proporciones ciclópeas en comparación con los restantes peñascos, se encuentra erizado por formaciones conglomeralíticas dispersas pero alineadas como una procesión de penitentes. Por encima del valle de los Penitentes, el contrafuerte se eleva hacia la Peña Blanca ( 1.249 m ). Se trata de una montaña cortada por una profunda chimenea muy visible. Posee una pared muy vertical de unos 200 metros de vértigo que domina la senda que desde el Santuario de Codés se dirige hacia las Dos Hermanas. En la parte superior de la montaña existe un arco natural denominado El Puente del Diablo (1.175 m ). Para llegar a este lugar hay que remontar la canal que forma la Peña Blanca con el espolón de Dos Hermanas. Desde la base de las Dos Hermanas se atraviesa un encinar y por la pedriza se llega hasta este lugar. Si bien Peña Blanca posee paredes calizas de gran longitud, por lo que son muy características cuando se observan desde el santuario de Codés. Siguiendo la cresta en dirección a Yoar ( 1.416 m ) aparece el Pico Royo (1.321 m ), que es fácilmente distinguible por la tonalidad rojiza de sus rocas, idénticas en constitución a los Penitentes.
Entre la Peña Blanca y el Pico Royo hay un collado (1.226 m ) que tiene acceso desde el santuario. Muy cerca de la cumbre de la Peña Blanca existe un agujero natural no muy grande conocido con el nombre de Ventana de las Brujas (1.235 m ). Se dice en Azuelo que las brujas lo atravesaban en sus vuelos con escobas antes de dirigirse a las reuniones que celebraban en la altiva peña de Lapoblación (León dormido).
Entre la Peña Blanca y el Pico Royo hay un collado (
A principios del siglo XX, había todavía bastantes peregrinos que subían descalzos hasta Santa Engracia, ermita desaparecida a mediados del pasado siglo. «Cuando llegaban al inicio del barranco, los cofrades pasaban lista, se quitaban los zapatos, y hacían el trayecto más duro sin ellos». Quizás de ahí le venga el nombre a este abrupto desfiladero rodeado de encinas y vigilado por dos hileras de gigantescos monolitos. Este conjunto de piedras parece un desfile de monjes con sus casullas, lo cual sugiere también una posible relación con el nombre del valle. En la zona se dice que uno de estos perfiles corresponde al abad de Otiñano, el cual se destacó en el siglo XVI por sus peleas dialécticas con el brujo de Bargota. Según la leyenda, este último petrificó al abad mediante un conjuro, y lo sumó a la hilera de peñas del desfiladero. Antes de que se construyeran los monasterios de Azuelo (siglo XI) y el actual santuario de Codés (XVI), había en las faldas de la sierra de Yoar varias ermitas diseminadas por el bosque. Algunas de ellas -como las de San Martín y Santa Engracia- , se encontraban en el interior de este círculo de peñascos rojizos conocido como el valle de los Penitentes
RECORRIDO:
El día amanece lluvioso, pero decidimos ir a buscar el sendero por donde subir hasta el Yoar, por su cara oeste. A pesar de la cercanía de nuestros pueblos en la Berrueza, todavía no lo conocemos. Imperdonable.
Llegamos a Azuelo y ascendiendo por la calle Mayor accedemos a una pista asfaltada que lleva dirección a Genevilla, es el Camino del Monte. Aparcamos en un merendero en el que se encuentra la fuente del Arca y una estela funeraria.
Dos Hermanas o cuatro??. |
Abandonamos a la derecha un camino que permite llegar al Santuario de Codés, pero nosotros seguimos las marcas de dos hitos hacia la izquierda , que atravesando una pista que creemos sube desde la fuente del Arca, nos sitúan en la Choza de los Pastores y la fuente de Santa Engracia. Por la parte trasera del refugio ascendemos hasta encontrar dos caminos. Cogemos el de la derecha, por debajo de las aristas de los penitentes y lo seguimos hasta encontrar un hito que nos señala que debemos coger un sendero a la derecha que remonta el barranco en fuerte pendiente entre el encinar.
Por toda la vaguada sube la senda sombría y cuando éste acaba comienza la cascajera que atravesamos. Las vistas al León Dormido (Sierra Cantabra) son espectaculares. Valdezcaray no se deja ver al completo pero se intuye una capa de nieve a media altura. Siguiendo los hitos nos vamos desviando tomando rumbo a la derecha, atravesando unas peñas rocosas que hemos ido dejando bajo nuestros pies y tras llegar al lado de la Peña Blanca, por un herbazal comenzamos subiendo en dirección al Yoar. Nos dirigimos al Pico Royo y desde el collado de la Nava giramos hacia el vértice de la cumbre, 1416 m, con su antena inconfundible que afea la cima. Pero con vistas impresionantes.
Inscripción en el pico Yoar. |
Estas cumbres son una atalaya perfecta de la antigua frontera entre Navarra y Castilla (hoy La Rioja). Su difícil acceso, y las caprichosas formas adquiridas por las rocas con el tiempo y la erosión, envuelven de misterio estos insólitas breñas. Algunas reciben nombres tan sugerentes como la ventana de las Brujas, el Puente del Infierno y la cueva del Moro.
Sin apenas tiempo para almorzar, tenemos hoy visita de los sobrinos, desandamos nuestros pasos por el mismo camino, el descenso es vertiginoso y una vez que hemos llegado a la fuente de Santa Engracia, bebemos agua y bajamos rectos, por una pista de tierra, atravesando la puerta natural que forman el Pico del Anillo y las Dos Hermanas.
Descubrimos a nuestra izquierda la fuente de Valdillera ( 735 m ), que nos avisa de la salida del valle de los Penitentes, fue buen año el 2003 para la rehabilitación de todas las fuentes de la zona (San Martín, Del Arca, Santa Engracia y ésta).
Siguiendo el camino, a unos 300 metros, junto a un letrero en el que se puede leer «Acotado de Trufa» aparece la pista asfaltada que a la derecha nos llevaría a Genevilla y a la izquierda nos baja hasta el merendero de la fuente del Arca.
Siguiendo el camino, a unos 300 metros, junto a un letrero en el que se puede leer «Acotado de Trufa» aparece la pista asfaltada que a la derecha nos llevaría a Genevilla y a la izquierda nos baja hasta el merendero de la fuente del Arca.
Imprescindible paseo por esta zona de Navarra tan desconocida y tan abrupta.
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