Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

sábado, 26 de mayo de 2012

CIRCULAR EN EL VALLE DE LA MURTA

ORELLE D'ASE, CREU DEL CARDENAL Y CAVALL BERNAT.

Nuestra ruta en puntos rojos.
FICHA TÉCNICA-
DÍA: 26/05/2012
PARTICIPANTES: Vicente, Patro, Julián y Lourdes.
TIEMPO ESTIMADO: 6 horas y cuarto.
DISTANCIA: 11 km.
DIFICULTAD: Media.
PR-CV 334, 335.

ITINERARIO:Centro de Información de la Murta - Sendero Botánico - Horno de Cal - Pas del Pobre - Barranco Negro - Orelle d'Ase - Creu del Cardenal - Pas de Sant Sofi - Cavall Bernat - Pla del Pouet - Font de la Murta - Acueducto - Bassas - Monasterio de la Murta - Puente de Felipe II - Peiró - Nevero - Centro de Información - Aparcamiento.


"La Vall de la Murta", también conocida por sus plantas medicinales como "La Vall dels Miracles", está en Alzira. Este valle es un parque natural enclavado entre la Sierra de la Murta y la Sierra de Corbera. Es un paraje con un microclima que favorece la vegetación y la humedad en la zona.
"Cuenta la tradición que se encontró una hermosa imagen de la Virgen enterrada bajo un mirto o murta en valenciano y de ahí que lleve el valle este nombre".
Se encuentran allí las ruinas del conjunto histórico-arquitectónico del Monasterio de los Jerónimos, junto a la casa señorial con su ermita.   Hasta el siglo XIX fue un gran centro religioso y cultural visitado por obispos, cardenales y reyes, como Felipe II.
Hoy está en proceso de restauración, sólo queda en pie la Torre de Coloms, la almazara, el acueducto y las basas o balsas de agua.
Su riqueza botánica, debido a su microclima, es excepcional, desde fresnos de flor, carrascas, algun roble, laurel, madroño, romero, jara, palmito, pinos y  murta.


RUTA:
Después de dejar el coche en el aparcamiento y colocarnos las botas, nos adentramos en el parque, Antes de entrar nos piden nombre y DNI para tenernos controlados. Comenzamos por la pista que nace detrás de la caseta de información del parque, un poste señala el comienzo del  sendero local  botánico. Pasamos al lado de un horno de cal y varios carteles nos indican los nombres de los árboles que nos rodean. Pronto acaba convirtiéndose en una bonita senda botánica que recorre la umbría de la Murta, con algun balcón natural al valle y al monasterio que reluce con los primeros rayos del sol.
En continuo ascenso entre arbolado de carrascas, pinos, madroños...llegamos hasta una bifurcación que nos bajaría al monasterio, a mano izquierda. Nosotros vamos rectos, en subida, a buscar el Pas del Pobre. Al llegar a este punto, histórico paso natural de comunicación con el Valle de la Casella, si bajáramos rectos y quisiéramos realizar la ruta de los Monasterios. 
Encontramos a nuestra izquierda, por la crestera, los escasos hitos de piedra y rastros de una senda que toma línea directa a la parte central de la Sierra, hasta el Barranco Negro y por allí ascendemos hasta llegar a una loma desde la que divisamos en la lejanía  las imponentes cimas del Cavall Bernat, de su espolón y la Creu del Cardenal, que desde aqui parecen estar al alcance de nuestras manos. 
Cima de la Orelle d'Ase
Sacamos unas fotos, tomamos un pequeño refrigerio y retomamos el camino, que tuerce en este momento hacia la derecha. Con la debida intuición  y algunos hitos de piedras construidos por anteriores montañeros, vamos avanzando paralelos al collado de la Creu del Cardenal, Tened cuidado porque hay una pequeña sima a un lado de la senda. El sendero se suaviza y afrontamos una asequible ascensión,  con cairns que nos guian. Llegamos a una de les Orelles d'Ase. La brisa marina nos recibe con un soplo de viento fresco que agradecemos. El día está un poco brumoso y tenemos una jornada de calor húmedo.
Siendo una cumbre modesta, la sensación que te produce el llegar a su cima es inolvidable. Ya no hay nada que se esconda en el horizonte. Al Este,  el Mediterráneo se nos muestra con toda su inmensidad, un poco difuminado con la bruma y con la Serra de les Raboses de Cullera envuelta en un mar de arrozales. Al norte el perfil de  la Creu del Cardenal y el poderoso Cavall Bernat son impresionantes. Hay mucha gente encaramada en sus cimas. Sigues con tu mirada trazando una enorme panorámica y hacia el sur se levantan las elegantes crestas de la Serra de les Agulles, el Montduver, el Penyalba y la Buixcarró y un montón de lomas montañeras.
Bajamos de la Oreja d'Ase y llegamos a la altura de una pequeña cruz con vistas impresionantes a todo el cordal. Es precisamente en esa posición, de perfil, cuando consiguen esa dimensión montañera, paralelos al mar como si de un dique se tratara, el enorme buque insignia del Ratlla, las dos Orelles.
Seguimos por el sendero que más bien parece un mirador infinito al mar y llegamos a la Creu del Cardenal, 545 m. Inmensa cruz con vistas panorámicas a toda la sierra, Cuando levantas la mirada siguiendo el perfil de esos acantilados te das cuenta de la pequeñez humana. Y después de charlar con unas muchachas de Alzira.....sobre montes, que si el Benicadell, el Montcabrer ...  nos dirigimos a la tercera cima del día.
Cima de la Creu del Cardenal
Creemos que desde el Pas de Sant Sofi yendo hacia el espolón podremos subir por la chimenea de acceso a la cumbre del Cavall Bernat, pero lo intentamos por una senda y se cierra sin que veamos el acceso. Será por la parte de abajo, bajamos por el PRV 334 unos 50 metros hasta encontrar una senda que nos coloque debajo de la canal. Con dificultad porque la senda esta bastante cerrada por el matorral, nos colocamos ante el paredón y se ve una pequeña hendidura pero con una trepada muy larga, no hay hitos ni una pequeña señal, así que después de reflexionar decidimos que no es sencillo y no sabemos si después de esta dificultad tendremos otra. Asi que volvemos sobre nuestros pasos con la decisión de dar la vuelta a la sierra por la Mallá Verda y una vez en el collado del Pla del Pouet llegar al Cavall Bernat. Nosotros sabemos que son por lo menos dos horas, así que no se puede comer en la cima y lo haremos divisando el mar, debajo de un pino.
Julián situado junto a la pared que hay que trepar.
Vamos rehaciendo el camino hacía el Pas de Sant Sofi, con tan buena suerte que antes de llegar un muchacho experimentado nos dice que la subida es por donde habiamos ido al principio, trepando la roca del espolón que está justamente en el lateral. Vamos a intentarlo. El monte es así, desde aquí tiene aspecto de inexpugnable, hay una terraza que parece impedir toda ascensión, pero no, por la misma esquina sube Julián como si de cuatro escaleras se tratarán y se coloca encima del resalte. Pues nada, le seguimos. Increíble. El camino se ve perfectamente, marcado con pisadas, pero sin hitos, ni marcas. Es un rincón tan pasajero que hasta algún impresentable ha venido a poner 4 pintadas azules en una roca.
Avanzamos por encina del balcón, sólo hay un paso un poco expuesto, pero... con no mirar, adelante. Y llegamos a la chimenea. La inclinación no se cual es, pero como dice Vicente vamos casi de pie y creo que es comparable con  el Angliru, pero en senderismo. Poco a poco, trepando con las manos, vamos salvando el desnivel entre torres pétreas que vamos dejando pequeñas.

