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3º DÍA- REFUGIO DE WALLON-REFUGIO DE BAYSELLANCE.
Ruta del día en rojo. |
Baysellance
Los refugios más visitados son los que están al pie de las cumbres más populares: Renclusa para el Aneto, Góriz para el Monte Perdido y Baysellance para el Vignemale.
El refugio más alto es el de la brecha Peyta, a los pies del Besiberri Norte, a 2.805 metros de altura, aunque su estado actual de degradación hace totalmente desaconsejable la pernocta. Después de este el más alto en funcionamiento es el de Baysellance, a una altura de 2.651 m., casi tocando las estrellas.
La cueva Paradís, unos metros bajo la cumbre de la Pique Longue en el Vignemale excavada por Russell, es sin duda el abrigo-vivac más alto de todos los Pirineos
ITINERARIO: Refugio Wallon-Lac del Arratille(2.247m)-Lac du col d'Arratille(2.501m)-Collado del Arratille(2.528m)-Puerto de las Mulas(2.591m)-Refugio de Oulettes(2.151m)-Horquette de Ossue(2.734m.)-Petit Vignemale(3.022m)-Refugio de Baysellance.
RUTA
La subida del primer collado del día es sin prisa pero sin pausa. Inicialmente el bosque es de pinos negros, pero a medida que avanzamos la vegetación va desapareciendo y las cataratas aparecen por todas las esquinas.
Adelantamos a un grupo que iba por delante nuestra, lo que deja bien a las claras que llevamos un buen ritmo y tenemos que llevarlo para poder completar la etapa planificada para hoy.
Seguimos ascendiendo, ahora la rampa adquiere desniveles que nos hacen subir callados y entre pedreras avanzamos hasta el lago del Col de Arratille, precioso. Nos cruzamos con un grupo que comienza la bajada. En apenas cinco minutos llegamos al Collado de Arratille a 2.526 metros de altura. Las vistas son impresionantes, y aprovechamos para beber agua y recuperar el resuello. Desde el citado collado podemos apreciar el buscado Macizo del Vignemale.
Por la izquierda una senda a media altura por toda la pedregosa ladera del Circo de Ara nos llevará hasta el siguiente collado. De frente, un poco más abajo, contemplamos todo el Valle de Ara que termina muy cerca de Bujaruelo, GR 11. Atravesar la ladera del Circo de Ara es espectacular. Con nieve debe ser impresionante, aunque clavando bien los crampones por si acaso.
Al final nos toca remontar una exigente rampa que nos deja en el collado del Puerto de las Mulas (2.591 metros). Este collado está situado entre las Aiguilles du Chabarrou (2.826 m.) y el Pic des Oulettes. Detrás de un montón de piedras que los montañeros han ido acumulando para protegerse del frío reponemos fuerzas y nos tomamos un par de barritas y algún gel. El viento pega fuerte en ese lugar y se agradece.
Desde el Col des Oulettes se divisa ya el refugio al fondo del valle, pero hay que descender aún casi 500 metros para alcanzarlo. Tiene un gran desnivel de bajada, pero al tropezar con gente vemos que es mucho peor subirlo. El andar cansino y las caras exhaustas de los que vienen de frente así lo corroboran.
Durante el descenso vamos apreciando las vistas a la cara norte del macizo de Vignemale, son espectaculares. Nos cruzamos con más gente subiendo el Puerto de las Mulas y la verdad es que van sufriendo. Llegamos a la conclusión que es mejor bajar, al menos en esta ocasión. El desnivel es tremendo y cada vez que miras para atrás todavía impresiona un poco más. El enclave es sensacional.
Vemos el refugio de Oulettes de Gaube en la explanada que baja desde el circo del Vignemale o Comachibosa (nombre en español). Desde este llano las vistas son irrepetibles. La grandiosidad de este paraje, comparable al gran circo de Gavarnie, nos atrapa y sacamos fotos que reflejan con bastante exactitud el gran macizo que nos rodea y nos sobrecoge. Ante nosotros el Petit Vignemale (3.032 m) y su glaciar colgado, el Glaciar des Oulettes, el gran Vignemale o Pique Longue (3.298 m) y el "Couloir de Gaube", impresionante bastión que, en buenas condiciones, nos permitiría salvar esta cara norte en vertiginoso ascenso ... pero ¿de verdad se sube este corredor? -desde aquí parece totalmente vertical.
