Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

sábado, 22 de noviembre de 2014

LAS CUNAS ( 1.406 m.), ARCO DE SIGISMONDI y CARRERÓN DEL DIABLO.

POR LA CARA SUR DEL MORRÓN DE ESPUÑA


FICHA TÉCNICA-
Día: 22/11/2014
Participantes: Vicente y 
Julián  . 
Tiempo estimado: 5 horas y media.
Distancia: 12 km.
Dificultad: Alta, por el desnivel y hay alguna trepada.

Punto de inicio: Desde la autopista A-7/ E 15 dirección Granada. Tomar la salida 620 en Totana por la RM 502 dirección Mula. Hay que pasar Aledo y, luego coger la carretera a la derecha que lleva de las Alquerías al Collado Bermejo. Paramos antes, en el Collado del Pilón.
Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8310600

ITINERARIO:
Collado del Pilón - Cima de Las Cunas - Centro de Vigilancia Sanitaria de Fauna Silvestre -Mirador de Collado Bermejo - Arco de Sigismondi - Carrerón del Diablo - Casa y Fuente de la Carrasca - Collado del Pilón.


Sierra Espuña está situada en Murcia. Pertenece a la Cordillera Bética y se encuentra en los municipios de Alhama de Murcia, Totana, Aledo y Mula. Encontrándose dentro de la Cuenca del Segura. Sierra Espuña posee 17.804 hectáreas y más de 25.000 contando con el conjunto montañoso. A finales del siglo XIX toda la sierra se encontraba en un estado ecológico lamentable, con la pérdida casi total de toda su cubierta vegetal, presentando graves procesos de desertificación.En 1.889 el ingeniero forestal Ricardo Codorníu acometió la tarea de toda repoblación forestal de toda la sierra. En el año 1931 fue declarada de interés cultural, y en el año 1992 fue protegida como Parque Regional. También está catalogada como zona de especial protección para las aves (ZEPA) y lugar de importancia comunitaria (LIC).

La Peña Soleada.

La especie arbórea que predomina es el pino carrasco, a excepción de las zonas más altas donde predominan el pino laricio y rodeno. También se encuentran, aunque en menor medida, carrascas, quejigos y arces de Montpellier. En las cumbres, la vegetación destaca por su adaptación a condiciones meteorológicas extremas y viene representada por el piorno azul y la sabina mora. Y en los valles abundan los chopos, madreselvas, enebros, lentiscos, coscojas....


RUTA:
El punto de inicio es el collado del Pilón. Dejamos el coche justo en el aparcamiento que hay enfrente del mirador que tiene el mismo nombre que el collado.
Este paraje nos asoma a la parte suroeste de la Sierra de Espuña. 
Está situado en la subida de las Alquerías al Collado Bermejo a mitad de camino, a una altura de 1.065 metros. Desde aquí se puede observar el Barranco de Ballesteros, la zona de las Alquerías, la población de Aledo con su majestuosa Torre del Castillo y, al fondo, la Sierra de la Tercia. Por la parte Norte, podemos ver el pico de Pedro López y, al Oeste, el Cerro de los Albaricoqueros. Un bonito enclave.



Comenzamos la ruta por el cortafuegos, que se aprecia desde el mismo mirador, a la derecha, en subida, dejando la carretera a nuestra izquierda. Vamos en dirección a la cumbre de Las Cunas. Siguiendo esta senda que a veces va por el mismo cortafuegos y otras veces junto a él, llegamos a una bifurcación, la rama que sale a la derecha (que no tomaremos), baja por el Barranco de Ballesteros hasta el área recreativa de Las Alquerías. Nosotros en la bifurcación tomamos la senda de la izquierda y justo al pasar este cruce, nos encontramos con el cortafuegos, en este punto, dejamos dos sendas (Una que para adelante y otra a la derecha) y giramos por el centro, para subir por el citado cortafuegos. 
Seguimos por él hasta llegar a una zona rocosa donde se puede ver alguno de los puntos rojos e hitos que marcan esta senda. La seguimos y nos lleva hasta la cima de Las Cunas, a 1.406 metros. 


Pega el viento. Las vistas son preciosas, los pinos forman un gran manto verde a nuestros pies, aunque el día está cubierto de una ligera nieblina que difumina el horizonte y las siluetas de las montañas vecinas.

