Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

domingo, 27 de mayo de 2018

SALTO DEL USERO Y EL CASTELLAR (993 m.)

PARAJE EN TONOS AZUL TURQUESA


FICHA TÉCNICA-
Día: 27/05/2018
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 3 horas y media.
Distancia: 12 km.
Desnivel: 486↑↓
Senderos: PR MU 32GR 252 o Camino del Bajo Guadalentin
Dificultad: Media.
Como llegar: De Elche a Murcia por la A7, salir dirección Caravaca por la RM 15. En el pueblo de Bullas buscar el Camino del Río. Hay un aparcamiento a 1 kilómetro del salto del Usero.
Wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/bullas-salto-del-usero-y-castellar-993-m-25280220

ITINERARIO: 
Bullas/Aparcamiento del Salto del Usero - GR 252 - Salto del Usero - PR MU 32 - Castellar - Asentamiento musulmán "el Castillico" - PR MU 32 - Molino de Arriba y Central hidroeléctrica - Río Mula y pozas - Mirador del Salto del Usero y Quejigos - GR 252 - Aparcamiento del Salto del Usero



























RUTA:
Desde el aparcamiento del salto del Usero parte un carretil para peatones. Enfrente el Castellar, sierra que vamos a ascender, si el tiempo lo permite.













Caminamos, entre árboles frutales y casas de campo, viendo varias franjas de piedra que se interponen entre nosotros y la cumbre, buscando con la vista el paso para subir.

Pero al girar en un recodo nuestra atención se centra en el rincón paradisiaco que tenemos debajo.

























Llegamos a un mirador en el cual paramos a ver como fluye el río Mula y Pliego. 
Sus orillas están verdes, crecen varias higueras  y mucha vegetación.
Nos vamos a la izquierda, siguiendo las barandillas y una fila de preciosos olivos,  para bajar hasta el cauce. El  agua es  azul turquesa. Precioso.

Debemos sortear la enorme roca central, entre la maleza que casi no permite pasar llegamos a la poza principal.
Maravilloso enclave con rocas, helechos, la cascada y la poza con tonalidades azul turquesa. Impresionante.
Para nosotros solos, en completa paz y silencio.
Todo ello acompañado con el dulce sonido de la corriente del río y la caída del agua.

























Regresamos por el mismo camino hasta el puente, en el que tomamos unas fotos y nos dirigimos rectos.

Hay un poste señalizador del PR MU 32, hacia el Castellar.

En el primer cruce vamos hacia la derecha, enseguida  llegamos a unos abancalamientos de piedra seca, conservan en perfecto estado los almendros. Subimos demasiado, debemos bajar para ir a la derecha casi rectos.

























Una mirada hacia atrás nos muestra una parte del pueblo de Bullas.
Está rodeado de campos de cultivo con arboles frutales y viñas.
























Y nos internamos en el bosque de pinos. En algún tramo con empinadas cuestas que nos hacen creer que vamos hacia la cima, pero luego nos va llevando por el lateral Oeste de la sierra, a media altura, para buscar el paso.















Nuestro recorrido se separa del PR MU 32 que se va a la derecha, hacia la vaguada. Nosotros continuamos por la falda de la montaña teniendo a la izquierda la cumbre del Castellar a la derecha la sierra Garcisanchez, y en el valle los viñedos. Empiezan a caer dos gotas de agua, exactamente una a cada uno y para.


Por un bancal accedemos al sendero empinado. Está situado entre dos franjas de rocas que nos encajonan para que avancemos hacia el Norte. Sin mayor problema vamos ascendiendo consiguiendo amplias panorámicas. Hacia el Sur la sierra de Lavia, del Cambrón, de Espuña...
























Se acaba la franja de piedra de la derecha y continuamos el ascenso por la loma herbosa, rodeados de espartos y jaras.

 Las paradas son para observar la Sierra de Lavia, Cambrón, Espuña... el valle de Aceniche.. pero están tapandose con las nieblas.