Es necesario continuar y tenemos que ascender otros 500 metros hasta llegar al collado de la Hourquette d’Ossoue. Después de bajar 600 metros, ahora a subir 500, no parece muy inteligente por nuestra parte, pero así se comporta la montaña (¡Vaya broma!). Este es el tercer collado del día. Además, Javier nos invita a volver hacia atrás y subir el Puerto de las Mulas alegando que ha dejado un maletín el señor Botín con no se cuantos millones de euros.
La verdad es que no le hacemos mucho caso, aunque hubiera podido dejarlo una hora antes cuando estábamos arriba. Bromas aparte, no nos convence la idea de volver.
El último tramo con mucha piedra suelta resulta especialmente duro y costoso tras lo que ya llevamos a la espalda, pero con constancia, vamos superando el desnivel de la ladera del Araille que con dirección hacia la izquierda del circo va encontrando un paso entre ambas sierras.
Surge algún tema de conversación interesante y la subida se hace un poco más asequible, bueno, al menos no piensas mucho en lo que te queda por delante y eso desde el punto de vista psicológico ayuda. Se siguen disfrutando de unas magníficas vistas de la cara norte del circo del Vignemale hasta que llegamos al collado de la "Hourquette d´Ossoue", desde la que ya se divisa muy cercano el refugio de Bayssellance y la espalda del Petit Vignemale invitándonos a subir.
Javier no nos acompaña en el ascenso y se dirige al refugio a pedir habitación. El resto iniciamos la marcha hacia la cima. Poco a poco, en una lucha contra el tremendo desnivel nos vamos animando por las maravillosas vistas, hasta que nos aupamos sobre la cumbre del Petit Vignemale (3.022 m.). Cuesta subir los últimos metros, Vicente opta por dejar la mochila a mitad de camino. Las ganas de llegar arriba se van acrecentando y por fin alcanzamos la cima.
Las vistas son espectaculares, Glacier des Oulettes, Glacier du Petit Vignemale y el más grande de ellos el Glacier d’Ossoue, en éste, si nos fijamos bien, podemos ver las diminutas figuras con crampones y piolet de la gente que baja entre los serac, seguramente vienen del Pique Longue. Uno siente envidia, de la sana, de no estar allí arriba, pero tenemos que conformarnos con el Petit Vignemale, que está fenomenal subir un 3.000 pirinaico.
Y por detrás de nuestras cabezas: Punta Chausenque (3.204 m.), Pitón Carré (3.197 m.) y Pique Longue (3.298 m.) donde podemos ver moverse las cabecitas de la gente que lo ha coronado. Rozamos el cielo, desde aquí se divisa el muro que forma el Monte Perdido, la Brecha de Rolando y el Taillon. Espectacular. Comenzamos a comer y llegan unos jóvenes, del Centro Excursionista de Almoradí, que están haciendo la ruta de los Perdidos, no se cuantas cimas llevan, un carretón. Les hacemos unas fotos y les prometo que a la vuelta de las vacaciones les haré un hueco en la edición de Deportes de la Vega Baja. Cumplí con lo prometido un mes más tarde.
Después de las fotos, vemos que hay nubes y cae alguna pequeña gota, así que emprendemos el descenso, encantados de lo fácil que se baja y llegamos de nuevo hasta el collado y desde aquí al refugio sobre las 15:30. Tras 8 horas llegamos al Refugio Bayssellance (2.651 m.) Es campamento Base para todas las ascensiones al Macizo del Vignemale.
Hay que dejar las mochilas, los bastones y las botas en la entrada colgadas de ganchos y estanterías. Y en una especie de cesta subir solo lo indispensable a la habitación. El aseo tercermundista, 2 lavabos y 2 tazas en el suelo. Nos cambiamos y tomamos unos refrescos. Y en ese momento comienza a llover. Menos mal que no nos ha pillado en la cima. Han acertado los que decían que podía llover. De todas formas, tampoco dura mucho la tormenta, lo justo para refrescar el ambiente.
