SIERRA DE CREVILLENTE Y DE CATI
FICHA TÉCNICA-
Día: 17/03/2018
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 5 horas.
Distancia: 17 km.
Desnivel: 709↑↓
Senderos: PR CV 108.
Dificultad: Media-Baja. Es una ruta sencilla técnicamente, pero con un desnivel de 700 metros.
Como llegar: Por la autovía de Elche a Crevillente. En el centro del pueblo hay que buscar la Calle de San Isidro, a la orilla derecha de la Rambla del Castellar.
Wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/crevillente-ermita-de-san-isidro-raig-o-rach-y-la-tanca-rodeando-el-marxant-23307936
Crevillente/Ermita de San Isidro - Calle de San Isidro - Fonteta y cova del Sarso - Bon Lloc - Colada del Marxant - Barranc y Mina del Marxant - Subida Catí o Costera de Catí - Collado de Sant Juri - Raig o Rach - Collado de Sant Juri - Subida Catí o Costera de Catí - Casa en ruinas - La Tanca - Camino por la solana del Campaná - Coto el Memoria - Barranc de Amorós - Camí de Cata - Cova y Cata Català - El Plà - Loma Marica o Mandinga - Mirador - El Plá - Loma Fonguda/Afonguda - Les Canteres del Brufal - Casa/Cueva Les Canteres - Els Pontets - Senda por la cornisa de la Rambla del Castellar - Fonteta y Cova del Sarso - Ermita de San Isidro.
La Sierra de Crevillente y de Cati es una alineación montañosa del Sur de la provincia de Alicante. Se extiende de Suroeste a Nordeste entre el río Vinalopó y las Sierras de Albatera y Abanilla, entre los términos municipales de Crevillente, Albatera, Hondón de los Frailes, Hondón de las Nieves y Aspe.
Sus alturas principales son: Crevillente o La Vella (838 m.), San Cayetano o Picatxo (819 m.), Sanjuri (815 m.), Puntal de Matamoros (789 m.), Campaná(707 m.), Rach o Raig(667 m.), la Mitjana (643 m.)...
Sus alturas principales son: Crevillente o La Vella (838 m.), San Cayetano o Picatxo (819 m.), Sanjuri (815 m.), Puntal de Matamoros (789 m.), Campaná(707 m.), Rach o Raig(667 m.), la Mitjana (643 m.)...
RUTA:
Vamos a comenzar en la ermita de San Isidro Labrador, aparcamos debajo porque una barrera cierra el paso hasta ella.
Desde su parte trasera surge una senda que nos lleva hasta una carretera asfaltada, la que hemos abandonado con el coche. Es el camino de San Isidro. Lugar de ejercicio de los crevillentinos, no paran de subir y bajar, en bici, corriendo, andando...
Enseguida dejamos a la derecha la Fonteta y Cova del Sarso. Será nuestra vuelta por ahí. Ahora continuamos por el carretil que sube suavemente pero sin pausa.
Este ascenso y el sol que comienza a calentar nos obligan a hacer una parada para desprendernos de los polares y beber agua.
Nuestras panorámicas son de 10. Hacia el Noroeste el Campaná, el Picatxo y la Mitjana.
Hacia el Norte la Vella y el Puntal de Matamoros.
Surge a nuestra derecha una montaña erosionada con una forma caprichosa.
Y abandonamos el carretil asfaltado para internarnos en una preciosa senda.
El primer barranco es el de Marxant y al fondo el de la Tanca del Runar.
La angosta senda se interna en el lecho seco de la rambla del Marxant para transitar unos pocos metros entre una superficie en la que abundan las losas de roca.
Pero son pocos metros para enlazar con la pista de tierra, la Costera de Cati. Hay mucha gente que sube y baja, en bici o andando...
Proseguimos subiendo en grandes lazadas, nos asusta que se han concentrado varios coches grandes y se oye mucha gente, nos tememos que sean cazadores y no nos dejen continuar, falsa alarma son un grupo de adultos y niños regando los árboles recién plantados. Ya nos ha tocado otras veces ver reforestar en esta sierra.
Y desde el collado de Sant Juri giramos a la izquierda, para tomar una estrecha senda también a la izquierda (si fuesemos rectos iríamos a la ermita y área recreativa de San Cayetano) que nos eleva en minutos hasta el cordal del Raig o Rach. Panorámicas excepcionales de la loma de Sant Juri, después la cima del Picatxo y detrás surge Monte Alto de Albatera y la sierra de Abanilla.
Debemos recorrer la crestera, de medio kilómetro, hasta llegar al punto más alto. Esta cima está señalizada con un montón de piedras, solo alcanza los 667 metros de altura (casi como el Campaná), pero sus vistas son inmensas.
Vemos el Campaná de frente, casi escondido, la Vella y el sendero que sube hacia ella, nuestra previsión es utilizarla para el ascenso, pero el tiempo ha cambiado muy rápido, hay previsión de lluvias y nos replanteamos la ruta.
Hacia Noreste se ve el embalse y pueblo de Crevillente, y el litoral marítimo algo borroso con las nubes que van llegando.
Reemprendemos el camino. A unos pocos pasos por el cordal vemos una sima, escondida en la maleza, CUIDADO, en un día de niebla o una excursión nocturna puede ser un peligro.
