CIRCULAR POR EL MONTSENY
Nuestra ruta en puntos rojos. |
DÍA: 23/11/2012
PARTICIPANTES: Julián y Lourdes.
TIEMPO ESTIMADO: 3 horas y media.
DISTANCIA: 13 Km.
DIFICULTAD: Media. Tiene un desnivel de 600 metros, pero sin exigencias técnicas.
PUNTO DE INICIO: Viniendo por la AP7, la salida 11. En San Celoni subimos por la carretera BV 5114, sobrepasamos Santa Fe con su oficina de información y en el km 22 comienza la ruta en la Fuente de Passavets. Al lado izquierdo de la carretera hay un aparcamiento y de ahí parte la ruta.
PR-C 208 y GR 5.2.
ITINERARIO:
Font de Passavets - Fageda Gran - l'Avetosa o l'Aveteda- Pla dels Pous - Pou del Comte - Rocs Cremats - Collado Pregon -Cima del Turó de l'Home - Collado de Sesbasses - GR 5.2 - Collado de Sacarbassa - Collado de les Agudes- Cima de les Agudes - Collado de les Agudes - Era y Font del Brianço - el Mal Pas - Riera de Santa Fe -Font de Passavets- Santa Fe, centro de información, ermita y hotel.
El Macizo del Montseny es una zona de contacto entre las formaciones vegetales mediterráneas, eurosiberianas y
boreoalpinas, debido a ello cuenta con una enorme diversidad de paisajes. La combinación entre la altitud del macizo , el terreno abrupto y la proximidad del Mediterráneo ha desarrolado una gran biodiversidad que permite atravesar en poco tiempo todos los estratos de vegetación. Se asciende por bosques mediterráneos: encinas, alcornoques, pinares; luego tiene media montaña húmeda: encinar montañés, avellanos, madroños y robledos; ambientes centroeuropeos: acebos, hayedos y abetales; e incluso vegetación subalpina en crestas y cimas.
En el parque aparecen más de 2.000 plantas y flores, algunas endémicas como la hierba de San Segimon.
Declarado Parque Natural en 1987 y Reserva de la Biosfera, se encuentra situado en la Sierra prelitoral catalana.
El punto más alto del Parque es el Turó de l'Home con 1.712 m., le sigue Les Agudes con 1.706 m. y el Matagalls con 1.697 m.
La fauna es muy variada conviviendo especies mediterráneas como el jabalí, la gineta, la paloma torcaz, el arrendajo, la culebra bastarda con especies centroeuropeas como el lirón gris, el camachuelo común, el lagarto verde y la culebra de Esculapio. También especies relictas como el tritón del Montseny, el musgaño de Cabrera y la rana bermeja. Entre los insectos existe una gran variedad de mariposas.
En la actualidad las actividades agrícolas, forestales y ganaderas, antiguas fuentes de sustento, han dado paso a servicios para el turismo como el alojamiento rural, la restauración y la hostelería que complementan los modos de vida de la zona conviviendo con la cultura agropecuaria.
Así mismo es un lugar idoneo para practicar deportes al aire libre y conocer mejor el patrimonio natural, pues dispones de una amplia red de pistas y caminos señalizados para hacer excursiones.
Santa Fe es uno de los puntos más bonitos del Montseny e inicio de muchas caminatas. Una de ellas es la subida al "Turo de l'home", el punto más elevado con 1.712 m. de altura. Pasando por densos hayedos y por el abetar más meridional de Europa. En Santa Fe podemos disfrutar también de las impresionantes secuoyas californianas en el punto de información del Parque Natural del Montseny; del pantano, que actúa como espejo del espléndido paisaje y de su ermita y hotel.
RUTA:
Lo primero que hacemos es comer el bocata. El termómetro marca 11 grados a media mañana. Hemos notado una diferencia muy grande entre la zona de San Celoni donde no corría viento y el día estaba plácido. En la subida con el coche se veía algún árbol que conservaba todavía las hojas amarillas/rojas, alcornoque, avellano, haya... Sin embargo en esta zona de Santa Fe sopla el viento y el bosque de hayedos que nos rodea ha perdido totalmente las hojas. El ambiente es más invernal.