Mientras esperamos a la cena salimos a la calle y ha refrescado mucho, necesitamos polares (en las noches anteriores se podía estar en la calle después de cenar en camiseta) y admiramos las magníficas vistas que ofrece la cara norte del macizo de Monte Perdido al atardecer: el circo de Gavarnie y su cascada con El Cilindro y Monte Perdido a un lado, El Casco y El Taillon al otro, y la omnipresente Brecha de Rolando, sútil abertura que comunica el Parque de Ordesa con el Parque de los Pirineos Occidentales en la vertiente francesa. Una vez dentro nos tomamos unas coca colas, algún té y miramos mapas.
Llega la cena, una sopa que nadie sabe de que es, incomible, con tallos de hierbas, tomillo, romero, después carne picada con puré de patata por encima, una imitación de lasaña, desagradable. Menos mal que para terminar ponen un poco de queso y una natilla.
Una vez mal cenados, a dormir, si se puede. La noche se llena de ronquidos, el calor dentro de la habitación es sofocante, ya que el viento no deja abrir la ventana y alguno no permite abrir la puerta para que entre algo de frescura. Con tanta gente.
Pasa la noche y nos queda por delante la última ruta. Hasta ahora todo ha sido perfecto.
Puente por encima del río Marcadau. |
La etapa de hoy tiene una gran exigencia física. Teníamos previsto hacerla en dos jornadas, parando la primera en el Refugio de Oulettes de Gaube, pero las previsiones meteorológicas nos recomiendan el cambio de planes. Vamos a ir del refugio de Wallon hasta el de Baysellance y a toda la ruta uniremos la subida al Petit Vignemale. Bueno, el tiempo se portó bien, el día fue más fresco que los anteriores y una vez en el refugio cayó una pequeña tormenta.
Partimos desde el refugio de Wallon, después de desayunar a las 6 de la mañana. La salida es dirección hacia la parte baja del Valle de Marcadau, pero enseguida un cartel nos desvia a la derecha. Por una pasarela de madera cruzamos el río. Seguimos por la Gave des Batans y poco después por la Gave d´Arratille. Un pequeño bosque de pinos negros. |
Una bonita imagen en la subida al collado de Arratille. |
Por unas lomas herbosas ascendemos hasta situarnos en la primera laguna del día: el Lac d' Arratille. Al lado de la laguna se encuentran varias tiendas de campaña y gente pescando con cañas. El lugar es precioso e invita a quedarte allí todo el día disfrutando de la naturaleza, pero queda mucho camino por andar y no conviene entretenerse mucho en meditaciones.
Adelantamos a un grupo que iba por delante nuestra, lo que deja bien a las claras que llevamos un buen ritmo y tenemos que llevarlo para poder completar la etapa planificada para hoy.
Lago del Col d' Arratille. |
Col d'Arratille |
Por la izquierda una senda a media altura por toda la pedregosa ladera del Circo de Ara nos llevará hasta el siguiente collado. De frente, un poco más abajo, contemplamos todo el Valle de Ara que termina muy cerca de Bujaruelo, GR 11. Atravesar la ladera del Circo de Ara es espectacular. Con nieve debe ser impresionante, aunque clavando bien los crampones por si acaso.
Ladera del Circo de Ara |
Desde del Col d'Arratile al Col des Oulettes. |
En el collado des Oulettes. |
Desde el Col des Oulettes se divisa ya el refugio al fondo del valle, pero hay que descender aún casi 500 metros para alcanzarlo. Tiene un gran desnivel de bajada, pero al tropezar con gente vemos que es mucho peor subirlo. El andar cansino y las caras exhaustas de los que vienen de frente así lo corroboran.
Inicio de la bajada del Puerto de las Mulas. |
Al fondo el glaciar del Vignemale |
Refugio de Oulettes. |
Vemos el refugio de Oulettes de Gaube en la explanada que baja desde el circo del Vignemale o Comachibosa (nombre en español). Desde este llano las vistas son irrepetibles. La grandiosidad de este paraje, comparable al gran circo de Gavarnie, nos atrapa y sacamos fotos que reflejan con bastante exactitud el gran macizo que nos rodea y nos sobrecoge. Ante nosotros el Petit Vignemale (3.032 m) y su glaciar colgado, el Glaciar des Oulettes, el gran Vignemale o Pique Longue (3.298 m) y el "Couloir de Gaube", impresionante bastión que, en buenas condiciones, nos permitiría salvar esta cara norte en vertiginoso ascenso ... pero ¿de verdad se sube este corredor? -desde aquí parece totalmente vertical.