Al avanzar volvemos a ver el Campaná, a su lado la Vella gana altura.
Una parada antes de descender del Raig nos dan una imagen de La Tanca, vemos el sendero que llega hasta su cumbre, encarándose al Campanà. Entre ellos hay un encajonamiento, el Tancat del Runar.
Nos situamos de nuevo en el Collado de Sant Juri y con pena decidimos replegarnos, rodearemos el Marxant para volver al coche por la parte más baja de la sierra. Si se pone feo bajaremos por la Bocamina de Cata.
Bajamos unos metros por la pista hasta que lo abandonamos por la izquierda para descender bruscamente en busca de una masia en ruinas, que sobrepasamos por un lateral. Esta cuenta con unas excelentes vistas a su alrededor.
Y casi de frente afrontamos la subida a la Tanca. Mirando hacia atrás se ve la crestera del Raig, el camino que sube hasta el collado y la casa-cueva por la que hemos pasado hace unos momentos.
En pocos minutos nos encaramamos a la Tanca (539 m.). Vemos en primer plano el Campaná, el Raig y la Vella.
Hacia el Suroeste el cordal de la sierra de Crevillente, en el cual destaca el Picatxo y la Mitjana. Al fondo el Monte Alto.
Retomamos la ruta volviendo al sendero principal, delante tenemos el Martxant (457 m.). Hemos venido por su cara Sur, ahora tomaremos por el sendero que se interna entre él y el Campaná por la vertiente Norte.
Nos situamos, después de pasar una barrera que impide el paso de vehículos, en la boca del Tancat del Runar, otro itinerario que nos permitiría subir a la Vella y al Campaná.
Pero nosotros seguimos un poste indicador y entonces giramos para internarnos en una senda ascendente con señales blanca/amarilla. Sube demasiado, no es nuestra ruta por lo cual bajamos hasta la pista que viene por medio. Con poco desnivel y ninguna dificultad, caminamos entre ambas sierras. A la derecha el Marxant, a la izquierda el Campaná.
Observamos las formas caprichosas que han tomado las rocas por efecto de la erosión, sobre todo en el Martxant.
El Campaná, más sólido y recio, ha tomado proporciones colosales.
Volvemos a ver el embalse de Crevillente, y con una brusca curva cambiamos el rumbo para adentrarnos de nuevo en la sierra.
Nos situamos en la puerta del Coto Memoria, la casa-cueva estça muy bien conservada, con una bonita chimenea.
Y siguiendo la senda que va por el filo del Barranco de Amorós llegamos a un cruce. Si fuesemos a la izquierda podríamos subir al Campaná, nos dirigimos a la derecha.
Pasan un par de ciclistas a toda prisa, y empiezan a caer un par de gotas, pero es falsa alarma.
Nos internamos por un sendero encajonado entre dos rocas.
Que nos lleva directos a la Cova Catalá. Este tramo lo recorrimos hace un año para subir al Campanà, pero por el interior del Barranco de Amorós, no por este sendero.
Y por la pista de tierra llegamos al cruce, la Bocamina de Cata a la derecha, que nos lleva als Pontets. Sorpresa pensábamos que era una alternativa para un día de lluvia pero vamos a tener que bajar por la pista a Crevillente. El dueño de la valla nos ve indecisos y nos permite traspasarla, dice que roban mucho. Le damos las gracias, pero en un día laborable es un gran obstáculo.
Subimos una cuesta hasta alcanzar dos casas en el Plá. Mirador con fabulosas vistas a la perfecta alineación de la sierra de la Raya del Búho. La última vez bajamos rectos als Pontets.
Hoy giramos a la izquierda para dirigirnos por la falda de la Lloma de la Fonguda, pero al echar la vista atrás vemos un sendero que no hemos recorrido. Si, no, volvemos a la encrucijada del Plá para tomar el nuevo sendero, a la derecha, está muy pisado.
Llegados arriba, hay un paso que nos permite vistas espléndidas, pero el sendero de bajada con tanta roca no es visible. Hay un gran desnivel y decidimos dar la vuelta.
Volvemos al Plá y retomamos la senda, echando la mirada atrás se ven ambas sendas, la que bajamos en la anterior ruta por aquí directa als Pontets, y la de hoy que nos queda pendiente de descubrir, lo intentaremos por la otra vertiente para ver si es más visible en ascenso.
Y llegamos a la zona de las antiguas canteras.
Pero en todo desierto hay un oasis y este enorme lentisco pone una nota de color a nuestras fotos.
En un cruce se puede bajar rectos, pero nos desviamos a la diestra, para visitar la Casa-cueva y por delante surge un sendero muy arreglado con escaleras y con un serpenteante zigzag desciende hasta la pista.
Regalándonos bellas estampas de las sierras que nos rodean, con el Alto de les Moreres destacando en el horizonte.
Abandonamos la pista asfaltada para girar a la derecha y por una angosta senda por el filo de la Rambla del Castellar vamos avanzando.
Para después ir serpenteando entre casas de campo que nos conducen de nuevo a la Cova y Fonteta del Sarso.
Y de regreso a la ermita de San Isidro Labrador. A pesar de que los planes eran distintos nos ha encantado esta ruta por otros caminos y sendas de la Sierra de Crevillente y de Cati.
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