Hacia el Noroeste se intuyen las más altas cresterías de la Región de Murcia, nosotros vemos la Sierra de Burete, la de Quipar... más cercanas.
Y coronamos el Castellar, con sus casi 1.000 metros en días claros se erige en magnífica atalaya a las cumbres más altas de Murcia.









Almorzamos y charlamos con un montañero, no sabe nada de la previsión de lluvia, de un 80%, piensa que hasta la tarde no lloverá. Nosotros no paramos hoy mucho, por si acaso.
























El descenso por el cordal es muy sencillo, sobre todo el primer tramo por un sendero de tierra.


























Vamos en dirección Norte, ya vemos en la lejanía el pueblo de Bullas, detrás las sierras de Silla, Cabezos de la Jabalina... difuminados por las nieblas que van creciendo.

























A nuestras espaldas el cordal que acabamos de descender y su perfil herboso, y el sendero con mucha roca que hay que esquivar.
























En algún trecho parece una calzada romana estropeada.

























Cruzamos la cabecera de un barranco que parece sin importancia, pero en unos metros vemos que ha ganado profundidad y tenemos de frente un promontorio, era un asentamiento musulmán, llamado "El Castillico".







Buen emplazamiento para observar todo el pueblo de Bullas y toda la vega que lo rodea.

En el pueblo destaca la torre de la iglesia y la del Reloj(amarilla). Dudamos si ir a la izquierda y por el barranco cruzar el río y subir por el camping al pueblo, pero nos ha sabido a poco y decidimos volver al salto del Usero.














Un último vistazo a la sierra Castellar que nos ha sorprendido por su exigencia.
























Y ya estamos de nuevo al lado de la inmensa carrasca, antesala de los miradores del Salto del Usero. Pero primero vamos a la derecha por un carretil.























Para ver el molino de Arriba, lo han reconstruido y se va a poder visitar muy pronto, enfrente en la Central Hidráulica van a abrir una Casa Rural.
























Magnífico paraje para pasar un fin de semana de montaña y río. Cuando vemos en la puerta el año de construcción pensamos lo que ha llovido desde entonces.







Por una escalera bajamos al lado del río, hay unas pozas pero no tienen el tono azul turquesa del Salto del Usero.






Hay chopos, higueras, vegetación... y corre el agua. Unas losas en medio nos invitan a quedarnos a comer, pero el día está turbio. Con pena dejamos este paraje.
















Retornamos hasta el mirador del Salto del Usero, impresiona la colocación de las rocas y nos llama la atención el puente. Antes ya habíamos oído el bullicio, en verano habrá que pedir vez.

























Desde el mirador tenemos una perspectiva diferente de la de la mañana, e igual de espectacular. Hay unos quejigos, de la familia del roble.

Y disfrutamos de este paisaje.

























El agua está fría, y vemos que a pesar de que hace calor la gente solo mete las piernas. Cruzamos el puente y enfilamos hacia el coche.

























Girándonos podemos apreciar a la izquierda la colina sobre la que se asientan los restos del Castillico. Y entre ésta y la franja de piedra de la derecha está el sencillo sendero que nos ha descabalgado del Castellar.
Todavía hay mucha gente llegando al Salto del Usero y sus pozas. Para nosotros que el día se está poniendo muy amenazador.
























Nos damos un poco prisa, el día ha cambiado en diez minutos.























Lo justo llegamos al coche. Cae sin parar media hora, encharcándose la zona en la que estamos. Comemos en un bar y decidimos bajar para volver a visitar el Salto del Usero, por tercera vez. El ambiente está más fresco.


























Volvemos a acercarnos hasta la poza grande y el salto del Usero. Se ha ido la gente solo quedan un par de prendas empapadas.
Cae algo más de agua. Por efecto del barro que arrastra ha perdido los tonos turquesas de la mañana. Luce unas tonalidades verdes grisaceas.

Regresamos por el mismo camino, con varios charcos por efecto de las lluvias.























Y con una última foto al río Mula y Pliego nos despedimos del paraje tan espectacular, al que tanto hemos tardado en venir pero que hemos disfrutado sin prisas. Una excursión muy recomendable. 

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