Macizo del Vignemale. |
Es necesario continuar y tenemos que ascender otros 500 metros hasta llegar al collado de la Hourquette d’Ossoue. Después de bajar 600 metros, ahora a subir 500, no parece muy inteligente por nuestra parte, pero así se comporta la montaña (¡Vaya broma!). Este es el tercer collado del día. Además, Javier nos invita a volver hacia atrás y subir el Puerto de las Mulas alegando que ha dejado un maletín el señor Botín con no se cuantos millones de euros.
Subiendo a collado Hourquette d' Ossoue. |
El último tramo con mucha piedra suelta resulta especialmente duro y costoso tras lo que ya llevamos a la espalda, pero con constancia, vamos superando el desnivel de la ladera del Araille que con dirección hacia la izquierda del circo va encontrando un paso entre ambas sierras.
La Hourquette d'Ossoue |
Javier no nos acompaña en el ascenso y se dirige al refugio a pedir habitación. El resto iniciamos la marcha hacia la cima. Poco a poco, en una lucha contra el tremendo desnivel nos vamos animando por las maravillosas vistas, hasta que nos aupamos sobre la cumbre del Petit Vignemale (3.022 m.). Cuesta subir los últimos metros, Vicente opta por dejar la mochila a mitad de camino. Las ganas de llegar arriba se van acrecentando y por fin alcanzamos la cima.
Las vistas son espectaculares, Glacier des Oulettes, Glacier du Petit Vignemale y el más grande de ellos el Glacier d’Ossoue, en éste, si nos fijamos bien, podemos ver las diminutas figuras con crampones y piolet de la gente que baja entre los serac, seguramente vienen del Pique Longue. Uno siente envidia, de la sana, de no estar allí arriba, pero tenemos que conformarnos con el Petit Vignemale, que está fenomenal subir un 3.000 pirinaico.
En la cima del Petit Vignemale. |
Los integrantes del CE de Almoradí |
Hay que dejar las mochilas, los bastones y las botas en la entrada colgadas de ganchos y estanterías. Y en una especie de cesta subir solo lo indispensable a la habitación. El aseo tercermundista, 2 lavabos y 2 tazas en el suelo. Nos cambiamos y tomamos unos refrescos. Y en ese momento comienza a llover. Menos mal que no nos ha pillado en la cima. Han acertado los que decían que podía llover. De todas formas, tampoco dura mucho la tormenta, lo justo para refrescar el ambiente.
Mientras esperamos a la cena salimos a la calle y ha refrescado mucho, necesitamos polares (en las noches anteriores se podía estar en la calle después de cenar en camiseta) y admiramos las magníficas vistas que ofrece la cara norte del macizo de Monte Perdido al atardecer: el circo de Gavarnie y su cascada con El Cilindro y Monte Perdido a un lado, El Casco y El Taillon al otro, y la omnipresente Brecha de Rolando, sútil abertura que comunica el Parque de Ordesa con el Parque de los Pirineos Occidentales en la vertiente francesa. Una vez dentro nos tomamos unas coca colas, algún té y miramos mapas.
En el refugio, con la brecha de Roland al fondo. |
Llega la cena, una sopa que nadie sabe de que es, incomible, con tallos de hierbas, tomillo, romero, después carne picada con puré de patata por encima, una imitación de lasaña, desagradable. Menos mal que para terminar ponen un poco de queso y una natilla.
Una vez mal cenados, a dormir, si se puede. La noche se llena de ronquidos, el calor dentro de la habitación es sofocante, ya que el viento no deja abrir la ventana y alguno no permite abrir la puerta para que entre algo de frescura. Con tanta gente.
Pasa la noche y nos queda por delante la última ruta. Hasta ahora todo ha sido perfecto.
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