Después de la foto de la cumbre y disfrutar de las vistas que nos ofrece hacia la Peña Apartada, el Morrón de Espuña, al alcance de la mano, volvemos por el mismo sitio. De nuevo en el cortafuegos, a bajar la primera pendiente fuerte, nos encontramos un hito que nos marca una senda a la derecha. 

Hemos subido por la senda de la izquierda. Tomamos esta senda de la derecha que nos baja hasta el Collado Bermejo. 
Andamos por la carretera que sube hacia el Collado Mangueta, al poco, junto al transformador de la luz, nos salimos de la carretera para coger un antiguo camino que nos evita un buen trozo de asfalto. 
Una vez en la carretera, la cruzamos y seguimos por el camino que traíamos que tiene continuidad al otro lado de la carretera. Este camino va por encima y paralelo al camino forestal de la Carrasca. Cuando estamos más o menos enfrente de Peña Soleada ( se le llama a la cara sur del Morrón de Espuña), giramos a la derecha y encontramos unos hitos que siguiéndolos, nos suben hasta la base de ella, en la vertiente Sur del Morrón de Espuña.


El desnivel de la cuesta es muy exigente y con mucha piedra suelta.
Estamos situados en la base de esta anaranjada peña, la bordeamos por su parte izquierda para llegar al famoso arco de Sigismondi. Es impresionante. Hasta que no estás encima de él no se ve. 

Esta formación rocosa, es un capricho de la naturaleza. No se advierte desde ningún punto cercano o lejano, solo se aprecia cuando estás prácticamente a sus pies. Está muy bien camuflado, pero es muy agradecido para las fotos. Es muy fotogénico. 
Desde este mirador natural se observa el Pedro Lopez. 



Arco de Sigismondi.

Una vez hechas las instantáneas de rigor y disfrutar de la tranquilidad del paraje, volvemos bajando la pedriza, pegados a la pared que nos facilita el andar, hasta llegar a un canal que bajando se nos queda a la izquierda y que tomaremos para cruzar hasta el otro lado de Peña Soleada, pasando por su espalda. 
Esta canal se denomina el “Carrerón del Diablo” o “Callejón del Diablo”, una estrecha grieta ascendente que separa Peña Soleada de las paredes que forman la base del Morrón de Espuña. Sin lugar a duda un sitio singular y espectacular, por el encajonamiento, por sus altas paredes y por sus trepadas.
Ascendiendo el Carrerón del Diablo, hay que superar dos trepadas no complicadas, pero hay que ir atentos. Una vez arriba, hay un destrepe en el que hay que extremar las precauciones. Resulta un lugar irrepetible, con paredes de roca colosales.

Cuando sales de este destrepe, solo queda bajar la pedriza que queda a nuestros pies. Antes de comenzar el descenso paramos a comer.
Hemos disfrutado de la ruta y hay que saborearlo.
La bajada hay que hacerla despacio, porque existe mucha pedrera, siguiendo los hitos que nos llevan hasta la pinada. En un poco tiempo te sitúas abajo, en la base del acantilado.


Acabada la pedriza, seguimos bajando monte a través hasta llegar a la pista forestal del Pinillo, desde el que partimos.

En el camino giramos a la derecha para llegar a la casa forestal de La Carrasca que está en ruinas. Existe en sus paredes una inscripción en la que se recuerda una gran nevada que hubo en esa zona hace ya muchos años, ahora cada vez cae menos nieve, una lástima. 

Cuando a la izquierda sale la desviación del camino que llega hasta La Carrasca, lo tomamos y vamos por él hasta el ultimo tramo de la tubería, donde abandonamos el camino y atajamos, llegando a la misma casa y fuente de La Carrasca. Un rincón entrañable donde encontramos a un grupo de montañeros reponiendo fuerzas.

Paramos a beber esta refrescante agua, y admirar la cantidad de arbolado de tonos amarillos, naranjas y ocres que se encuentran en sus alrededores. 

Solo nos resta seguir por esta pista forestal unos tres kilómetros, para volver de nuevo hasta el Collado Pilón donde empezó y termina esta ruta. La Peña Soleada se despide de nosotros con un guiño de complicidad.

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