Iniciamos la caminata en la fuente de Passavets. Está abarrotada de garrafas de agua que a la ida la monopoliza un señor y a la vuelta una señora. No me extraña, tienen un agua buenísima y está cerca de la carretera para llevar las botellas.
El principio del recorrido es paralelo a la riera de Santa Fe, pequeño arroyo que baja por nuestra derecha, pero en cinco minutos una fuerte curva a la izquierda nos separa radicalmente de él.
El sendero es ancho, y está totalmente cubierto de hojas de haya que como una mullida alfombra amortiguan nuestros pasos, y nos hace recordar otoños de nuestra niñez y juventud. Qué maravilloso es oír crujir las hojas bajo nuestras botas. Avanzamos por un sinuoso camino en muy buen estado que atraviesa los hayedos de esta banda del Montseny y enseguida perdemos el frío. Las hayas no tienen unos troncos muy gruesos pero lucen altas y esbeltas sobre nuestras cabezas, forman parte de la Fageda Gran.
El principio del recorrido es paralelo a la riera de Santa Fe, pequeño arroyo que baja por nuestra derecha, pero en cinco minutos una fuerte curva a la izquierda nos separa radicalmente de él.
El sendero es ancho, y está totalmente cubierto de hojas de haya que como una mullida alfombra amortiguan nuestros pasos, y nos hace recordar otoños de nuestra niñez y juventud. Qué maravilloso es oír crujir las hojas bajo nuestras botas. Avanzamos por un sinuoso camino en muy buen estado que atraviesa los hayedos de esta banda del Montseny y enseguida perdemos el frío. Las hayas no tienen unos troncos muy gruesos pero lucen altas y esbeltas sobre nuestras cabezas, forman parte de la Fageda Gran.
El ascenso es suave pero continuo, a nuestra espalda se yergue la peña de les Agudes y poco a poco vemos que se entremezcla algún pequeño abeto que sobresale por su hoja perenne verde entre las desnudas hayas.
Hasta que el verde se impone sobre el hayedo y llegamos a la zona señalizada como l'Avetosa o L'Aveteda, el bosque de abetos más meridional de Europa. Enormes ejemplares nos rodean en nuestro caminar.
Antes de llegar a una amplia curva, a nuestra izquierda hay una pista secundaria indicada en el poste Roc Perer, que puede servirnos de regreso para llegar a Sot del Maldeventre (1287 m), donde un poste marcado con el SL-C 86 nos llevaría a Santa Fe, a un kilómetro de la Font de Passavets.
Nosotros continuamos por la pista donde poco a poco van desapareciendo los abetos y reaparecen los hayedos con alguna hoja. Se llega a la zona conocida como Pla dels Pous (1532 m) Si prestamos atención, a nuestra derecha se observa uno de los pozos de nieve que hay en esta zona y que en el S-XVIII abastecían de hielo a Barcelona. Se denomina el Pou del Comte (pozo del Conde).
Enseguida llegamos a una última curva pronunciada y que nos alza en pocos minutos hasta el collado de Pregon y Tropezamos con la carretera. Aquí tenemos a la izquierda la antigua estación militar de Puig Sesolles (1.666 m.), donde se ubica una gran antena de telecomunicaciones.
De frente, un carril nos conduce con una curva a la derecha hasta la cima del Turó de l'Home (1.712 m.). No se si había visto nunca tan concurrida una cumbre, con un abeto, un refugio y una caseta de un antiguo observatorio meteorológico que se encuentra en desuso. Y al fondo la antena.
A mi espalda les Agudes. |
Suben unos muchachos que vienen dirección de les Agudes y les preguntamos si después hay bajada desde la cumbre hacia la fuente de Passavets y Santa Fe. Nos dicen que si, pero hay que tener cuidado con las hojas de haya que resbalan muchísimo. Alguno de ellos se ha aventurado a subir con zapatillas deportivas.
La bajada la hacemos por detrás de la cima. Se llega hasta el Collado de Sesbasses, tropezamos de nuevo con el asfalto, lo cruzamos y allí están los postes del GR 5.2 en un tramo que va hasta Les Agudes.