Cima del Cavall Bernat
Y en aproximadamente un cuarto de hora estamos en la cima. Precioso y rápido ascenso. En el Cavall Bernat, 587 m., se abren nuevas y grandiosas panorámicas del mar a un lado y al otro de todo el valle de la Murta y la Creu del Cardenal, les Orelles de Ase, la Ratlla  y  la cresta de toda la Lloma del Matxo Flac, que se muestran imponentes.
Debajo del único pino que hay al lado de la cima montamos el chiringuito, sorpresa, cerveza fresquísima, manjares como sardinas, salmón ahumado, ensalada de pasta y vino blanco, cerezas de Hondón,  te, cafe, chocolate y rodeados de montañas. ¡Que más se puede pedir!
Nos recreamos casi una hora, como acostumbramos. ¡Quien podría estar menos con semejante espectáculo...gastronómico y paisajístico.!! Una pareja nos pregunta si se puede bajar por la canal, pero les desaconsejamos el descenso por aquí a personas no muy experimentadas. La subida sí, es fácil.
Y nos decidimos a salir, ahora se nota que el sol calienta, pero como todo es bajada y llano podremos soportarlo mejor. Volvemos a pasar al lado del punto geodésico y vamos avanzando disfrutando de todo lo que nos rodea. Detrás toda la Loma del Matxo Flac, Creu del Cardenal, les Orelles de Ase y el Cingle Blanc .Delante tenemos ahora el pico de la Cabreta, el Tallat Roig, vemos Alzira y Corbera.
Seguimos la senda marcada que pertenece al PRV 335  y llegamos al collado del Pla del Pouet. Desde aquí a mano derecha está la senda que nos daría un rodeo por la falda de la sierra ,con vistas increibles al mar,  hasta el Pas de Sant Sofi.(PRV 334)
Vamos a la izquierda. Después de unos minutos encontramos otro desvio a la derecha,  hacia el paraje de les Fontanelles, pero lo obviamos. Pasamos al lado de un pouet y seguimos hasta llegar a un camino de tierra ancho. Un trago de agua fresca, viene muy bien llevar una botella previamente congelada. Exquisita.
Existe la posibilidad de tomar un desvio a la derecha para salir a la caseta de información. Nosotros nos dirigimos a la izquierda a visitar el Monasterio. En apenas 200 metros entre frondosos árboles llegamos a un poste que nos señaliza la desviación. Bajamos entre arbustos que nos refrescan y llegamos a un pouet con verjado, la fuente de Santa Marta.
Desde allí siguiendo por la senda nos encontramos con la Fuente de la Murta. Bebemos hasta saciarnos y seguimos paralelos al regajo de agua canalizada que da  frescor a este paraje.
Y después para salvar la altura nos encontramos las arcadas del acueducto que se conservan perfectamente y llegamos a les Bases, dos balsas de agua, una con peces de colores y a la Torre dels Coloms del antiguo Monasterio de San Jerónimo de la Murta.
La ermita y la almazara están cerradas.
Sacamos unas fotos, cruzamos el puente de Felipe II y nos dirigimos por la pista ancha, enseguida encontramos un cruce con una cruz de hierro: el Peiró, giramos a la izquierda para visitar el nevero de planta cuadrada y a una altitud de 225, ambas cosas muy poco usuales en los neveros que hemos visto hasta ahora por Alicante.  Regresando de nuevo a la pista llegamos a la salida, atravesando la casa del guarda hasta el aparcamiento.
Es mayo y hace ya calor, pero no podemos resistir  el vicio de hollar las cumbres de las montañas y descubrir valles,   hoy lo hemos combatido con gorras y buena hidratación. Disfrutamos tanto que nos acordamos más de los buenos momentos, que de las fatigas de subir y sudar. No tenemos remedio.

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