BAJO LOS CORTADOS DE LA SIERRA DE LÓQUIZ
FICHA TÉCNICA-
Día: 6/08/2015
Participantes: Nieves, Chus y Lourdes.
Distancia: 15 km.
Dificultad: Media.
Punto de inicio: Desde
Estella por la NA-132-A hasta Acedo, tomar el cruce a la derecha. En
poco más de 4 kilómetros llegamos a Galbarra, enmedio del pueblo una señal nos indica hacia Ulibarri. Dejamos un coche en el primer pueblo y retrocedemos hasta una curva. A la derecha por una pista de tierra llegamos a Narcue.
Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=10397778ITINERARIO:
Narcue - Fuente y lavadero - Camino del Puerto - Fuente - Atajo - Repetidor - Senda - Paso del puerto de Narcue - La Sierra - Corral de Remiro - Alto de Zizilamendi - Camino de Ecala - Alto del Raso de Viloria - Barranco de Atabarte - Ermita y fuente de San Cristobal - Revueltas de Remangolargo - Camino del Monte de San Cristobal - Fuente y lavadero de Ulibarri.
RUTA:
Aparcamos un coche en Ulibarri y con el otro nos dirigimos a Narcue. Desde la fuente y lavadero, situados en el centro del pueblo, tomamos dirección recta hacia el monte.
Hay que traspasar la puerta de hierro, de una valla para animales, y
cerrarla una vez cruzada.
Y enseguida pasamos al lado de una fuente con un pilón. Sale un atajo a la izquierda, por una estrecha senda transitamos con pequeño desnivel, nos guia la vista del repetidor. Nos parece que nos alejamos demasiado de él y cambiamos el rumbo.
Nos desviamos a la derecha para pasar por detrás de la alta antena.
Y enseguida pasamos al lado de una fuente con un pilón. Sale un atajo a la izquierda, por una estrecha senda transitamos con pequeño desnivel, nos guia la vista del repetidor. Nos parece que nos alejamos demasiado de él y cambiamos el rumbo.
Nos desviamos a la derecha para pasar por detrás de la alta antena.
Enseguida encontramos un gran hito de piedras que nos marca una angosta senda, esta nos introduce en un bosque de encinas.
El sendero transcurre en zigzags entre un frondoso arbolado de encina y roble. Debemos volver a atravesar otra puerta de cierre de animales y enseguida surge el paso de Narcue. Precioso y sencillo acesso a la sierra por un estrecha vereda. Desde el pueblo no es visible y resulta difícil encontrar a simple vista el camino de paso entre la muralla rocosa. Unas enormes peñas marcan el inicio de la entrada y nos dan unas imagenes preciosas de las sierras y los valles que nos rodean.
El sendero transcurre en zigzags entre un frondoso arbolado de encina y roble. Debemos volver a atravesar otra puerta de cierre de animales y enseguida surge el paso de Narcue. Precioso y sencillo acesso a la sierra por un estrecha vereda. Desde el pueblo no es visible y resulta difícil encontrar a simple vista el camino de paso entre la muralla rocosa. Unas enormes peñas marcan el inicio de la entrada y nos dan unas imagenes preciosas de las sierras y los valles que nos rodean.
Cuando llegamos a una vaguada giramos a la izquierda y por un estrecho paso entre dos rocas no muy altas, salimos a una senda y desde esta llegamos a una ancha pista. Giro a la derecha y con un terreno casi llano caminamos ligeras viendo de frente nuestro objetivo, el observatorio o alto de Zizilamendi.
Al principio hay hayas, encinas, pero conforme avanzamos hay menos arbolado.
Pasamos al lado
de una finca verjada, a la derecha, con vacas y caballos que pacen
tranquilamente. Proseguimos la marcha hasta situarnos en el pie de la
colina. Giro a la izquierda.
Pasamos al lado del Corral de Remiro, que
ha sido restaurado hace poco y por su lateral avanzamos para conseguir
en poco tiempo situarnos en el antiguo observatorio contra incendios o
Alto de Zizilamendi de 1.090 metros de altitud.
Las panorámicas hacia el Sur al valle de la Berrueza, a Valdega, con la Sierra Costalera, Dos Hermanas, de Cábrega, de San Gregorio y de Codés a sus espaldas son espectaculares.
Después de un
pequeño almuerzo salimos en dirección Este para retomar la pista
abandonada unos metros más abajo. Continuamos por ella hasta encontrar
una pinada y caminando por su lateral hacemos un giro a la izquierda para subir a la
colina del Raso de Viloria, unos metros mas adelante está el hito que
marca la altura máxima del Raso de Viloria de 1.051 metros.
La visibilidad se limita, han salido unas brumas que parecen calima.
La visibilidad se limita, han salido unas brumas que parecen calima.
Desandamos los pasos bajando por el lateral de la pinada para ir de nuevo a la pista. Por ella llegamos en poco tiempo a los pies del Alto de Zizilamendi, que nos queda a la derecha.
Esta vez vamos a la izquierda para buscar el paso al valle de Lana e ir hasta el pueblo de Ulibarri.
Los prados que
antes estaban abarrotados de ganado están vacíos, han ido a buscar un
lugar más sombrío pues comienza a calentar el implacable sol. Nosotras caminamos
parándonos a observar algún espectacular ejemplar de haya. Abundan las
encinas, manzanillos...
Tenemos una difusa senda que recorremos viendo al fondo el Valle de Lana y el pueblo situado más al Oriente de él, Viloria, parece que en este punto entre varias rocas igual hay posibilidad de bajar directos, otro día la buscaremos.
Avanzamos hacia
el Oeste, a bastante distancia del cortado. Atajamos bajando a una
vaguada y encontramos una pista de tierra que viene un poco más cerca
del precipicio. La seguimos un rato y desde ella enlazamos con la pista
ancha que baja a Ulibarri. Giro a la izquierda y solo nos queda
disfrutar de las estampas montañeras que se suceden, vemos el barranco
de Atabarte y el cortado rocoso de la sierra de Lóquiz que se sitúa encima de Viloria y el
bosque que lo resguarda.
La pista de tierra está salpicada por ejemplares inmensos de roble que se sitúan entre el bosque de encinas, con un porte y altura impresionante. Destacan el situado en la Fuente de San Cristóbal y un par que hay en la ermita del mismo nombre.
Con la protección de la vegetación caminamos fresquitas felicitándonos de haber dejado un coche en Ulibarri y evitando caminar bajo el sol del mediodía.
Un último desvío a la derecha nos coloca en las afueras del pueblo. Aprovechamos para visitar la fuente y lavadero de piedra y después disfrutando de los rincones desconocidos de Ulibarri, cogemos el coche y nos acercamos a Narcue a recoger el otro.
Preciosa excursión por una abrupta sierra y un hermoso valle de Lana al que siempre es un placer volver cada verano.
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