Para acceder al segundo pico vamos flanqueando la cresta que separa ambas cimas donde el frondoso bosque desaparece dando paso al matorral de alta montaña como el brezo y el enebro rastrero. El sendero sigue muy bien señalizado en cada bifurcación que puede haber dudas, pero a pesar de la información vamos observando por si la bajada de les Agudes no está bien indicada y vemos al lado del Collado de Sacarbassa, un gran hito de piedras, que si no encontramos nada mejor nos puede servir para descender hasta Santa Fe.
Vista la vaguada desde la crestera, al fondo el Abetal por donde hemos subido. |
A la espalda el ¨Turó de l'Home. |
Por toda la crestera vamos caminando, viendo en el valle las hayas desnudas que dan al suelo un tono marrón-rojizo, preludio del invierno. Y destaca entre esos tonos, en la ladera que hemos subido antes, l'Aveteda de un verde intenso. El sendero en esta parte del itinerario es más abrupto. Hasta ahora habíamos subido por una senda ancha con tierra y hojas de hayas, pero desde el Collado de Sesbasses, avanzamos por un sendero pedregoso.
Pasamos por el Collado de les Agudes y vemos una bifurcación señalizada. Se puede descender hacia San Marçal, izquierda, y hacia Santa Fe, derecha. Perfecto. Para unas personas con poco tiempo y desconocimiento total de la zona está fabuloso este sendero con postes indicadores de la ruta. Nosotros proseguimos de frente, con un pequeño esfuerzo nos encaramamos a la escarpada cumbre de bloques de rocas de Les Agudes (1706 m.) donde se encuentra ubicada una cruz y un reloj solar.
Podemos disfrutar de las panorámicas. Hacia el noroeste, el Matagalls, y detrás suya, las siluetas de las cumbres de los Pirineos en su vertiente catalana que no se ven blanquear. Hacia la otra vaguada, desde la que iniciamos el recorrido, el embalse de Santa Fe y Hostalrich. Divisamos hacia el sur el Turó de l'Home. Todas ellas espectaculares.
La hora en este reloj solar. Son las 4. |
En la cima sopla bastante el viento y después de unos minutos de contemplación descendemos nuevamente hasta el Collado de les Agudes.
Ahora a nuestra izquierda, comenzamos el descenso. El bosque de hayas nos espera, son más gruesas, y por un delicioso paseo nos internamos, agradeciendo que cese el ruido del viento y en su lugar tenemos el sonido del crepitar de las hojarascas.
Entre el hayedo vemos el montículo del Turó de l'Home con su refugio y gracias a los postes metálicos entre curvas nos situamos en la inmensa era donde se ubica la fuente del Briançó. La zona donde se halla la fuente es una área abierta rodeada con unos espectaculares acebos de unos 4 metros de altura, con los adornos navideños símbolo de invierno y navidad ya colocados. Muy previsores.
Continuamos el camino de bajada, vemos alguna seta por las orillas, pero no conocemos las variedades y nos limitamos a sacar alguna foto.
Nuestro avance nos obliga a tener cuidado con las señales y atravesando barrancos llegamos a la Riera de Santa Fe, que debemos vadear cruzando las piedras hasta retomar el sendero ya recorrido anteriormente, sobrepasar la Font de Passavets y allí tenemos el coche. Pero como todavía nos queda tarde por delante pensamos en ir a conocer la ermita de Santa Fe y si está abierta laoficina de información turística pedir algún folleto de esta preciosa zona. Vamos paseando al lado de la carretera, el kilómetro que nos separa de Santa Fe, pensábamos que al ser viernes por la tarde vendría más gente, pero el restaurante que se sitúa al principio está vacío, el centro de información Can Casades está cerrado, pero podemos contemplar los tres magníficos ejemplares de secoyas que se encuentran en su puerta. Nos acercamos a la ermita de Santa Fe, muy bonita pero la lástima es que está un poco abandonada, a falta de ser restaurada. Al lado, sin embargo, hay un precioso hotel.
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